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Para exquisitos: El nuevo Porsche 911 Targa 2020.
Llegó la hora de la presentación de una versión muy particular de la generación 992 de la familia Porsche: estamos hablando del 911 Targa, que reúne unos condimentos muy especiales y que a la vez lo hace muy particular, ya que une los dos mundos que nos ofrecen tanto el techo como la posibilidad del estilo descapotable. Logra un punto intermedio que lo planta en el portfolio como una opción para gustos que les complace la versatilidad de estilos.
Cuando en el mundo de los deportivos se menciona la palabra Targa, sin dudas nos estamos refiriendo a un vehículo que logra conjugar de forma interesante el hecho de contar con un techo rígido a la hora de ir muy rápido, y de tener la posibilidad de disfrutar del bramido del motor, el aire libre y del sol, protegidos con un arco de seguridad e ir parcialmente descubiertos. Esa capacidad la obtiene con solo 19 segundos, pero necesita de un poco más de 50 centímetros por detrás del paragolpes trasero, ya que es el espacio necesario para accionar el sistema de apertura o cierre de los 2 tramos de superficies que se ven involucrados en la operación automática. Por seguridad cuenta con sensores que detectan la presencia de algún obstáculo con el cual se toparía durante su operación. Nada librado al azar producto de nuestros descuidos.
Las diferencias de cotas con la generación 991 resaltan más el carácter más deportivo y bien musculoso: es 4,5 centímetros más ancho en su parte delantera, y 4,4 centímetros en su parte trasera. Y como es costumbre, Porsche monta neumáticos diferentes en ambos ejes, dependiendo de cada versión: 19 o 20 pulgadas en la trocha delantera, y 20 o 21 en el eje trasero. Esta diferencia que resalto es debido a que esta generación del 992 ofrece 2 opciones: el Targa 4 y el Targa 4S. Por supuesto que esa “S” representa mayor potencia: si bien en ambos casos montan el mismo motor de 3.0 litros biturbo, el Targa 4 cuenta con 385 CV a 6.500 rpm con un torque máximo de 450 Nm que lo ofrece entre las 1.950 y 5.000 rpm para después decaer un poco. Está hermanado con la excelente caja automática PDK de 8 marchas que le permite obtener un registro de 4,2 segundos para acelerar de 0 a 100 km/h; para el 0 a 200 km/h necesita 15.3 segundos si cuenta con el Sport Chrono que viene con el modo de conducción Sport Plus. La velocidad de punta es de 289 km/h.
El Targa 4S dispone de 450 CV a 6.500 rpm y un torque de 530 Nm plano entre las 2.300 y 5.000 rpm para luego decaer un poco. Sus prestaciones son mejores: acelera de 0 a 100 km/h en 3,6 segundos y logra el 0 a 200 km/h en 13,1 segundos, llegando a la velocidad máxima de 304 km/h. Excelentes prestaciones. También está acoplado a la PDK de 8 marchas, pero en opción se puede pedir la caja manual de 7 marchas ya montada en el 911 Carrera 4S: quizás algunos puristas la elijan. En esta oportunidad ya dispone de serie el Sport Chrono. Como es sabido el poseedor de estas máquinas siempre quiere más, y sobre todo a la hora del deleite de “la sinfonía musical”.
Para ellos, Porsche les ofrece el escape deportivo, que es identificable por la forma ovalada de ambas salidas. Ambos modelos tienen el sistema de tracción integral Porsche Traction Managment con vectorizador de torque denominado PTV (en opción para la versión Targa 4), el eje trasero direccional y el sistema de suspensión adaptativa denominada PASM que le permite adaptar electrónicamente la respuesta de la suspensión en función del modo de conducción seleccionado. Si algo le faltaba a esta batería de sistemas, se completa opcionalmente con el Porsche Dynamic Chassis Control (PDCC), cuya tarea es la de eliminar las inclinaciones de la carrocería por los pasos de curvas y así poder encararlas con mejor desempeño y mayor velocidad. Si bien no se puede ir en contra de la Física, estos ingenieros luchan por combatirla y lograr resultados asombrosos.
También en opción puede solicitarse el recientemente desarrollado sistema predictivo (InnoDrive) que va asociado al control de velocidad crucero adaptativo, calculando la velocidad óptima a desarrollar en función de los próximos 3 kilómetros que viene por delante en la ruta: curvas, pendientes o bajadas y hasta incluso el tráfico que antecede al vehículo, ajustando en forma automática y de forma eficiente la aceleración, frenada y cambios de marcha necesarios. Fantástico. Para frenar al Targa 4 se utilizan mordazas con 4 pistones mientras que para el Targa 4S dispone de 6 pistones por mordaza. La tecnología que encontramos aplicada, ya está presente en otros modelos de la marca como lo son el “Wet Mode” que mejora el desempeño del vehículo en días de lluvia; la frenada automática de emergencia o el asistente que en caso de una frenada de emergencia que ya inició el conductor, automáticamente aplica el máximo de exigencia de frenada sobre los discos para evitar o mitigar consecuencias.
En cuanto al diseño exterior, que por cierto es muy llamativo, en su trompa incorpora unas láminas en sus tomas de aire que se abren o cierran en función de la necesidad de refrigeración. Por su parte, en la parte trasera porta un alerón que se acomoda en diferentes posiciones de acuerdo a la velocidad, con el fin generar una fuerza para pegar el tren trasero al piso y mejorar la tracción en momentos de mayor demanda. Su vista posterior está muy remarcada por unas ópticas muy alargadas unidas por el característico acrílico y por las láminas longitudinales que están presentes en el capot trasero. La parte baja del paragolpes tiene una buena franja de color negro que cubre casi todo el ancho, incorporando unos listones horizontales rojos de acrílico, y justo por debajo de la superficie donde se ubica la placa identificatoria, encontramos las 2 salidas de escape.
Sólo me resta comentar que Porsche nos ofrece un estilo de vehículo para cada gusto, y por cierto lo hace con mucho estilo, calidad y eficiencia a la hora de las prestaciones. Y cuando mencioné en el título de la nota que es “para exquisitos”, creo que después de lo relatado no quedan dudas.