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Así es la nueva generación del Toyota Yaris 2020.
La marca nipona presentó hace pocos días a la nueva cuarta generación del urbano de reconocido éxito mundial: me estoy refiriendo al Toyota Yaris 2.020 que en esta ocasión ofrece la nueva versión híbrida para ser comercializada en el ejercicio entrante en el viejo continente. Veremos más adelante la similitud de líneas del modelo del que se podrá disponer en América Latina.
En esta oportunidad tuvimos acceso a la presentación de la nueva generación del citadino que representa desde hace muchos años uno de los pilares en venta de la empresa, mostrando un aspecto totalmente nuevo, y sin modificar sustancialmente sus cotas, nos muestra agresividad en su mirada frontal y un concepto bastante musculoso y fresco en el resto de su imagen. En su recorrido perimetral, vamos a poder observar que se combinan las líneas rectas con las curvas. Su trompa es voluminosa, con una parrilla que ocupa la mayor parte de su frente. En sus laterales bajos están ubicados los neblineros insertos en una base plástica oscura que presenta una forma de boomerang que tiene dimensiones generosas. Al contexto general se le debe incorporar el totalmente nuevo diseño de las ópticas con tecnología LED de forma alargada, que involucra parte del frente, algo del capot y parte del guardabarros. Si bien el capot no es de grandes dimensiones, está “robustecido” por dos nervaduras longitudinales que se acercan a medida que se aproximan al frente, y que justo antes de llegar a la parrilla, pronuncia su inclinación al suelo. Una primera impresión del conjunto, realza su “mirada” y le asienta muy bién.
En el lateral vamos a observar contrastes: los hombros del guardabarros delantero acompañan el estilo del conjunto delantero, mostrando prominencias suaves y una delicada terminación del pasarruedas. Mientras que en su sector posterior, encontramos un hombro que resalta aún más su robustez, determinado por un resalte redondeado bien ampuloso, considerando las dimensiones y características de este citadino. Parece más ancho en su parte posterior. Su perfil goza de una superficie acristalada considerable. Y ya en la parte descendente del techo, el portón trasero es bastante inclinado, y notamos la “intromisión” del acrílico de la óptica en la parte superior del guardabarros. Demás está decir, que los aros son de diseño nuevo. También me parece conveniente destacar que sus bajos no presentan plásticos protectores, sino que su terminación es del color de la carrocería. En particular, creo que esta elección le asienta muy bién, sino estaría bastante recargado dado su volumen general.
Terminando con el recorrido externo, su portón trasero cuenta con un alerón superior, una luneta bastante amplia y una solución muy empleada por varias marcas: una gruesa franja acrílica oscura que une las modernas ópticas con tecnología LED, de buen tamaño que presentan una doble línea luminosa en forma de Jota. La parte inferior del paragolpes sobresale del conjunto y termina en una forma vertical, protegiendo las ópticas que sobresalen de las líneas de la carrocería. Más abajo, encontramos un ancho difusor en plástico negro, incorporando la luz de retroceso en su parte central baja (demasiado para mí, porque dificulta su visión), cerrando el marco con la incorporación de dos “ojos de gato” que brillan ante la presencia de luz.
El habitáculo es totalmente nuevo, adoptando el estilo y los criterios que la marca presentó en los últimos modelos. Por un lado, el tablero general tiene dos niveles, contando con un tablero de conducción totalmente digital: según el fabricante asocia el diseño como si se estuviera en presencia de unos prismáticos; es decir, dos esferas circulares separadas por una amplia pantalla digital que presenta la configuración de los distintos datos necesarios para estar informados. En el centro, una enorme pantalla digital de 10 pulgadas para todas las funciones de infoentretenimiento; a decir verdad, muy poco vistas en vehículos de este segmento. Por debajo y separado de ésta, encontramos la consolita de control del sistema de refrigeración, ubicado a mano y por separado de las funciones de la pantalla: una excelente solución, que permite menor distracción por parte del conductor al tratar de modificar la temperatura o intensidad seleccionadas. El mismo beneficio lo otorga el sistema que se encuentra en autos de gama superior: es el head up display, que proyecta sobre el parabrisas datos básicos necesarios para el conductor. No debemos olvidarnos de la incorporación de sistemas de asistencia y seguridad, tanto en el accionamiento activo como en el pasivo, ya que mejora sustancialmente la seguridad de los pasajeros en impactos laterales. También decidieron incorporarle el “Toyota Safety Sense”, pudiendo encontrarse el control de velocidad crucero adaptativo y el sistema de control de trayectoria de carril.
Al tocar el tema de la habitabilidad, surgen algunos puntos que considero necesarios resaltar: en primera instancia para la construcción del Yaris se utiliza la nueva plataforma de Arquitectura Global que construyó Toyota: TNGA-B, donde acepta la incorporación del sistema tanto híbrido como eléctrico. Por otro lado, acepta el uso de nuevos equipamientos que están directamente vinculados con la seguridad. Dicho esto, les comento que las cotas generales comparadas con la tercera generación son las siguientes: el largo total es prácticamente el mismo, ya que es 5 milímetros más corto; pero crece en dos: 50 milímetros tanto en su ancho como en la distancia entre ejes, mientras que disminuye en 40 milímetros en su altura. Esta reconfiguración de medidas, genera un volumen más amigable con la vista, repercutiendo sobretodo en el espacio interno tanto en el ancho como en el espacio de piernas de las plazas traseras; para compensar la altura, se bajó en la misma proporción el anclaje de los asientos traseros. Por otro lado, el rendimiento dinámico proporciona un desplazamiento más aplomado y más estable, dado que su centro de gravedad bajó. Donde tampoco se va a apreciar alguna diferencia con su antecesor, es en la capacidad del maletero, donde el volumen disponible ronda los casi 300 litros, sin considerar el hecho de rebatir los respaldares de la segunda fila.
Por último, en el apartado motríz este modelo va a estrenar un motor de tres cilindros de 1.5 litros de cilindrada denominado Dynamic Force, cuyo funcionamiento es de acuerdo al ciclo Atkinson. Fue desarrollado con la premisa de reducir consumo y polución; a tal efecto, los ingenieros han llevado a cabo un trabajo muy específico en la reducción de fricciones internas con el objetivo de disminuir las resistencias internas: esto se logra con la utilización de tecnología de última generación. Excelente. Pero esto no termina acá, ya que como se trata de un híbrido, este motor va complementado con un motor eléctrico. Toyota afirma que se rediseñó la gestión y se incorporó una batería de iones de litio que resulta de volumen más compacto y hasta un 27% más liviana. Todavía no aseveran consumos combinados, pero los registros deben ser más contenidos. Sin dudas, estamos en presencia de un auto totalmente nuevo, evolucionado y mucho más seguro, con un aporte de hibridación mejorada que le permitirá destacarse ante sus competidores directos.