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Así es la nueva pickup Kia Tasman.
El mercado nos tiene acostumbrados a referenciar a las pickups medianas como a un tipo de vehículo con mucha robustez, versatilidad y capacidad para desplazarse y moverse con total agilidad en terrenos poco amigables. Por tal razón, las marcas ponen sobre el tapete a sus productos específicos ofreciendo sus desarrollos para convencer a futuros compradores. En esta oportunidad, la marca surcoreana KIA nos ofrece la nueva pickup que llama TASMAN.
La fórmula que aplicó Kia para su nueva Tasman, podría definirse como un producto de concepción tradicional en lo referente a la colocación de la cabina y caja de carga aplicadas por encima de la estructura de largueros. Pero cuando la referencia es acerca del diseño, la interpretación general pasa verdaderamente por una mirada totalmente “rupturista” para lo que estamos acostumbrados a encontrar en este segmento.
Esta definición no hace referencia a si este tipo de diseño agrada más o menos al público en general, sino que, por el contrario, Kia muestra su intención de ofrecer un diseño que llame la atención de todos, porque se diferencia con los ya vistos a la fecha. Claro está que este último párrafo no incluye a la ya conocida Tesla Cybertruck, que es totalmente diferente en todo a la hora de definir su diseño en lo conceptual. Dicho de otra manera, esta Kia Tasman puede alegar que aplica mucha creatividad a la hora de utilizar el lápiz.
Recorriendo su perímetro, podemos observar que uno de los sectores más llamativos es su parte frontal, apelando a una parrilla que sobresale en forma notable, pero sin perder ese aire de definición de Tiger Nose, portando en su parte superior en letras grandes, la marca de la pickup. Sus ópticas tienen un diseño rectangular con desarrollo vertical, que no están incorporados a la estructura en sí, sino que van insertos en lo que llamamos “overfenders” plásticos en color negro mate. Éstos tienen un diseño rectangular y van colocados en la parte superior de los pasarruedas, tanto delanteros como traseros, al igual que los listones que van ubicados en los bajos de la cabina. Su paragolpes frontal es prominente y de dimensiones generosas, con diseño que permite disponer de un generoso ángulo de ataque.
Respecto a su perfil, las formas son bastante cúbicas, contando con líneas de tensión que marcan el carácter general. Su parte posterior cuenta con ópticas de formato cuasi cuadrado, de tamaño contenido, con luces LED con firma en forma de “C”. Su paragolpes es metálico pintado en negro mate, y la tapa trasera levadiza de la caja de carga cuenta con las letras KIA en tamaño muy grande en bajo relieve.
Dentro de su habitáculo observamos modernidad y hasta una cierta similitud conceptual de distribución, ergonomía y acabado en comparación con los últimos vehículos del tipo SUV de la marca que recientemente fueron presentados. Sin lugar a duda, la tecnología ocupa un lugar de protagonismo preponderante: su tablero general incorpora la enorme plancha rectangular que amalgama 2 pantallas digitales de 12.3 pulgadas, una para el instrumental y la otra para el desarrollo del sistema de multimedia. Por suerte el conductor va a contar con varios comandos que son de accionamiento físico, y no digitales. El volante de conducción es moderno y con teclas de accionamiento de los sistemas y configuración de la pantalla colocados en sus brazos horizontales. Los asientos de la segunda fila pueden reclinarse algunos grados.
En cuanto a la motorización, hay 2 opciones, al menos en el inicio de la comercialización, dependiendo también de la región donde se haga presente: un motor gasolinero de cuatro cilindros en línea de 2.5 litros de cilindrada asistido por un turbo compresor (T-GDI) e inyección directa, que entrega 281 CV y un torque de 200 Nm. Este motor va asociado a una caja de transmisión automática de 8 marchas con tracción tanto 4×2 como 4×4, contando esta última con caja reductora, bloqueo de diferencial trasero y selector de modos de conducción. La segunda opción cuenta con un motor turbodiésel de 4 cilindros de 2.2 litros de cilindrada (CRDI) que entrega 210 CV y unos generosos 441 Nm de torque. Éste va hermanado a una caja de cambios que puede ser manual de 6 marchas, o automática de 8, con tracción del tipo 4×2 o 4×4.
Respecto a la plataforma que van a utilizar, no contamos con esa información. Sus medidas están en línea con las pickups medianas que conocemos y disponemos en nuestra región: 5.41 metros de longitud total, 1.93 de ancho, 1.89 de alto y 3.27 de distancia entre ejes. Su capacidad de carga es de 1.190 kilogramos, pudiendo remolcar una carga exterior de hasta 3.5 toneladas.
Su presentación oficial no predijo el inicio de su comercialización, pero sí en los mercados donde inicialmente contará con su presencia: Corea del Sur, Medio Oriente, Oceanía y África. Una noticia que no pasó desapercibida es que medios de prensa de nuestro hermano país del Brasil, comentaron que en un futuro cercano (probablemente en 2.026) esta pickup podría ensamblarse en Uruguay, y de esa forma abastecer a nuestra región. Es sabido que Sudamérica es un mercado que se encuentra en constante crecimiento respecto al número de pickups medianas que son utilizadas para innumerables tareas cotidianas, abarcando un enorme espectro de usos ya sea en lo particular como en lo comercial y aplicación extrema, como lo es la demanda en la explotación minera. Con el tiempo vamos a poder observar cuan aceptada es esta nueva propuesta surcoreana.