NoticiasPortada
Presentación al gobierno nacional de una propuesta para estimular la electromovilidad en Perú.
El día 29 de Abril del corriente la Asociación Automotriz del Perú (AAP) llevó a cabo una conferencia vía zoom para presentar una propuesta cuyo objetivo central es acercarle al Gobierno Nacional un Plan concreto elaborado por integrantes que están directamente vinculados con la problemática en cuestión, para ser analizado y adaptado a las posibilidades reales de poder llevar a la práctica una serie de medidas que son estratégicas para alcanzar una adecuada electro-movilidad en el Perú.
La presentación del proyecto estuvo a cargo del Presidente de la AAP, Sr. Karsten Kunckel, quién fue acompañado por dos integrantes del gabinete de gobierno nacional, quienes expusieron apreciaciones de cada cartera a la que representan; también participó un representante de la empresa Toyota quién explicó brevemente la estrategia y participación de la marca en el mercado con tecnología electrificada, y con la participación especial del Sr. Marco Palomino quién realizó la exposición y explicaciones pertinente. El proyecto fue presentado de forma estructurada y en etapas, donde inicialmente se expuso el reconocimiento de la situación actual por la que atraviesa la urbe con las falencias específicas ligadas a la movilidad en general, con las consecuencias lógicas que van degradando el eco-ambiente. De hecho, planteó la necesidad de realizar un cambio estratégico donde deben interactuar todas las áreas afectadas. Esto pone de manifiesto que se debe encarar un plan integral encabezado y aprobado por el Gobierno Nacional, haciendo participar tanto al ámbito público como al privado, con el fin de armonizar tareas y alcanzar el óptimo resultado deseado. Con esa mirada, el Sr. Palomino expuso una hoja de ruta de tareas que darían comienzo en el presente ciclo con una mirada al 2030. A continuación, voy a enumerar brevemente la sugerencia de pasos escalonados que se deberían implementar. En una primera instancia se debe establecer el marco regulatorio de todas las condiciones habilitantes, iniciando por la aprobación del presente Plan, la reglamentación de la infraestructura de carga y el abastecimiento de energía eléctrica; la interoperabilidad entre las estaciones de carga, la homologación vehicular, la reglamentación de ITV y mantenimiento, la futura disposición de materiales peligrosos, la promoción de proyectos piloto de flotas electrificadas, sensibilizar (concientizar) a la población y hasta conformar un Fondo Nacional de Electromovilidad.
En otro apartado fundamenta que se requiere promover la adquisición y el uso de vehículos eléctricos e híbridos por parte de la población en general, mediante la aplicación de la reducción o quita temporal de impuestos tanto en la adquisición como en los impuestos anuales; promover un impuesto a los combustibles, con una diferenciación de incrementos de porcentajes que no serían “agresivos” en función de la generación de CO2 del vehículo que normalmente está circulando y utilizando combustibles fósiles; rever el pago de peajes en rutas y estacionamientos; redefinir tarifas eléctricas tanto domiciliarias como de recarga pública, y adecuar el seguro obligatorio (SOAT) y las tarifas de revisión vehicular en forma diferenciada; se deberá realizar un etiquetado diferenciando el tipo de vehículo y permitir la libre circulación diaria sin restricciones de los autos electrificados. Se deberá promover la venta de vehículos electrificados en general a flotas, en especial a las empresas de servicio público, extendiendo las concesiones de uso y facilidades de créditos en la adquisición. Se deberá promover los diferentes sistemas de carga pública, destinando inversiones para la infraestructura y normar la instalación de plantas de carga en estacionamientos. Para terminar con los objetivos centrales, se deberá promover el desarrollo de la industria y de los servicios conexos. Posteriormente expuso sobre la sostenibilidad de las medidas que son propuestas para ejecutar semejante plan, destacando datos sustanciales con proyecciones que reflejan una disminución de generación de CO2 y un menor impacto ambiental. Justificó una mayor recaudación fiscal en el tiempo dada la compensación llevada a cabo por el impuesto a los combustibles por la relación directa de generación de CO2, monto que podría ir destinado al Fondo Nacional de Electromovilidad. También dejó claro que la ejecución del Plan se puede llevar a cabo sin dificultades, ya que tanto la generación de energía como la potencia necesarias, cuentan con una amplia disponibilidad en el Perú para hacer frente a la futura demanda. En líneas generales, éste es el Plan que fue presentado como una propuesta muy detallada y con las consideraciones necesarias para que sea sustentable y viable en el período calendario de unos 9 años, poniendo de manifiesto una mirada estratégica.
A modo de resumen, en su parte final presentó una serie de conclusiones fruto del planteamiento realizado. Entre ellas hace mención que la Electromovilidad termina siendo una muy buena alternativa para la problemática general planteada, reduciendo drásticamente en el tiempo la generación del componente tóxico para la salud como lo es el CO2, pero que todo esto no es viable sin la intervención en forma efectiva del estado nacional como quedó demostrado en los distintos países en los cuales se la ha ido implementando. También es cierto que es necesaria la incorporación de incentivos impositivos en todas sus formas para seducir al público en general y de esa manera revertir la actual situación con un cambio de actitud de respeto al medio ambiente, sin olvidar de la necesidad de hacer “docencia” con la información que se le debe suministrar. También es cierto que se debe generar la infraestructura acorde y necesaria para la implementación del Plan, elemento que termina siendo vital a la hora de “convencer” al público en general del cambio que se debe hacer, asegurándole que va a contar con las herramientas y soportes necesarios para hacer frente a su demanda energética. Otro tema sensible es la modificación de la tarifa eléctrica y la segmentación de precios de acuerdo a la banda horaria de utilización, sobre todo la nocturna. Es importante apuntalar la Electromovilidad en el transporte público, hecho que impactaría seriamente y en forma beneficiosa la calidad de vida diaria; por otro lado, es sabido estadísticamente que al inicio de este proceso es importante el incentivo a la adquisición de los vehículos híbridos del público en general para luego volcarse a los que necesitan una infraestructura como soporte de recarga. El último tema que es importante y del cual es parte de la estrategia para entender de la necesidad de este cambio cultural, es el de ir implementando en forma progresiva (aunque no agresiva) el impuesto a los combustibles para aquellos que motores que por su condición generan más CO2 en su funcionamiento. Bueno, hasta aquí he tratado de sintetizar esta ambiciosa pero detallada propuesta que podría cambiar gran parte de nuestra calidad de vida. Seguramente para estos cambios se van a presentar muchas resistencias para su implementación y adecuación a nuestras necesidades, pero lo que sí debemos entender es que sólo con mirar lo que viene sucediendo desde hace un tiempo en las regiones más industrializadas, y sobre todo en los grandes centros de producción de vehículos, los tiempos corren muy a prisa en esa dirección de la Electromovilidad, y si bien la mayor incidencia es por exigencias impuestas por los gobiernos nacionales, la industria automotriz recogió el guante y tomó ese rumbo.