Si bien su presentación a nivel global ocurrió hace poco tiempo, ya presente en la región provoca la mirada de todos con sus líneas que son fruto de un lenguaje evolucionado del concepto de diseño KODO ya presente en los autos de la marca desde el año 2.012. La inspiración de estas líneas surgen del concept-car ”KAI” visto en el salón de Ginebra del año pasado, y una vez plasmadas en este bello vehículo de serie, la marca pretende convertirse en un referente para quienes aspiran a un vehículo premium, en lo que considera la próxima aspiración en esta década venidera. Debo mencionar que este año recibió un galardón en diseño que se conoce como el “Red Dot: Best of the Best 2.019”. Este reconocimiento va de la mano con la primera impresión que nos provoca cuando estamos en presencia de él. Si nos explayamos un poco en el diseño en sí, sabemos que la marca oriental hace mucho hincapié en lo que quiere transmitir con su concepto, elevándolo a un plano más referido a lo “espiritual”. Por eso, bajo la filosofía “menos es más” logra una evolución “artística” del diseño KODO. Con esta visión, Mazda considera al All New Mazda 3 como un auto fruto de arte puro.
Con sólo mirarlo en detenimiento se produce una química especial con ambos modelos, interpretando que las líneas redondeadas que lo conforman marcan una renovada fluidez. En una visión general observamos un capot grande, generando un envoladizo delantero un poco más largo. Su vista frontal presenta un aspecto más radical y agresivo a la vez. Y en su lateral la mirada fluye hacia atrás con una percepción que logra un efecto diferente en nuestros gustos: el remate trasero del hatch es muy deportivo con curvas tremendamente suaves, mientras que el sedán atrae la atención por su elegancia y esbeltez.
Si nos referimos brevemente al aspecto concerniente al “disfrute de conducción”, Mazda nos presenta un vehículo en donde el conductor recibe una experiencia de satisfacción plena detrás del volante, ya que la puesta a punto para el desempeño dinámico es tan acertado que las maniobras de aceleración, frenado y girado en curvas están atenuadas con una equilibrada puesta a punto de la suspensión. Por otro lado, al momento de girar en curvas con velocidades considerables, recibe la ayuda del sistema de G-Vectoring Control, que acciona el freno del neumático que queda en la parte interna de la curva. De esta manera, se evita la pérdida de la línea de viraje y en consecuencia se tiene el control del auto en ese momento de inestabilidad. Si bien no se comporta como un sistema de tracción integral, suple en parte la ausencia de ella. Al incorporar un sistema de suspensión trasero de eje rígido, abandonando la independiente, la tendencia a cuestionar esta medida es inmediata. Pero sin dudas el resultado obtenido en la respuesta y el aplomo de circulación en imperfecciones logrado con los espirales y amortiguadores recalibrados, suplen con creces las expectativas de desempeño. También recurren a una solución que consiste en ubicar “nodos” a lo largo de su carrocería, con el sólo objeto de absorber y disipar las vibraciones que provienen de los sistemas en suspensión y los absorbidos por éstos. Como pueden darse cuenta, el confort y la vida placentera en el transcurso del viaje a bordo de este auto, es una premisa indiscutible. Muy bien por los ingenieros de Mazda.
Por suerte llega en las 2 versiones para poder elegir: sedán de 4 puertas y hatchback de 5 puertas. Dentro del habitáculo encontramos un excelente acabado general y utilización de materiales de mucha calidad. El tablero del conductor cuenta con un velocímetro digital, head up sobre el parabrisas informando valores de velocidad y datos sobre la ruta, asistente de conducción, la pantalla central digital TFT de 8.8 pulgadas y una versión mejorada del sistema Mazda Connect que pasa a ser bastante más intuitivo y rápido a la vez, contando con la posibilidad de compatibilidad de Apple CarPlay y Android Auto. Su sistema de audio Bose provee un sonido envolvente, contando con 12 bocinas, 2 woofers y 1 subwoofer, y se puede deleitar y disfrutar ya que Mazda trabajó con mucho detalle en la insonorización de la cabina. Ideal para disfrutar en ruta.
En cuanto a las motorizaciones, estarán disponibles los 2.0 litros y 2.5 litros. Con la tecnología Skyactiv-G estos 2 gasolineros tienen inyección directa estratificada en diferentes fases, y cuentan con una válvula de control de refrigerante, lo que provoca una mejora sustancial del consumo de combustible y menor polución. Asimismo, el motor de mayor cilindrada dispone de una tecnología que le permite realizar en forma autónoma una desconexión variable de cilindros: es decir, pasar de funcionar normalmente como lo hace con sus 4 cilindros, a funcionar con tan sólo 2 cilindros de acuerdo con el estilo moderado y constante de manejo. La consecuencia lógica es un menor consumo. Excelente.
En cuanto a la paleta de colores, llega el nuevo Polymetal Gray, que dependiendo de la posición de exposición de la luz, presenta una variedad de tonalidades, generando efectos parecidos a los apreciados cuando presentó el Soul Red Crystal; completan la variedad de colores los ya conocidos. Como detalle exclusivo, podemos mencionar que el hatch versión High puede encargarse con el color de interior que el comprador desee dentro de los colores que se ofrecen, siendo el acabado general en cuero napa.
Demás está decir que la apuesta de Mazda es muy fuerte. Y su objetivo central es quitarle clientes a las marcas premium, ofreciendo un auto de alta calidad, con mucho equipamiento, y un precio más asequible y bién competitivo. Las cartas están tiradas, es sólo cuestión de tiempo para ver el desarrollo de este interesante juego.