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Está próxima la presentación de la cuarta generación del Audi A3 Sportback.
Ya totalmente definidas las líneas que son las definitivas de la cuarta generación del exitoso Audi A3 Sportback, ya se lo empezó a ver por las carreteras circulando con camuflado muy particular, realizando los ajustes finales antes de ser presentado oficialmente en el Salón del Automóvil de Ginebra este 2.020.
Si bién no se aprecian cambios muy radicales, como así tampoco podemos apreciar detalles muy sobresalientes, Audi nos adelanta que será un vehículo muy tecnológico, sobre todo en lo concerniente a la asistencia a la conducción, desde las versiones de entrada de gama. Por supuesto, que el límite superior se encontrará en su versión S3. Desde la marca aseguran que el esfuerzo está centrado en puntos muy importantes, como lo son el confort de los tripulantes, deportividad y una entrega de ayudas y asistencias para poder disfrutar de un excelente desempeño dinámico. Dicho de otra forma, la apuesta es fuerte para mejorar en lo que ya es fuerte este vehículo. Si bien no contamos con la información tan preciada como lo es respecto a sus plantas motrices, entendemos que vamos a poder contar con la diversidad que ofrecen sus primos del grupo: los recientemente presentados Seat León, Volkswagen Golf 8 y el modelo Sköda Octavia, quienes utilizan la misma plataforma modular MQB Evo que ha desarrollado el Grupo Volkswagen. Dentro de las posibles opciones, encontraremos los ya conocidos TSI y TDI, con alguna versión Mild-Hybrid que apoya a algún motor TSI y seguramente el ya desarrollado y utilizado sistema Híbrido enchufable. Por ahora no tenemos ni información ni fotos de su habitáculo, asi que debemos tener un poco de paciencia, ya que en un poco más de un mes vamos a poder saber cuánto esmero han volcado los alemanes en este rubro.
De lo que sí estamos seguros, es que la versión deportiva A3 Sportback S3 va a contar con la conocida y destacada tracción quattro, que con la incorporación de la suspensión adaptativa y la dirección del tipo progresiva, va a poder brindar al conductor del placer de una conducción totalmente deportiva y agresiva, asegurando el “control” del vehículo en esas situaciones que denominamos difíciles en el alto rendimiento dinámico. La tracción quattro adopta un embrague del tipo electrohidráulico multidisco, que está gestionado por un software cuya puesta a punto permite una adecuada distribución del par motor entre ambos ejes de tracción, permitiendo adecuar en forma variable y lo más eficiente posible la asignación de la potencia a requerimiento de la situación. Por supuesto que dependiendo del tipo de exigencia o conducción, el desempeño de la distribución variará consecuentemente. Por lo tanto, en una conducción normal la asignación de par estará orientada hacia el tren delantero, mientras que a medida que la adherencia al piso se vea comprometida o el arranque sea contundente, la distribución será más equitativa para que todas las ruedas tengan la posibilidad de traccionar. Respecto a la ubicación de este diferencial, Audi asegura que está pensada para lograr una mejor distribución y reparto de pesos, por tal motivo está justo por delante del diferencial trasero. Demás está decir que también realiza un aporte sorprendente el control dinámico de estabilidad, que junto a la tracción quattro le permite un desenvolvimiento asombroso en la toma de curvas a altas velocidades. Antes mencioné a la dirección progresiva electromecánica: ésta cuenta con una cremallera de dentado especial, que permite una desmultiplicación menor. El resultado es una acción más directa que favorece el uso cotidiano en manejos citadinos y un aporte en las maniobras necesarias de aparcamiento, como así también un mejor desempeño en la circulación de rutas, ya que permite que el auto se comporte en forma estable cuando vamos a altas velocidades. Ya les comenté acerca de la tracción y de la dirección. Ahora le toca el turno al aporte de la suspensión adaptativa, cuya tarea básica es la de ablandar o endurecer la performance de los amortiguadores en función de la demanda del conductor: deportividad o confort. Esta tarea es determinada por el conductor al operar el selector Audi Drive Select, escogiendo una de las 3 opciones de manejo: Comfort, Auto y Dynamic. Además, esta regulación se efectúa electrónicamente y de forma automática, dependiendo de la exigencia del conductor y del trazado de la ruta, necesitando para tal fin sólo unos pocos milisegundos: entenderán que es una demanda de tiempo “imperceptible”. Quiere decir, que la adaptabilidad de rendimiento de la suspensión se logra por opción del conductor, o por el estilo que está desarrollando el conductor. Sin dudas, es otro gran aporte para el desempeño dinámico. Regresando a los 3 modos de conducción y en función de la versión con que se cuente, al seleccionar uno de ellos la gestión electrónica modifica la respuesta del acelerador, la asistencia a la dirección, la respuesta de la caja de velocidades S-tronic, la respuesta en la tracción quattro y por supuesto la variación en la respuesta de la suspensión adaptativa. Este combo de funciones interrelacionadas, permite tener un desempeño destacado. En cuanto a los aportes de sistemas de ayuda a la conducción, dependiendo de la versión, podremos encontrar el control de velocidad crucero adaptativo, con las funciones que se desprenden de esa modalidad: frenado de emergencia automático en ciudad, asistente de estacionamiento, punto ciego, tráfico cruzado, entre otros. Lo mismo ocurrirá con la instrumentación digital y la necesaria conectividad.
Como podemos ver, esta cuarta generación promete un salto significativo en lo tecnológico, redundando en un mejor desempeño general. Veremos cuánto nos sorprende cuando esté entre nosotros. Mientras tanto esperemos con paciencia.