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Un nuevo B-Suv eléctrico de Volkswagen: El ID.LIFE.
El Salón de Munich ha servido de antesala de nuevos productos que están por llegar al mercado, pero a su vez sirvió para dejar claro que el sendero a la electrificación se está transitando a paso firme. En particular, la marca Volkswagen nos ha anticipado un futuro modelo presentado como proyecto denominado ID.Life.
Este nuevo modelo quiere sintetizar en líneas generales el lenguaje de lo que está por venir. Tampoco estamos ajenos de la mirada que tienen las marcas respecto al futuro de los vehículos modernos, que serán eléctricos al 100%, donde la tecnología, la modernidad y la versatilidad de sus productos será esencial. Conceptualmente, tanto la mirada de líneas en su exterior, como la funcionalidad de su habitáculo, está cambiando totalmente. De hecho, la mirada futurista de sus diseños, ya transportan nuestra imaginación a la concreción de algo a lo que no estamos acostumbrados. Los lápices están mostrando una realidad de estilos muy diferentes, sofisticados y hasta simplistas, donde la estadía en ellos será placentera, no solo con el aporte de mucho confort, sino también con la incorporación de tecnología lo suficientemente acorde con la locomoción asistida. La industria automotriz está evolucionando rápido y cambiando hacia productos que hasta hace poco no los considerábamos como factibles o viables. Pero están a la vuelta de la esquina. En fin, creo que ya no tenemos más excusas para aceptar lo que está aconteciendo y “creciendo” a la vez. En particular, y refiriéndome a este nuevo prototipo de Volkswagen, con el solo hecho de mencionar la palabra ID, debemos ubicamos en la “familia” de vehículos eléctricos que la firma denominó como aquellos autos que han nacido y han sido diseñados de origen para tal fin. Este ID.Life es un B-SUV que estrenaría una adaptación de la plataforma MEB, cuyas dimensiones estarían en el orden de las del T-Cross. Pero presentaría algunas características técnicas diferenciadoras de las de sus hermanos más grandes, ya que entre otras cosas, dejaría la tracción al eje trasero para adoptar la delantera.
En cuanto al tipo de diseño, la marca optó por este tipo ya que la preferencia actual está volcada en su gran mayoría a la de los Crossover y SUV: es decir, vehículos que gozan de un despeje mayor del suelo y una posición de manejo ciertamente más elevada, postergando la elección hacia los hatchs por una cuestión de practicidad, modularidad, comodidad y también por “moda”. Pero independientemente de las razones, el estilo de diseño nos recuerda un estilo un poco retro, donde predominan las líneas duras y rectas, generando volúmenes bastante cuadrados, generando a simple vista una imagen de robustez. Al mostrar unos pasarruedas grandes, con ruedas de gran diámetro expresadas en pulgadas con perfil bajo, inmediatamente asociamos un estilo común que la marca ha adoptado para su familia ID. A modo de comentario personal, me recuerda en cierta forma el estilo del pequeño compacto eléctrico de Honda. Dentro de las muchas características que podemos ir resaltando en cuanto al diseño, debemos recalcar que muchos de los materiales que se van a emplear en su construcción, van a ser producto de elementos reciclados. Retomando las ideas surgidas del diseño exterior, adopta soluciones muy modernas pero simples a la vez: la parte frontal presenta una superficie rectangular donde incorpora las ópticas, una parrilla totalmente cerrada y el gran logo central iluminado; en la parte superior de ésta, colocaron una línea luminosa en LED que delimita dicha área, y junto al contorno de las ópticas, ofrece una “mirada” muy particular. En cuanto a su zaga, con el mismo estilo que encontramos en el frontal, replica con la misma presentación de las ópticas traseras, la línea superior en led y el gran logo central, pero todo iluminado en color rojo, contrastando con el frente. Dentro de las particularidades más destacadas que encontramos en su carrocería, apreciamos que tanto el techo como el capot tienen un color negro que resulta muy diferenciador y contrastante con el color de la pintura general del vehículo. Y sumado a eso, ambas superficies están construidas con material en base a PET de botellas recicladas. Pero el techo incorpora otra particularidad: se puede desmontar, lo que lo convierte en un móvil descapotable. Sin embargo no todo termina aquí, ya que si tocamos el tema del acabado de la pintura de la carrocería, éste cuenta con un barniz transparente de virutas de madera junto con un endurecedor de base natural: sin dudas todo está pensado en un sentido con fundamento ecológico.
Pasando al habitáculo, el nivel de minimalismo es tal que parece hasta austero en absoluto. Pero está claro que lo que suponemos que debe tener, está realmente oculto. Empecemos. Frente al conductor se ubica un volante que tiene la forma arrojada de los antiguos mandos de aviones, sin contar con la parte superior del mismo. A su vez, en el centro de éste se encuentra montada una pantalla táctil que avanza sobre los 2 brazos laterales del volante, donde se comandan varias funciones del auto. Más al centro, y sobre el tablero general que presenta 2 niveles, se puede fijar un soporte para colocar el smartphone que se vincula funcionalmente con el sistema multimedia. Con esta funcionalidad, se verán proyectadas en el nivel inferior del tablero, que está presentado como un voladizo general, varios gráficos que se presentarán en forma iluminada.
Por encima del volante de dirección, se encuentra un gran hueco que seguramente justifica la posibilidad de contar con un head up display de última generación que proyecta información sobre el parabrisas. Anticiparon que contará con un sistema de conducción autónoma, y en esa oportunidad de conducción, se podrá desplegar una pantalla de grandes dimensiones donde se podrá ver películas. Para adecuar el ambiente a esta situación, se podrán rebatir los respaldos de las butacas delanteras, dando lugar a un gran ambiente al ubicarse los pasajeros en los asientos traseros, para sentirse como en casa. Respecto a los materiales que encontramos en el interior, predominan materiales reciclados y telas ecológicas.
En cuanto a la locomoción, este B-SUV adopta la arquitectura de tracción al eje delantero, con un motor eléctrico que entrega 234 CV, alimentado con una batería de iones de litio de 57 Kwh de capacidad. Los datos preliminares arrojan una autonomía (a comprobar) de alrededor de 400 kilómetros, según el ciclo de medición WLTP, y dependiendo como siempre hago la salvedad, del estilo de conducción, de los sistemas que se utilicen y de las condiciones meteorológicas reinantes, que por cierto terminan influyendo fuertemente con el rendimiento general. Para cerrar esta nota, quiero resaltar que estamos reseñando un vehículo que por el momento es un prototipo, y que la fábrica nos facilita datos estimativos para referenciar al producto. Pero también es cierto, que Volkswagen ha conservado bastante la relación entre el diseño de sus conceptos y productos finales de la familia ID, por lo que no sería osado pensar que el futuro ID.2 o como lo llame la marca, verá la luz comercial con bastante similitud.
En cuanto al costo, seguramente estará por debajo del actual ID.3, intentando aproximarse a los 20.000 euros, y de esa forma convertirlo en un auto accesible para la mayor cantidad de personas que deseen un primer auto eléctrico. Quizás el concepto inicial de vehículo citadino le queda chico, porque si se va a contar con semejante autonomía, los viajes podrán ser tenidos en cuenta por sus futuros propietarios.