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El Mazda CX-3 recibe una actualización para el 2021.

Para mantenerse vigente y con la incorporación de más tecnología, Mazda decidió actualizar al más pequeño de los SUV´s de su portfolio, prolongándole la vida al modelo renovado hace apenas dos años pero con la intención de hacer llegar a su público un producto más completo en tecnología.

Son pocos los cambios estéticos por los cuales la marca decide llegar al mercado con un producto un poco más tecnológico, optando por el momento en ofrecer una sola alternativa motriz apelando al conocido motor a gasolina con la tecnología Skyactiv-G de dos litros de cilindrada pero con una sola potencia: 121 CV. La marca apuesta a utilizar la tracción delantera, mediante una caja de cambios que puede ser manual o automática con convertidor de par de seis marchas. Hasta acá quizás no es relevante la oferta propuesta por Mazda: pero cuando el motor va hermanado a la caja manual, éste incorpora la tecnología de desconexión de cilindros desarrollado por Mazda, permitiendo en momentos de menor demanda o exigencia de potencia, contar con solo dos cilindros activos lo que le facilita reducir sensiblemente el consumo de combustible.

Mazda confirma que en tales circunstancias el promedio de consumo puede reducirse en hasta un 14%, lo que supone por lógica un descenso en emisiones que va de la mano con el menor consumo de combustible. Sin dudas la solución es muy buena. Ahora pasemos a los datos duros que avalan los comentarios. Vamos a apreciar que hay una significativa diferencia de valores registrados por la marca según el método de medición europea WLTP: respecto a la versión que utiliza la caja manual de 6 marchas, el registro promedio de consumo combinado ciudad/ruta es de 6.2 litros por cada 100 kilómetros recorridos, homologando una generación de emisiones que ronda los 140 gramos de CO2 por kilómetro. Mientras que con la utilización de la caja automática y en las mismas condiciones, el consumo promedio ciudad/ruta es de 7.1 litros por cada 100 kilómetros recorridos, generando una emisión de 160 gramos de CO2 cada kilómetro. Con estos datos registrados y comunicados por Mazda, se puede ver reflejada la diferencia existente en ambos casos, poniendo de manifiesto que la tecnología que incorpora en las versiones con caja manual, avala con creces los resultados, recordando que en general, los datos de consumo difieren mínimamente independientemente del tipo de caja de transmisión que se utilice. En cuanto a las prestaciones, tanto la aceleración de 0 a 100 km/h como la velocidad máxima que alcanza, la versión con caja manual marca una diferencia: necesita 9.1 segundos y logra los 192 km/h, mientras que la caja automática demanda 9.9 segundos y llega sólo a 187 km/h. En este aspecto también lleva la delantera.

Pasando a las novedades tecnológicas, la mejora en conectividad se ve reflejada con la incorporación de serie en todas las versiones del sistema multimedia MZD Connect e incorpora la mejora de Radio DAB+ con conectividad dual de Android Auto y Apple CarPlay. Recibe también nuevas tecnologías de asistencia a la conducción, al incorporar el Sistema i-ActivSense con control de velocidad crucero adaptativo que opera a cualquier velocidad, frenada automática de emergencia para la ciudad con la detección de peatones con función nocturna, asistente de atasco con función Auto Hold y monitor de visión de 360° alimentado por 4 cámaras periféricas con las que cuenta el CX-3.

En cuanto a las innovaciones estéticas, incrementa la oferta de la paleta de colores exteriores, como es costumbre incorpora nuevas llantas de 18 pulgadas, y un nuevo acabado llamado Evolution Design que dependerá su disponibilidad en función de la región donde se comercialice; esta opción resalta los plásticos de los espejos retrovisores, la parrilla delantera, los pilares y molduras laterales con pintura de color negro brillante, además de presentar una combinación llamativa de colores en el tapizado de cuero sintético del interior: blanco con marrón en tono claro. Por lo visto, no contará con diferencias estéticas muy significativas con respecto al modelo actual. Pero lo que quiere mostrarnos Mazda con esta nueva actualización de su CX-3, es el ofrecimiento de una opción con marcadas mejoras en rendimiento mecánico, y sobre todo poder contar con una actualización tecnológica en conectividad y asistencia a la conducción que hoy pasan a ser no sólo necesarias, sino que revisten el carácter de casi indispensables en cuanto a la seguridad vial.  

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Alberto Mario Kuchen

Apasionado por los autos. Familiarmente vinculado a este maravilloso mundo y al de las carreras de autos: mi padre que corrió en la década de los años 60 con el seudónimo de Sandokán. Como Ingeniero Mecánico Aeronáutico, la tecnología en pos de la seguridad y la mejora continua, siempre llamó mi atención. Mi compromiso con ustedes para compartir e investigar en todo lo que viene.

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