Brasil recibió una gran noticia por parte de BMW.

Esta noticia que la marca bávara dio a conocer recientemente a través de una consulta brindada por Alexander Wehr, actual Presidente y CEO de BMW Group para América Latina, dio a conocer que la marca realizará una inversión de 500 millones de Reales en la sede ubicada en el país vecino. Esta “buena nueva” tiene varios puntos a considerar, ya que de la mano de la misma viene la decisión de la producción de la nueva generación de las SUV´s X3 y X4 recientemente presentadas en Europa, además de un nuevo modelo por conocer que la marca no lo ha anunciado oficialmente aún y que lo considera como “inédito”; la última novedad es que parte de la inyección de dinero estará destinada para desarrollar software. Demás está decir que la estrategia apunta a fortalecer la presencia de la marca en Brasil con ambiciones más abarcativas, pero además la decisión está sustentada por la gran performance en ventas que viene concretando en el país vecino; de hecho, la producción local en todo concepto de este año ha alcanzado las 70.000 unidades. Esta respuesta favorable por parte del público local, fortalece una estrategia de la marca germana que por supuesto está en concordancia con los objetivos de su casa matriz y de lo que acontece en Europa, EEUU y Asia. Bien es sabido que BMW ha fortalecido la estrategia de electrificación de sus vehículos como consecuencia de las nuevas exigencias y normativas que se van implementando en los países centrales, sobre todo en Europa, donde la penalización por la polución promedio de sus vehículos va marcando una dirección hacia la futura movilidad.

También es sabido que esta situación no es la misma con respecto a otras regiones, como lo es la nuestra. Por tal motivo, afianzar su estrategia y presencia en Brasil tiene mucho que ver con este comentario, ya que los tiempos de implementación de la electrificación en la movilidad automotriz tiene diferentes ritmos de adopción. Sin dudas, la producción de energía y el armado logístico para la provisión suficiente de la misma para abastecer la futura demanda, junto con la evolución tecnológica de las baterías eléctricas, son temas que tienen vital importancia a la hora de la toma de decisiones. Y precisamente en esa dirección de razonamiento, BMW apuesta a que en el futuro inmediato cuando tenga todo su portfolio completamente electrificado, los modelos que tengan aún su “corazón” con la presencia del motor de combustión interna convencional, será una tarea asignada a la planta de Araquarí. Por otro lado, el hecho de contar con la decisión de comenzar con la producción de la nueva generación en un espacio de tiempo tan breve después de la presentación oficial de los productos en el Viejo Continente, pone de manifiesto una confianza muy elevada en los procesos y calidad de la mano de obra del país vecino, ya que una de las características que enarbola siempre y distingue a la marca, es la calidad y confiabilidad necesarias para permanecer en el podio de las premium. Respecto a las versiones que se van a producir, el Director General de la planta Otávio Rodakoswiski hizo mención que estarán presentes todas las versiones convencionales, y hasta incluso las deportivas xDrive 30i y 40i M Sport.

En cuanto a desarrollos de software de digitalización, el cuerpo de ingenieros destacados en Brasil será el responsable de las aplicaciones de BMW y MINI Digital Key con la que se opera la apertura y cierre de las puertas pudiendo acceder a ello mediante el empleo de un Smartphone; también tendrá injerencia en el desarrollo de mejoras de los sistemas vinculados con la conectividad de sistemas y de infoentretenimiento. Está claro que la apuesta y estrategia de BMW es integral desde el punto de vista de la cobertura de necesidades de usuarios en diferentes regiones atendiendo las diferentes tecnologías de las que se puede hacer uso y tener acceso, resaltando que los estándares de calidad y exigencia propias de la marca son totalmente cubiertos por la capacidad implementada en el país vecino, con la posibilidad que en un futuro sea la potencial “usina” proveedora de la región después de haber pasado por la prueba de fuego impuesta desde Alemania.