El Audi Q2 busca afianzarse fuertemente en el segmento más disputado de los Suv´s premium compactos al recibir un refresh.

Audi hace gala de su portfolio de SUV´s con las últimas y recientes presentaciones, pero apuesta fuertemente a este nuevo Q2 que es el más pequeño, más accesible y el que se lleva el galardón de conseguir una gran cantidad de ventas. Lejos de pensar que los logros permiten a las empresas quedarse “dormidos” y festejar sus “victorias”, los obliga a estar muy atentos y en constante actitud de mejorar. Por supuesto que el esfuerzo se debe centrar en mantener vigente su apariencia estética, pero eso sólo es una parte, ya que lo más importante está sustentado por la actualización tecnológica que involucra mejor conectividad y mayor asistencia a la conducción, reforzando fuertemente la seguridad vial. Si analizamos al tipo de cliente que está apuntando este tipo de SUV, seguramente los clientes con promedio de edad más bajo y de buen acceso económico son los más probables. Pero independientemente de este comentario, la edad no es barrera para disfrutar de un buen producto, y más si se tiene la posibilidad de acceder a tenerlo.

Entrando en tema, es justo decir que estéticamente se lo aprecia más agresivo, faceta de evolución constante de la marca de los 4 aros. Empezando el periplo para detallar las innovaciones, su frente presenta una parrilla Single Frame que ha sido rediseñada y ubicada un poco más bajo; cuenta con unas ópticas nuevas que tienen tecnología LED de serie con opción de incorporar la tecnología Matrix LED; más abajo está la parrilla delgada y alargada a la vez, separada de la superior por una delgada línea de plástico pintada en plata satinada, que continúa hacia los extremos para enmarcar las generosas “falsas” entradas de aire.

En su lateral los cambios no se aprecian, y están centrados en nuevos diseños de aros que pueden llegar a ser de hasta 18 pulgadas. Mientras que en su zaga encontramos un rediseño de sus ópticas con tecnología LED y con efecto tridimensional, pasando por un rediseño de su paragolpes junto a un nuevo difusor inferior. Como es una actualización, las cotas de base no se modifican en general salvo su longitud que crece 1.7 centímetros al modificar los paragolpes, quedando en 4.21 metros de largo, 1.79 de ancho y 1.56 de alto. En consecuencia, su habitabilidad no sufre alteraciones porque mantiene entre otras cosas, su distancia entre ejes.

Pasando al habitáculo, lo primero con lo que nos encontramos es con esa percepción de calidad y en el acabado general, muy propio de la marca, pese a que se utilizan muchos plásticos duros. Lo más significativo con lo que nos encontramos, es la incorporación de una nueva palanca de cambios, así como algunas inserciones que fueron ubicadas en el tablero general: por el resto, prácticamente son imperceptibles los detalles de cambios. Pero los cambios más importantes los vamos a encontrar en los temas vinculados con la conectividad y las incorporaciones tecnológicas. Con respecto al puesto de conducción, encontramos un volante de 3 rayos, sin el característico aplanado de la parte baja. El tablero del conductor tiene el conocido Audi Virtual Cockpit de 12.3 pulgadas que puede ser configurable. En el centro del tablero y de forma no integrada, está la pantalla de 7 u 8.3 pulgadas que no es del tipo táctil, con una leve orientación hacia el conductor: a través de ella se maneja el sistema MMI plus para operar todas las funciones de infoentretenimiento. El manejo de la pantalla es mediante teclas y una rueda característica que emplea Audi en sus modelos, pero ubicada por detrás de la palanca de cambios. La climatización es manejada a través de 3 perillas manuales, haciendo la salvedad que dependiendo del gusto personal de cada uno, termina siendo eficiente a la hora de la operación.

En cuanto al confort de marcha, es un aspecto a destacar ya que la suspensión está reglada para lograr ese objetivo; el espacio para las piernas en la segunda fila de asientos, queda un poco justo dependiendo de la altura del pasajero, pero con relación al espacio entre el techo y la cabeza no encontrará dificultades. Es destacada la insonorización, salvo la rumorosidad que entra por la rodadura de los neumáticos. Pasando al aspecto tecnológico, cuesta a veces aceptar que a esta altura de los acontecimientos, no venga de serie ni Android Auto ni Apple CarPlay, debiendo abonar como opcional algo casi indispensable. Pero dentro de las ayudas y asistencias a la conducción encontramos el regulador de velocidad Tempomat, sensores de estacionamiento trasero, sistema Audi Pre Sense Front y asistente de arranque en pendiente. Ahora bien, en opción podemos requerir el control de crucero adaptativo, el Audi Pre Sense Trasero, asistente de tráfico cruzado, Audi Park Assist y avisador de salida involuntaria del carril.

En cuanto a las plantas motrices, dispone de 2 motores del tipo diésel y 3 del tipo gasolinero, contando con el nuevo cuatro cilindros de 1.5 litros turboalimentado con 150 CV de potencia, con sistema que permite la desconexión de cilindros para situaciones con baja demanda y con habilitación a la norma Euro 6, considerado como el más equilibrado de la oferta. Va hermanado con la caja automática de doble embrague Stronic de 7 marchas. Por el momento no va a ofrecer ninguna alternativa con electrificación. Para el primer semestre del 2021, se podrá comprar la versión SQ2 con el picante motor de 4 cilindros TFSI de 2.0 litros turboalimentado con unos fantásticos 300 CV y un torque de 400 Nm. Presentado este nuevo modelo, se espera que Audi logre mantener las expectativas necesarias para la dura pelea que le espera en este competitivo segmento de los B-SUV´s premium, sabiendo de antemano que el equipamiento de dotación quizás deberá ser engrosado por innumerables opcionales, característica muy común en estos vehículos. Por otro lado y para tener en cuenta, la definición del equipamiento siempre variará en función de la región donde se lo comercialice, sucediendo lo mismo con el abanico de motores.