NoticiasPortada

Furor en ventas del Kia E-Niro y del Hyundai Kona eléctrico.

En esta transición donde se está tratando de volcar el esfuerzo económico en desarrollos de autos eléctricos para ir inclinando la decisión de compra hacia uno de ellos, las empresas presentan en el mercado productos cada vez más competitivos.

Con beneplácito, tanto la empresa Kia Motors como Hyundai, celebran el éxito que están logrando en el registro de ventas de sus productos SUV’s eléctricos e-Niro y el Kona respectivamente. Por supuesto que los proyectos de una empresa se basan en posible futuros éxitos, tanto en el número en ventas como el de reconocimiento en el mercado reflejando el nivel de calidad alcanzado. Para encauzar tal emprendimiento, la planificación es fundamental ya que la logística es la columna vertebral para el suministro de todos y cada uno de los elementos constitutivos del vehículo. Por lo tanto, ante una previsión de venta se debe acondicionar la logística para cumplir con los compromisos que se asume. Pero en este caso en particular, la previsión de futuras ventas no cubrió las demandas que se convirtieron en ventas realizadas con posterioridad. Es decir, ambos productos causaron tal impacto en los posibles compradores de determinadas regiones, que la producción de unidades no cubrieron la demanda. Bueno, planteado el tema en estos términos, la solución pasa por el replanteo en la planificación de la producción. Si bien este enfoque involucra un replanteo interno de producción de la fábrica, requiere inexorablemente de la asistencia por parte de los proveedores de las distintas autopartes, requiriendo una mayor producción y entrega por parte de éstos.

Tal es el caso, según algunos datos obtenidos, que la proyección de entrega de vehículos eléctricos e-Niro en la región del Reino Unido estaba prevista en unas 900 unidades anuales. Y para sorpresa de la empresa, en apenas algunas semanas se habían vendido y agotado las disponibles. El mismo caso ocurrió con el Kona eléctrico. Ahora bien, el escollo se encuentra en ambos casos en la disponibilidad de las baterías que son instaladas en ambos vehículos, ya que los proveedores (fabricantes) de ellas no pueden modificar su propia capacidad de producción, al menos por ahora. Como consecuencia directa de tal situación, se genera un cuello de botella en la producción final de los fabricantes de autos. Si concentramos la atención en los proveedores, tanto LG como Samsung han tratado de salir de esta situación, pero por el momento sólo han podido adaptar su estructura y logística duplicando la producción. Temporalmente, su reestructuración logística es insuficiente dada la demanda actual de estos autos, que han impactado positivamente en el mercado. Pero el compromiso de ambas compañías es ir incrementando paulatinamente su capacidad productiva. También en otros países como Alemania y Francia se refleja una situación bastante parecida de demanda, aunque en menor grado.

Planteado el problema de esta manera, se desprenden dos conclusiones. La primera involucra la actitud por parte del usuario que debe armarse de paciencia, ya que de seguir con la intención de adquirir una de esas unidades, deben incorporarse a una lista de espera que seguramente va a ser bastante larga. Y la segunda conclusión, y que es la más importante desde el punto de vista como producto en sí, es la aceptación por parte del público en general como un auto eléctrico, moderno y ecológico, que se ubica dentro de las preferencias en distintas regiones.

Mostrar más

Alberto Mario Kuchen

Apasionado por los autos. Familiarmente vinculado a este maravilloso mundo y al de las carreras de autos: mi padre que corrió en la década de los años 60 con el seudónimo de Sandokán. Como Ingeniero Mecánico Aeronáutico, la tecnología en pos de la seguridad y la mejora continua, siempre llamó mi atención. Mi compromiso con ustedes para compartir e investigar en todo lo que viene.

Artículos relacionados

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *