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Nueva opción en la familia BMW: El X1 xDrive 25 híbrido enchufable.

En esta época donde todas las marcas se ven obligadas a aportar tecnología eléctrica en sus diferentes opciones de motorizaciones, BMW llega al mercado con una propuesta muy racional tratando de canalizar esta demanda de polucionar cada vez menos con aporte tecnológico enfocado en la incorporación de una versión híbrida enchufable: el X1 xDrive 25.

Apelando al desarrollo propio y con la mirada puesta en continuar con el éxito logrado en todos los mercados regionales, la marca de Munich propone una alternativa que se basa en el éxito alcanzado con el más pequeño de la familia de sus SUV´s, como lo es el X1. Demás está decir que su reconocimiento mundial con la utilización de todas sus versiones en motores de gasolina y diésel, hoy necesitan cubrir una “exigencia” que va más allá de gustos o preferencias, ya que la electrificación demanda incursionar en un camino que no tiene retorno. En esa dirección y con la premisa puesta en ser más eficientes y más ecológicos, BMW prometió a comienzo del 2020 poner en escena esta versión híbrida enchufable en su portfolio, presentando una alternativa acertada y racional tanto en la elección de la planta motriz, como la solución de ubicar un motor eléctrico en su tren posterior, entregando una posibilidad de accionamiento dinámico a las 4 ruedas. De esta manera, se conjugan 2 mundos que hoy deben convivir y sacar el mejor rendimiento tanto en ruta como en el uso diario dentro de las urbes.

Primero deseo comentarles que esta versión parte de la base de la nueva generación del X1, utilizando el conocido motor térmico tricilíndrico de 1.5 litros que utiliza la tecnología BMW TwinPower Turbo con una potencia de 125 CV y un par motor de 220 Nm. Este grupo motor está hermanado a una caja automática Steptronic de 6 marchas que transmiten la energía a las ruedas del tren delantero. Mientras que el motor eléctrico entrega una potencia de 95 CV con un torque de 165 Nm en exclusividad a las ruedas del tren posterior mediante una transmisión de una velocidad, energía que toma de una batería de alto voltaje con una capacidad de 10 Kwh que está ubicada por debajo de los asientos de la segunda fila y que ocupa una pequeña porción de la capacidad del maletero (unos 55 litros de los originales 505 litros). Si bien el peso del conjunto motor-batería es considerable ya que es algo menor a los 200 kilogramos, la buena noticia pasa porque el centro de gravedad del auto se posiciona más bajo y la ubicación posterior del conjunto no afecta en demasía la distribución de pesos. En resumen, el conjunto entrega una potencia máxima de 220 CV con un torque de 385 Nm, permitiéndole acelerar de 0 a 100 km/h en tan sólo 6.9 segundos y alcanzar una velocidad máxima algo superior a los 190 km/h. En cuanto al potencial eléctrico, los datos oficiales auguran una autonomía en modo 100% eléctrico de aproximadamente 57 kilómetros de acuerdo a la medición del ciclo WLTP, dato que termina siendo más que interesante y que se deberá comprobar, resaltando la consideración que normalmente esos valores que se dicen, en la práctica resultan ser algo menores (al menos en un 10%).

Presentado el esquema de esta forma, BMW nos ofrece un vehículo con tracción del tipo integral híbrida, combinando el accionar de ambos motores en forma variable: y es aquí donde la tecnología dice “estoy presente”. Este apartado requiere un poco de atención, ya que estamos hablando de diferentes programas de gestión de la energía que el sistema en conjunto puede entregar. Consideración aparte merece mencionar que lo recién dicho es independiente del funcionamiento de los diferentes modos de conducción que se pueden seleccionar para generar diferentes rendimientos del motor alternativo y la caja: Eco Pro, Confort y Sport. Aclarado esto, paso a comentarles de los diferentes programas de gestión de energía, que va regulando o administrando en función de nuestra selección o deseo. Al ponerse en marcha el vehículo, el programa funciona en modo automático sin requerimiento de alguna acción del conductor, pero mediante el botón que se encuentra en la consola central denominado “eDrive” se puede ajustar la gestión a requerimiento. Por un lado está el modo MAX eDrive que permite mover el auto exclusivamente en modo eléctrico, siempre y cuando la batería tenga la suficiente carga, pudiendo desplazarse a una velocidad máxima de 135 km/h.

