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BMW nos presenta a los X3 “M” y X4 “M”.
Como nos tiene acostumbrado la marca bávara, al poco tiempo de ofrecernos los SUV de cada segmentación, presenta esos mismos productos pero adaptados para soportar una motorización capaz de entregar tanto potencial como lo puede entregar un sedán o coupé preparado específicamente para comportarse en forma radical.
Aunque suene un poco contradictorio, cuando se habla de un SUV (Sport Utility Vehicle) con un tamaño rondando los 4,7 metros de longitud, y con un porte cuyo peso oscila entre los 1.800 y 1.900 kgs, no es fácil amalgamar las prestaciones para las que fue concebido inicialmente, con las que puede soportar una vez que ha sido “adaptado” para desarrollar un potencial impresionante.
Tal es el caso cuando hablamos de los SUV del segmento D: los X3 y X4. El primero tiene el perfil de un SUV típico, mientras que el segundo tiene un perfil más de coupé. Porque el concepto general de este tipo de vehículo, es el de prestar más atención al concepto familiar, más comodidad en la utilización diaria y sobretodo, tener la posibilidad de acceder a un tipo de manejo en ruta y un poco de off-road. Pero en particular, esta marca ha tratado de expresar su sentimiento de deportividad en cada uno de los productos que nos ofrece. Y para redondear la idea de esta presentación, debemos imaginarnos a estos reconocidos vehículos pero con una capacidad de desarrollo de potencia que orilla los 510 CV.
Como se darán cuenta, no es sencillo interpretar este planteamiento, ya que entre las versiones más racionales, encontramos entrega de potencia que van desde los 184 hasta unos 360 CV. Pero para este salto, hace falta disponer de una estructura lo suficientemente rígida para soportar semejante esfuerzo. Sin dudas, este ítem está totalmente comprobado para absorber las más altas prestaciones demandantes. Entonces, nos encontramos con una sólida base para recibir y adaptar todos los sistemas (frenos, dirección, suspensión) para disfrutar de la potencia capaz de generar el reconocido motor de 6 cilindros en línea de 3.0 litros. Este motor de BMW para recibir el galardón “M” tiene un tratamiento de máximo rendimiento “M Power”. Tecnológicamente hablando, utiliza el Twin Power Turbo, y con una gestión electrónica adecuada logra unos 480 CV y un par de 600 Nm entre los 2.600 y 5.600 rpm. Y como si esto fuera poco, hay un motor con un plus más que la marca lo denomina la versión “Competition”, la cual logra los 510 CV. Esta planta motriz va hermanada con la conocida caja de 8 marchas pero con una versión deportiva: la “M Steptronic”, y la tracción x-Drive con diferencial activo M trasero. Este conjunto le permite acelerar de 0 a 100 km/h en tan sólo 4,2 segundos: impresionante el hecho por tratarse de un SUV. Con respecto a la velocidad de punta, está limitada en 250 km/h, pero tiene una posibilidad técnica de incorporar el M Driver’s Pack como opcional, pudiendo alcanzar los 280 km/h. Sin dudas, los datos que les estoy comentando dan escalofríos, pero son reales.
Para especificar técnicamente el comportamiento dinámico, necesariamente debe contar con un chasis reforzado, las suspensiones cuentan con tarados ajustados a las demandas impuestas por los diferentes modos de conducción y están ayudados por barras estabilizadoras específicas para estas versiones. Es decir, que a los modos de conducción se le suman tres reglajes de suspensión para cubrir las necesidades y los deseos del conductor.
Esta batería de sistemas tecnológicos son necesarios a la hora de conducir estos “monstruos”. Entonces, los modos de conducción ajustan el accionar de la suspensión, el desarrollo de la caja de cambios, la reacción del motor, la dirección y hasta un cambio en el sonido de escape. En cuanto a los frenos, tienen un diámetro de mayor tamaño llegando a los 395 mm en el tren delantero, y unos 370 mm en el tren posterior, ambos discos ventilados y perforados. La dirección también es específica en estas versiones, la cual cuenta con una desmultiplicación del tipo variable.
Una vez explicitado lo tecnológico, voy a detallar algunos aspectos estéticos diferenciadores que mejoran su imagen y que lo distinguen del resto de las versiones. Su parte frontal cuenta con riñones con acabado negro intenso y el logo distintivo “M”, con tomas de aire inferiores de formas más marcadas y de mayor tamaño otorgando un diseño más agresivo. De perfil apreciamos los espejos retrovisores, las branquias laterales y el contorno de las ventanillas en color negro brillante, y unas preciosas llantas de 20 pulgadas. En la parte posterior los parachoques presentan líneas más marcadas, y en la parte inferior un difusor de aire con los 4 caños de escape que le confieren un toque muy deportivo.
Por último cabe destacar que el interior del habitáculo cuenta con detalles que hacen sentir al conductor y a los pasajeros, en un ambiente acorde: butacas deportivas, volante de conducción y tablero de instrumentos diferentes, apliques en fibra de carbono, palanca tipo joystick específica, entre otros detalles.
Bueno, como colación deseo expresar que estamos en presencia de versiones totalmente orientadas a la conducción deportiva, con capacidades que sobrepasan lo que uno puede imaginar para este tipo de vehículo, pero que sobradamente cumplen con cualquier tipo de expectativas del público al cuál va dirigido este espectacular producto. Y demás está decir, que semejante auto hace gala de lo que es capaz de entregarnos expresando el ADN de esta firma alemana.