Para saber interpretar qué es lo que viene, no hay nada mejor que prestar atención a las decisiones que son estratégicas de los grandes grupos fabricantes de automóviles. Si bien la realidad está imponiendo políticas internas en cuanto a desarrollos de determinados modelos demandados por el público consumidor, hay consenso general en orientar el futuro a un mundo más ecológico, si se lo puede llamar de esa manera. Y la empresa japonesa TOYOTA comenzó a dar desde hace un tiempo muestras de su preocupación. Éstas se ven reflejadas desde hace mucho tiempo con desarrollos constantes y evolución en modelos con el uso de la energía híbrida, apuntando a lo totalmente eléctrico.
Pero tampoco debemos escapar a la realidad que pese a los esfuerzos por implementar estas tecnologías “limpias”, hay algunas tareas a cubrir que por las características de las mismas, necesitan cierto comportamiento del vehículo que son los responsables de ejecutarlas: específicamente son aquellas en las que se requiere de mucho torque para el desplazamiento inicial y en la evolución del movimiento. Como se darán cuenta, me estoy refiriendo a los vehículos que son utilizados con mucha carga y para el traslado de carga. Específicamente, la empresa Toyota aclaró que seguirá proveyendo de motores diesel a todos los modelos involucrados para este fin, considerando a los SUV de mayor tamaño como las Land Cruiser, a la pickup Hilux y los modelos tipo Van como la Proace. De hecho que sin mencionarlos, los modelos utilitarios Hino se encontrarían en la misma situación.
La justificación se centra de acuerdo al mercado regional en la que se ofrece la unidad, pero básicamente ocurre que cuando se los carga se necesita de mucho torque para romper la inercia, y esto se logra gracias a la virtud de los motores diesel con turbo que erogan una impresionante cupla de fuerza. Por supuesto que se puede lograr con el uso de motores de gasolina, pero para equiparar esa bondad, se debe elevar mucho los valores de cilindrada para emparejar este requerimiento. Y es lógico afirmar que esta situación implica un mayor gasto de gasolina y por supuesto una mayor polución. En resumidas cuentas, esta alternativa diesel para estas tareas representa un mejor funcionamiento y eficiencia que las que puede entregar los de gasolina. Por otro lado, sí va cumplir con la promesa de la hidrificación de sus vehículos del tipo turismo, utilizando la conocida tecnología híbrida pero con el concepto de auto-recargable acompañada de un motor de combustión interna a gasolina, a partir del próximo año. Acá encontramos al Yaris, Auris, Prius, C-HR, RAV-4 y al próximo y nuevo Corolla, que se despedirán de la alternativa diesel. Este desafío pone de manifiesto el compromiso de la marca Toyota para con el medio ambiente.