En el otro extremo está el programa SAVE BATTERY que tiene como misión ir resguardando la mayor cantidad de carga de la batería apelando a la recuperación de energía como puede ser la frenada o desaceleración: esta modalidad es la apropiada cuando uno está conduciendo en ruta y desea resguardar energía para la circulación en tránsito urbano. Planteados los modos de gestión, recordemos que inicialmente se arranca con el modo AUTO, que va a ir regulando la acción del motor eléctrico y el de combustión interna en función del estilo de manejo que la computadora va a ir registrando. Y si al arrancar en modo eléctrico exigimos en demasía, inmediatamente se encenderá el motor alternativo, para complementar la acción. Dicho esto, por si alguna duda queda al respecto, el mismo sistema va a ir gestionando la recarga de la batería con las diferentes situaciones de desaceleración, frenado o hasta cuando se acelera y se recarga con el motor de combustión; hay que destacar que la capacidad de recuperación de carga no es la misma que en el caso de los híbridos puros, ya que en esta oportunidad la capacidad de la batería es notablemente más grande, necesitando imperiosamente una recarga eléctrica mediante un soporte exterior de algún cargador ambulante o domiciliario.

Para esta ocasión, BMW asegura que para la recarga total de la batería de 10 Kwh necesita un tiempo estimado de 3.8 horas, variando el tiempo en función de la potencia del cargador. Ahora quiero mencionarles 2 detalles que entiendo son importantes: el primero es que al circular en modo eléctrico en tráfico urbano ya sea congestionado o de desarrollo lento y a una velocidad menor a los 30 km/h, el vehículo va generando un sonido audible por los peatones para advertir la circulación y presencia de éste. Y el segundo aspecto relevante, es que BMW ha desarrollado una “resistencia a la rodadura” muy trabajada con neumáticos específicos del tipo Run Flat, efecto que logra al desacelerar cuando va a velocidades considerables como puede ser a 120 km/h, permitiendo no perder tanta velocidad cuando el vehículo se desliza sin tracción. Si bien el peso general del vehículo se ubica alrededor de los 1.820 kilogramos, detalle no menor ya que es casi 200 kilogramos más pesado que su hermano con motor alternativo y tracción a las 4 ruedas, la marca destaca la capacidad de movilidad y agilidad para desenvolverse en tráfico urbano, sobre todo cuando la propulsión es en modo eléctrico.

Después de presentarles este nuevo producto, las preguntas que quedan pendientes son meramente personales, porque entiendo que estarían circunscriptas en la conveniencia o no de la adquisición de una versión híbrida enchufable. Y la pregunta del millón que nos debemos hacer, independientemente del mayor desembolso inicial al momento de la adquisición, es si el uso que nosotros le vamos a dar al vehículo justifica este tipo de inversión. Pero también es cierto que hay algunos aspectos no menores que debemos considerar: primero la toma de conciencia de generar menos polución en el ambiente donde vivimos y nos movemos diariamente; y segundo que el costo operativo de la vida útil del híbrido enchufable es menor y favorece una mejor amortización en el tiempo, teniendo en cuenta que pronto los autos que tienen propulsión con motores gasolineros o diésel en exclusividad, se van a ir depreciando a una velocidad más acentuada. Son preguntas que siempre están presentes y es bueno que las recordemos. A modo de cierre, creo que BMW nos ofrece una opción de compra a la altura de la que nos tiene acostumbrados, con un aporte tecnológico excelente necesario para afrontar el actual desafío de vehículos que ofrecen un camino a la electrificación.

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Alberto Mario Kuchen

Apasionado por los autos. Familiarmente vinculado a este maravilloso mundo y al de las carreras de autos: mi padre que corrió en la década de los años 60 con el seudónimo de Sandokán. Como Ingeniero Mecánico Aeronáutico, la tecnología en pos de la seguridad y la mejora continua, siempre llamó mi atención. Mi compromiso con ustedes para compartir e investigar en todo lo que viene.

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