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La versión “deportiva” de la nueva suv Tucson.
Hace muy poco, la marca coreana presentó oficialmente a la cuarta generación de su SUV Tucson, con un carácter totalmente disruptivo y más agresivo del que nos tenía acostumbrado Hyundai. En esta oportunidad, quiere mostrarnos como va a ser la versión que el grupo va a ofrecernos: el acabado N Line.
Ya no es una sorpresa para nosotros esperar una versión con un look más deportivo de sus productos, porque de hecho ya lo ha efectuado en otros modelos de su portfolio como lo son el Kona y el i30. En líneas generales, para este acabado incorpora algunas modificaciones estéticas que le confieren un estilo más deportivo, realzando detalles muy específicos. Por el contrario, y pese a que uno espera alguna buena novedad en cuanto a alguna motorización más picante haciendo honor al espíritu de la versión N, contará con la misma variedad que viene en la oferta motriz, ya sea la convencional como la electrificada. También se entiende desde el punto de vista que se trata de un SUV familiar, pero uno nunca pierde la esperanza. Entrando en la descripción de esos detalles estéticos que lo diferencian de sus hermanos, podemos encontrar que su lateral recibe un nuevo diseño de aros con un diseño específico de 19 pulgadas, mientras que los protectores plásticos que van en los pasarruedas y bajos del auto van pintados con el color de la carrocería.
En su zaga se incorpora un alerón ubicado en la parte superior de la puerta de la cajuela con dimensiones más generosas y un difusor inferior nuevo con terminación tipo metálica que le asienta de forma más deportiva; justo encima de éste, se combina una delgada línea acristalada en rojo que abarca todo el ancho, e inmediatamente una cavidad en negro que llega a sus laterales. Para reforzar el estilo, se aprecia una doble salida de escape en su bajo derecho. Más allá de la variedad de colores de carrocería, en esta oportunidad la marca ofrece la combinación de techo en color negro, configurando un estilo bitono que le asienta bién. En exclusividad para esta versión, ofrece el color que denomina gris Shadow Grey.
En su habitáculo no encontramos con algunos detalles que lo distinguen, utilizando butacas deportivas, el cuero, pespuntes en rojo en casi todos los paneles y en la palanca de cambios en el caso de la caja manual. El aluminio se hace presente en la pedalera, en el volante N y algunas partes más. En cuanto al tablero de instrumentos y a la pantalla de infoentretenimiento no presenta alteraciones, salvo que incorpora al sistema algunos servicios que van conectados por Blue-link. Lo mismo ocurre con los sistemas de asistencia al conductor, que replican a lo ofrecido en la Tucson recientemente presentada. Para las versiones híbridas se dispondrá del sistema que permite estacionar solo al vehículo, sistema que Hyundai denomina Remote Smart Parking Assist.
En cuanto a la variedad motriz, cabe aclarar que va a depender de la región donde se comercialice, pero como mencioné anteriormente, son varias las opciones. Contará con el gasolinero de 1.6 litros T-GDI de 150 CV de potencia y variantes con mild-hybrid que con ese mismo motor entregará potencias de hasta 180 CV. Otra opción podrá ser un híbrido con el mismo motor alternativo, pero que en conjunto aportan 230 CV; y también habrá una alternativa híbrida enchufable, la que dispondrá un motor eléctrico con más potencia, batería más grande y podrá entregar hasta 265 CV. Y como última opción, habrá un motor diésel de 1.6 litros de cilindrada con asistencia microhíbrida, que entrega 136 CV y con tracción delantera. Si bien las motorizaciones permanecen sin cambios, en esta versión N la firma incorpora el tipo de suspensión denominada ECS que es controlada electrónicamente, manteniendo la configuración conocida: del tipo McPherson en su parte delantera, mientras que en el eje posterior usa el sistema de multibrazo (Multi-link). Esta incorporación de gestión electrónica, requirió un ajuste específico para mejorar su desempeño dinámico, al igual que una adecuación en el ajuste de la dirección.
En resumen, Hyundai quiere ofrecer un producto que atraiga más visualmente y que impacte a primera vista, cosa que logra, pero sin la posibilidad de ofrecer una alternativa más descollante en el aspecto del comportamiento dinámico, característica que sería más acorde con lo que debería representar la sigla N.