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Kia ofrece al mercado el nuevo EV4.

Kia está concentrando muchos esfuerzos en los vehículos totalmente eléctricos, y lo hace con total eficacia, presentando constantemente mejoras tecnológicas que respaldan su esfuerzo. En esta oportunidad, incrementa su portfolio con un producto que es muy importante y dice presente en el segmento que el resto de las marcas pujan por ganar terreno.

Este nuevo Kia EV4 llega al mercado con un estándar muy alto en calidad de producto y con tecnología de punta desarrollado por la marca. Además, ofrece 2 carrocerías que apuntan a diferentes gustos de propietarios: por un lado, una opción como berlina de cinco puertas perfilando un estilo fastback con una longitud total de 4.73 metros. La segunda opción de carrocería es con un diseño tipo “hatchback de cuatro puertas y sensiblemente más corto.

Por otro lado, cabe destacar que la marca surcoreana es una de las marcas más importantes en lo referente a la movilidad eléctrica. Y para poner esta nota en contexto, este EV4 se incorpora a la oferta de la familia que ya dispone de los 3 ya conocidos: el EV3, el EV6 y el más grande, el EV9. Una consideración, es que por sus dimensiones se ubica precisamente entre el EV3 (el más compacto) y el EV6 (el mediano).

Respecto a su diseño, hasta el segundo parante ambas versiones son iguales, y a partir de ahí hacia la zaga, el techo del sedán tiene una pendiente ligeramente más marcada hacia abajo que en la del hatchback. Las medidas de ambas versiones son: el Hatchback cuenta con 4.43 metros de largo, 1.86 de ancho, 1.48 de alto y 2.82 de distancia entre ejes, con 435 litros en el maletero. Mientras que el sedán presenta una única variación sustancial que es la del largo total, alcanzando los 4.73 metros (unos 30 centímetros más), quedando incrementada la capacidad de carga del baúl en 490 litros.

En ambas situaciones, incorporan la característica parrilla de los autos eléctricos de Kia, que llama la Tiger Face. Su perfil presenta un remate diferente en su parte posterior al tercer parante, que es lo que realza visualmente.

En su habitáculo vamos a encontrar comodidad y bastante espacio en general para los pasajeros traseros dada la gran distancia entre ejes. Su arsenal tecnológico es muy amplio y de última generación. A su vez, a bordo expresa un concepto bastante minimalista, muy acorde con lo conocido en sus hermanos. Todo lo referido a pantallas de conducción e infoentretenimiento, ambas de 12.3 pulgadas presentadas en una sola plancha rectangular, como así también la pantalla digital de 5.3 pulgadas que gobierna la climatización, están orientadas hacia la vista y operación por parte del conductor. Con la aplicación para smartphone Digital Key 2.0 de Kia, al acercarse al vehículo, proporciona un acceso sencillo, puede arrancar el motor y demás funciones mediante el control remoto.

A su vez, la aplicación se puede compartir con hasta 15 dispositivos, incluido un Apple Watch, a través de la app. Dispone de un amplio listado de asistentes a la conducción (ADAS), que elevan los estándares de seguridad que el mercado exige.

Kia hace hincapié en la performance de comportamiento estructural en el sentido extremo de padecer un accidente frontal de proporciones, para lo cual las deformaciones apuntan a resguardar tanto a la seguridad de los pasajeros, como a la de la batería que va en la parte inferior del habitáculo en toda su extensión. Su construcción se realiza empleando la plataforma modular eléctrica de uso global (E-GMP) de 400 Voltios de Kia con 2 variantes: una batería estándar de 58,3 kWh y otra de autonomía extendida de 81,4 kWh. En ambos casos ofrecen un motor eléctrico de 150 kW (204 CV) en el eje delantero, alcanzando una aceleración de 0 a 100 km/h en 7,4 segundos y en 7,7 segundos respectivamente; la velocidad máxima está limitada electrónicamente en 170 km/h.

La carga de la batería pequeña entrega una autonomía de hasta 430 kilómetros, mientras que la más grande puede ofrecer hasta unos 630 kilómetros (dependiendo por supuesto del estilo de conducción y de condiciones meteorológicas y orográficas). La carga de la batería con corriente continua del 10% al 80%, necesita aproximadamente 30 minutos, mientras que con el empleo de la corriente alterna (domiciliaria), puede pasar del 10% al 80% en unas 5 horas y 20 minutos.

Con el frenado del vehículo, la regeneración y carga de la batería se ve beneficiada con el sistema personalizable i-Pedal 3.0 de Kia, que cuenta con muchos niveles de frenado regenerativo. Los ingenieros lograron en el túnel de viento un coeficiente aerodinámico muy bajo, con un valor de Cx de 0,23. Su configuración eléctrica permitió incorporar una carga bidireccional (conocida como V2L) con una potencia de entrega de 3.6 Kw, así como la carga V2G que entrega una potencia de hasta 10 Kw, permitiendo conectar accesorios electrónicos de uso doméstico. Dinámicamente, se ajustó tanto la suspensión como la dirección del vehículo para disponer de una conducción con sensaciones de manejo directo. El asistente de inteligencia artificial (IA) de Kia aprovecha del aprendizaje automático para mejorar constantemente el reconocimiento de voz para ejecutar órdenes. Pensando en el buen pasar y bienestar de los pasajeros, el confort a bordo es aportado por el modo Rest para las butacas delanteras, permitiendo relajación junto con la iluminación ambiental y el modo Theatre que optimiza la configuración de la pantalla panorámica ubicada en el tablero general, junto al sistema de sonido con 8 bocinas.

A modo de cierre, me resta decir que la predilección estética por uno u otro vehículo va a pasar por el gusto personal y muy especialmente por el uso que requiera el propietario, como así también  de la integración familiar. Demás está decir, que ambos autos totalmente eléctricos son de gran utilidad diaria especialmente si se cuenta con una cochera personal con la disponibilidad de carga domiciliaria. Sin dudas que su potencial de autonomía como de la batería tecnológica disponible, los posicionan muy bien en un segmento muy demandante y con muchos competidores directos.

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Alberto Mario Kuchen

Apasionado por los autos. Familiarmente vinculado a este maravilloso mundo y al de las carreras de autos: mi padre que corrió en la década de los años 60 con el seudónimo de Sandokán. Como Ingeniero Mecánico Aeronáutico, la tecnología en pos de la seguridad y la mejora continua, siempre llamó mi atención. Mi compromiso con ustedes para compartir e investigar en todo lo que viene.

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