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La tecnología de impresión en 3D está desembarcando en la fabricación de baterías eléctricas para autos.

La investigación y el desarrollo generan información esencial a la hora de la toma de decisiones, sobre todo si decidimos emprender un camino en donde la velocidad de los acontecimientos nos compromete a aportar avances tecnológicos que terminen beneficiando no sólo el aspecto económico de la cuestión, sino la calidad de vida de nosotros.

Nada de lo que ocurre en este ámbito es al azar. La demanda social que entiende que estamos en una transición en lo referente al uso de alternativas de energía para nuestra locomoción diaria, exige tener la disponibilidad de herramientas acordes a nuestras costumbres y de poder aprovechar nuestro tiempo en cosas productivas y deseadas a la vez. Saber interpretar esto, requiere de esfuerzos que deberían ir en dirección a lograr una tecnología capaz de satisfacer nuestras demandas, pero a su vez, entender que un cambio de actitud viene inexorablemente de la mano de herramientas que hagan nuestra vida con menos complicaciones. Claro que esto no es sencillo, y que requiere de un tiempo para evolucionar en lo que se denomina “transición”, pero que es parte del proceso en el cual estamos inmersos. También es cierto que hay resistencia basada en muchos cuestionamientos, pero pese a todo ello la dirección y adaptación a lo que se viene es casi un hecho. Menciono esto, ya que considero importante ponernos en situación, ya que lo que paso a comentarles está directamente ligado con ello. Por lo pronto, al decir que deben ofrecernos herramientas acordes, me refiero a que si nuestro “futuro” auto cumple con premisas que nos permita tener una autonomía considerable, un tiempo de recarga cada vez más corto y poder acceder a él económicamente hablando dados los costos iniciales de adquisición, sin dudas estaríamos en una posición de apertura diferente a la actual, sin contar con el desafío que representa la implementación de una distribución logística que permita la recarga de las baterías de forma más adecuada. Es por ello que los desafíos actuales, en cierta forma se enfocan en lograr un producto que sea más “atractivo” para nosotros. En esta oportunidad, quiero referirme precisamente al proceso de fabricación de las baterías de estado sólido, pero haciendo uso de la tecnología de construcción mediante la impresión en 3D. En este desafío se encuentra la compañía suiza Blackstone Research que tiene su planta en la localidad de Döbeln, en Alemania. La empresa puso de manifiesto que este tipo de desarrollo facilita obtener baterías de estado sólido que dispongan del doble de densidad energética y que a su vez se pueda reducir drásticamente casi a la mitad en lo referente a los costos necesarios para su fabricación. Expresado en números, sabiendo que a lo largo de algunos años los costos de fabricación fueron bajando significativamente, hay una apreciación que vincula la barrera de bajar los 100 dólares de costo de fabricación por cada Kwh.

En esta ocasión, la empresa estima que los valores estarían rondando los 80 dólares, cifra que significaría una merma considerable en el costo total de fabricación de la batería y por lógica debería impactar en el costo final del vehículo. Por otro lado, permitiría alcanzar una autonomía que rondaría los 1.000 kilómetros, promesa que sin dudas sería bienvenida. Se supo que la patente de producción con técnicas de impresión 3D es para baterías de iones de litio que utilizaría electrolito sólido, y emplearía electrodos de batería que son impresos utilizando la tecnología de batería de estado sólido. Aseguran que el sistema de impresión 3D dispone de mucha flexibilidad, permitiendo una buena eficiencia en el proceso de fabricación de las mismas. Asociado con el comentario anterior, referente a la baja de los costos totales de fabricación estarían vinculados directamente con el ahorro de gastos de capital que se invierten y con los menores costos operativos de producción. Presentado de esta manera, sin dudas esta novedad representa un avance significativo en el marco evolutivo del desarrollo con múltiples beneficios. Deberemos esperar hasta que entre en producción de forma seriada para mediados de este año, y de esa forma poder constatar con certeza esta información que permite mirar en perspectiva la evolución en lo referente a la tecnología que dispondrán este tipo de baterías eléctricas. Cabe recordar que la empresa Toyota está en pleno desarrollo de este tipo de baterías de estado sólido desde hace un tiempo, y de acuerdo a lo prometido, durante el transcurso de este 2021 hará efectiva la presentación de su primer prototipo. Deberemos esperar poco tiempo y seguramente empezarán rápidamente a despejarse muchas dudas que hoy tenemos. 

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Alberto Mario Kuchen

Apasionado por los autos. Familiarmente vinculado a este maravilloso mundo y al de las carreras de autos: mi padre que corrió en la década de los años 60 con el seudónimo de Sandokán. Como Ingeniero Mecánico Aeronáutico, la tecnología en pos de la seguridad y la mejora continua, siempre llamó mi atención. Mi compromiso con ustedes para compartir e investigar en todo lo que viene.

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