Cuando digo que en poco tiempo vamos a generar menos contaminación y vamos a estar en un entorno más silencioso, probablemente no alcancemos a tomar una verdadera dimensión de lo que acabo de expresar. Pero vayamos de a poco: la idea es razonar acerca de una transformación de la que vamos a ser todos partícipes, en el tiempo, acompañando el desarrollo de tecnologías que ya están entre nosotros, pero que aún no las apreciamos en perspectiva. Por supuesto que al mencionar esto muchos se preguntarán de qué se trata. Y con sólo informarnos un poco acerca de lo que está ocurriendo en determinados centros de investigación y desarrollo aplicados a la parte automotríz, vamos a tomar una verdadera dimensión de lo que se está implementando.
Partiendo de esta impronta, es necesario aclarar algunos aspectos que hacen a esta charla. Sin dudas, me estoy refiriendo a la implementación de tecnologías vinculadas con el sector eléctrico / electrónico en el ámbito automotríz. En general mucho se comenta de los grandes logros y avances con relación a los autos totalmente eléctricos. Pero poco estamos al tanto y es de destacar que las grandes marcas están invirtiendo muchos recursos desde hace varios años para ir adaptándose a las futuras necesidades de los usuarios. Tan es así, que algunas marcas generalistas han implementado en sus nuevos modelos el hecho de tener la capacidad de utilizar la misma plataforma de ensamblado con la posibilidad de armar vehículos con motores alternativos (de combustión interna), como así también eléctricos.
Ojo que la capacidad de asombro no finaliza acá. Recién me referí a las marcas generalistas, y con intencionalidad no mencioné las premium. Porque aunque resulte raro, éstas son las más decididas a invertir fuertes cantidades, haciendo convenios y tratando de optimizar medios y recursos. Nada es extraño, más si tratamos de entender lo importante que es posicionarse con fuerza y con anticipación. Dicho esto, creo que resulta muy impresionante asimilar el hecho que en poco tiempo vamos a contar con desarrollos de marcas deportivas. Sí, como lo acaba de leer. Decir que íbamos a contar en un futuro con una Ferrari, un Porsche, un Masseratti o cualquier otra poderosa marca deportiva de versión eléctrica, era absolutamente impensado. Pero todo esto es verdad. Hay que salir del asombro, y poner los pies en la tierra. Por eso, cuando comencé a narrar que era probable que no alcancemos a asimilar lo que está por venir, elípticamente me estaba refiriendo a estos hitos.
Por supuesto que nunca me imaginé ver en un futuro cercano los ultra deportivos con propulsión eléctrica. Y para asumirlo, sólo los invito a interiorizarse con lo que ocurre en el mundo deportivo en su máxima expresión: la Fórmula E (eléctrica). Que otro ejemplo más contundente que éste. Y como se darán cuenta, pese a la máxima exigencia de aceleración y velocidad que necesitan desarrollar, aún no logran completar la totalidad de giros, viéndose obligados a cambiar de vehículo.
Esta parte de la historia, es la que está en plena ebullición, ya que la autonomía es el verdadero inconveniente que deben sortear. Y el claro desafío es el de aumentar el rendimiento de las baterías. Bueno, el menú está servido. No sólo es apasionante, sino que nos tienta a inmiscuirnos más aún en este gran desafío. Pero no se demoren mucho, porque todo este panorama ya está entre nosotros. Está creciendo y a pasos agigantados. Está en nosotros el saber asimilar y asumir lo impensado hace algún tiempo atrás.