Para hablar del sistema de referencia, es importante tener una somera idea de los elementos que forman parte de él, y así poder encontrar la razón por la cual se debe tomar ciertos recaudos cuyo objetivo ulterior es la optimización del funcionamiento de la inyección del combustible en la cámara de combustión. De hecho que el resultado final se va a ver reflejado en la disponibilidad de la potencia obtenible dada por el fabricante, y en el mejor aprovechamiento del combustible sin desperdicio por una combustión insuficiente o inadecuada, evitando la mayor polución posible. Si analizamos el diagrama constitutivo del sistema de inyección de combustible, debemos iniciar la presentación aludiendo al reservorio o tanque de almacenamiento y traslado. Luego vienen los conductos que trasladan el fluido, los filtros, la bomba de combustible, la bomba inyectora y los inyectores.
Además podemos mencionar dos aspectos que terminan siendo relevantes para analizar, como lo son el tipo de combustible que usamos con la graduación especificada por el fabricante, y el lugar de reposto del mismo, que termina siendo fundamental. Y hago esta salvedad, ya que debemos tener en cuenta que hay ciertas particularidades que debemos tener presente: primero hay que saber la antigüedad de los tanques de almacenamiento de las estaciones de servicio, ya que cuando son de mucha data es probable que con el tiempo se vaya depositando suciedad en el fondo del mismo. Pero se debe recordar que cuando se vuelve a tanquear el depósito subterráneo de la estación, en el momento que el camión efectiviza la entrega de la carga, se produce un batimiento del combustible que deja en suspensión la suciedad que permanecía en el fondo. Esto genera una contaminación que sin duda se traslada al tanque del vehículo particular.
Como consejo general es sano no repostar en nuestro vehículo mientras se vea un camión proveyendo el suministro a la estación. Y aparte, esperar un tiempo prudencial, ya que eso va a permitir que la suciedad presente en suspensión, decante. Y por otro lado, es importante utilizar estaciones modernizadas, ya que eso nos aseguraría que se recambiaron los tanques subterráneos de provisión. Si bien hay otra consideración, resulta imposible de administrar, ya que involucraría la trazabilidad y limpieza de los tanques de los camiones proveedores del combustible, provenientes de las destilerías, cosa que no podemos controlar. Dicho esto, y que es de gran importancia, debemos imaginarnos en este contexto, las precauciones que debemos asumir para evitarnos algún dolor de cabeza.
Ahora voy a comentar lo que realmente ocurre en el circuito interno de nuestro auto, desde que el combustible proveniente del depósito entra en contacto con la bomba de inyección, tanto del motor gasolinero como el petrolero. Sin olvidar que el combustible llega adecuadamente filtrado a la bomba y posteriormente a los inyectores, con el tiempo se pudo demostrar que con el uso cotidiano del auto se encontraron en ambos elementos pequeños depósitos de partículas y barnices, cuya consecuencia se traduce en una reducción del caudal de combustible, afectando el flujo y la atomización, lo que desemboca en una mala combustión y un exceso en la generación de emisiones de escape, influyendo directamente en el consumo de combustible y en el rendimiento general del motor. Ante esta circunstancia existe un plan de mantenimiento que se lleva a cabo en los talleres de los concesionarios oficiales o en los talleres especializados. Éste consiste en la remoción de los inyectores y se los coloca en una cuba con un desincrustante especial y se los somete a pulsos de ultrasonido. Esto se complementa con un ensayo en un banco que simula el funcionamiento que realiza en el motor, y se lo somete a las presiones de trabajo y se chequea los parámetros que se obtienen después de la limpieza, para cotejar con los provistos por el fabricante. De no alcanzarlos, se los debe reemplazar en su totalidad, ya que se debe considerar el desgaste general de los otros.
Esto se complementa con el reemplazo o limpieza (si son metálicos) de todos los filtros que se encuentran en el circuito de inyección de combustible, desde el tanque hasta el inyector. E incluso se debe realizar el vaciado, remoción y limpieza del tanque de combustible. Este procedimiento permite asegurar un excelente funcionamiento del sistema en su totalidad, resguardando la vida útil en su conjunto.
Si la pregunta es “cada cuánto hay que realizar este servicio”, la respuesta la encontramos en el plan de mantenimiento del fabricante. Y si nuestro vehículo ya tiene sus años, debemos prestar atención a los distintos síntomas que se presentan en el uso diario: desde una respuesta menos contundente, pasando por un aumento en el nivel de consumo de combustible, hasta la presencia de humo negro (combustible sin quemar) en el caño de escape.
Si hacemos una pequeña reseña de lo comentado, podemos darnos cuenta que siempre está en el tapete de discusión, las acciones que podemos tomar preventivamente y correctivamente con el objeto de mantener en el tiempo la “buena salud” de nuestro auto. Sin duda esto va a redundar en un mejor usufructo, para que podamos disfrutarlo y utilizarlo con seguridad.
