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Sistema semi-híbrido de Mazda.
La empresa nipona Mazda presenta en el mercado su propia evolución en cuanto a la tecnología híbrida que nutre su sofisticado rendimiento de sus plantas motrices de combustión interna, con el aporte necesario para optimizar y bajar el consumo real mediante un sistema híbrido que lo consideran “ligero”.
Llegó el momento de presentar el sistema combinado o híbrido, que con mucha expectativa hoy nos llega a nosotros con un fundamento que pasa por la optimización en el consumo de combustibles fósiles y una menor polución. En esta oportunidad Mazda nos está ofreciendo una opción denominada Mazda M Hybrid, también llamado sistema semi-híbrido (MHEV) de 24 voltios, que inicialmente hace pié en dos vehículos que tienen un posicionamiento muy específico en el mercado actual, y que son el Mazda 3 de nueva generación y el nuevo CX-30: este último presente en pocos mercados. Esencialmente consta de un motor alternativo de gasolina Skyactiv que va hermanado con un motor eléctrico llamado ISG (generador reversible integrado) que está vinculado mediante una correa. Éste cumple la doble función de motor y generador. Por un lado en función de motor asiste al de combustión interna aportando lo suyo tanto en la tracción, como cuando con el sistema start/stop (llamado i-Stop por Mazda) ayuda a arrancar en forma más silenciosa. Pero en definitiva, se obtienen registros de consumos menores. El sistema M Hybrid de Mazda permite tener apagado el motor alternativo por más tiempo, lo que lógicamente apunta a menores consumos.
Cuando funciona como generador, convierte la energía cinética que se recupera cuando el auto frena y la almacena en una batería de 24 Voltios. También tiene un transformador de corriente continua que adapta la tensión al valor necesario y requerido para alimentar a todos los componentes eléctricos que forman parte de los distintos sistemas del automóvil. La batería de 24 voltios de iones de litio se encuentra ubicada en un lugar estratégico del auto, más específicamente en los bajos del piso, optimizando los espacios utilizables y la distribución del peso para un mejor desempeño en lo dinámico. Por supuesto que su ubicación fue estratégicamente pensado, ya que en el caso de alguna colisión no perjudica la seguridad de ningún integrante de la tripulación. Un aporte sustancial en este sistema desarrollado por Mazda, es que más allá de la reducción del consumo de combustible, hace más ágil y fácil la conducción debido a que cuando se produce el arranque, la aceleración o la detención del auto, vamos a poder tener una transición en los cambios que se traducen en movimientos que van a ser menos perceptibles y más ágiles. Esto se da porque al par motor natural del motor de combustión interna, cuando el motor eléctrico aporta lo suyo, el sistema semi-híbrido en sí facilita la misma aceleración que genera el motor alternativo pero con menor energía a consumir: es decir, un menor consumo.
En pocas líneas queda aclarado cómo funciona este sistema semi-híbrido desarrollado por Mazda, que si bien tiene algunas particularidades que lo diferencian de los que entregan otras marcas, tiene un comportamiento eficiente que logra acotar significativamente el consumo de combustible y genera una menor polución ambiental, que es el objetivo ulterior hacia donde se debe apuntar.