El nuevo Volkswagen GTI presume ser deportivo y tecnológico.

Sobre la base de la última generación del GOLF, Volkswagen decidió innovar en muchas cosas menos en apariencia. Lo cierto es que siempre surge el cuestionamiento acerca de que si hay algo que funciona muy bién y gusta, para qué se va a cambiar. Y por supuesto, siempre queda esa duda de por qué no ofrecer un cambio un poco más radical. Pero en honor a la verdad, los gustos y demandas del público, son factores determinantes a la hora de tomar la decisión que orienta y tuerce el brazo de aquellos que proyectan algo bastante distinto. Ante esta situación, va a primar lo conservador. Si bien esto puede ser aplicado en cuanto al aspecto estético, de ninguna manera se va a aceptar esa tendencia en lo concerniente a lo tecnológico. Y por cierto que este aspecto es tan importante, que a nadie se le ocurre no incorporar lo último desarrollado por la marca, y así ir de la mano de la evolución cada vez más vertiginosa. Por otro lado, no van a aceptar nada que obstaculice la deportividad, ya que éste es el talón de Aquiles de este producto. Pasando a los datos técnicos tengo mucho para aportarles.

Empecemos. Bajo el capot encontraremos al conocido motor de cuatro cilindros de 2.0 litros de cilindrada (el TSI) con una potencia de 245 CV y un torque de 370 Nm. Contará con transmisión delantera y podrá disponer de las conocidas cajas de cambio manual de 6 marchas o la automática DSG de doble embrague de 7 marchas; esta opción tendrá la conexión del tipo by-wire entre la palanca de cambios que es de un tamaño reducido y la caja de velocidades. Seguramente hay 2 datos que para ustedes son de importancia para esta versión: la velocidad máxima que alcanza es de 250 km/h, y la aceleración, no la disponemos ya que lamentablemente no la dan dado a conocer. Respecto a la transmisión de la potencia a las ruedas delanteras, cuenta con un diferencial autoblocante denominado “VAQ” que está controlado electrónicamente, y cuyo funcionamiento es similar al de un diferencial Haldex: cuenta con un embrague multidisco que permite ir entregando la cantidad del par motor (cupla) de acuerdo a la necesidad impuesta por el conductor. También se trabajó en el sistema de dirección progresiva ajustando el software para mejorar precisamente en los momentos de mayor demanda, como es el caso de abordar curvas a altas velocidades con el consiguiente sometimiento de esfuerzos mayores. Si lo analizamos desde un punto de vista dinámico, la mejora de rendimiento estuvo dirigida para contrarrestar ese efecto de sub-virancia que naturalmente tienen los vehículos con tracción delantera, haciendo hincapié en la optimización de desempeño durante la conducción deportiva. Pero para el análisis integral como “paquete” de ejecución deportiva, se debió calibrar la suspensión adaptativa denominada DCC para ajustar la respuesta de los amortiguadores en una fracción de segundo. Los frenos también se adaptaron para una respuesta más rápida y efectiva, entregando una mayor potencia a la hora de actuar. Respecto a la gestión del control de estabilidad (ESC), nos ofrece 3 alternativas: cuando está activado controla hasta el mínimo desplazamiento; la opción intermedia es llamada Sport y es más permisiva; y por último la opción de desconectado, donde las ayudas son liberadas por completo y el conductor se debe hacer cargo de la situación, salvo en aquellos momentos donde el software del auto detecta registros excesivos y automáticamente los vuelve a accionar: todo está preparado para brindar tranquilidad y con la seguridad de poder pasar “sustos”. En cuanto a los modos de conducción se cuenta con el llamado “Individual”, que permite seleccionar el ajuste de la suspensión, el diferencial autoblocante delantero, la respuesta del freno y la gestión en la aceleración. Es decir, a gusto del conductor como lo indica la denominación.

Pasando ahora a lo estético, encontramos algunas pequeñas diferencias distintivas con el Golf presentado recientemente. Es estilizado y está dotado con mejoras aerodinámicas tales como cambios en los espejos retrovisores, en los paragolpes y cuenta con otro alerón superior trasero, que permiten obtener un coeficiente de resistencia al avance de 0,275. Muy bueno. Y referente a detalles visuales, en su frente vamos a encontrar un paragolpes más abultado y ligeramente redondeado y abultado; más abajo una enorme parrilla inferior con trama de panel de abeja que funciona como entrada de aire y abarca una superficie que hace tope en sus extremos laterales, donde están ubicados los faros neblineros. En casi todo su perímetro resalta un ribete delgado de color gris mate formando una gran “U”, y en sus extremos superiores hay un giro hacia el centro de la trompa; a este detalle lo vamos a encontrar en todo el recorrido inferior de la carrocería y pasarruedas, dándole un carácter personal a este deportivo. El resto comparte con sus hermanos, salvo el agregado de la delgada línea roja ubicada en la parte superior de la delgada parrilla superior y el logo GTI en un extremo, característicos de los GTI.

Lateralmente veremos el logo de GTI en una placa ubicada en la parte superior del guardabarros delantero, justo en la línea que une la terminación de la óptica delantera con las manillas de apertura de las puertas. Los neumáticos pueden pedirse con 17 o hasta 19 pulgadas. Ya en su parte posterior, encontramos el gran alerón superior, un nuevo y específico difusor de aire inferior, y 2 salidas de escapes cromadas, que ameritan su presencia.

Ahora sólo me falta comentarles del habitáculo. Y sin dudas vamos a encontrar todos esos detalles que lo distinguen de las versiones convencionales: volante deportivo con 3 rayos revestido en cuero con el resalte de la zona de agarre y un detalle en rojo y su logo en el rayo bajo central; el accionamiento de las funciones es táctil. Las butacas son deportivas y su tapizado es en tela a cuadros de color negro y gris, con pespuntes en rojo contrastando y resaltando el ambiente. También vamos a ver un tipo de iluminación ambiental que es específica de este GTI, junto a detalles en rojo que resaltan su identidad. En cuanto a la tecnología, su tablero de instrumentación es digital de 10.2 pulgadas denominado Digital Cockpit, dominado por 3 esferas digitales donde predomina el rojo; está ladeado por una pantalla central digital que puede ser de 8.25 o de 10 pulgadas en opción. Su conectividad está vinculada con el sistema “We Connect” y “We Connect Plus”, que le facilita contenidos digitales y radio streaming. También dispone del sistema Car2X que lo vincula y enlaza con otros vehículos. Como vemos, el salto tecnológico es considerable. Sólo me resta mencionar lo que encontramos en el apartado seguridad: por supuesto que no hace falta recordar su capacidad “pasiva” arriba mencionada, pero referente a la “activa”, debo citar los sistemas que hacen más seguro el desarrollo de la conducción: mantenimiento de carril (Lane Assist), frenada de emergencia (Front Assist) y aparcamiento autónomo (Park Assist). Lamentablemente no viene de serie el control de velocidad crucero adaptativo, aunque abonando aparte se puede contar con él. Desde mi punto de vista, hoy pasa a ser casi indispensable contar con esa disponibilidad, no sólo por la comodidad que puede entregar, sino sobre todo por la seguridad que representa. Ésta debe estar siempre por encima del confort y la practicidad.

Finalizando la nota, puedo resumir que este deportivo es un vehículo que sin dudas promete mejoras sustanciales en lo referente a cualidades dinámicas, actualizado tecnológicamente de acuerdo a las demandas actuales, y goza de la versatilidad de poder usarlo diariamente tanto en las actividades normales como en aquellas situaciones que requieren los amantes de exigencias más extremas.