
Con relación a los recientes acontecimientos de violencia vividos en el país y el anuncio de un paro de transportistas para el 8 de octubre, la AAP invoca a las partes involucradas a agotar todos los esfuerzos para tender puentes de discusión, respetando la institucionalidad, manteniendo las reglas claras y luchando contra la informalidad, elementos fundamentales para la estabilidad nacional.
Llamamos a la reflexión, para que -ante los conflictos que hoy enfrentan a los peruanos- se llegue a consensos que permitan superar las diferencias, y tanto autoridades como sociedad civil dialoguemos para encontrar soluciones sin promover diferencias. Una eventual paralización de las actividades económicas, y en especial del transporte, afecta a todos, especialmente al motor del desarrollo: Los trabajadores, empresarios y emprendedores.
Sobre las ruedas de motos, autos y camiones y buses circula la mercadería y las personas que brindan los servicios y hacen que los negocios funcionen y nuestra patria siga el camino del desarrollo. El país merece un transporte formal, moderno, seguro y eficiente que cuide la salud y el medio ambiente.
El Perú no se puede detener.