Lanzamiento regional de la Toyota SW4.

Apostando por la racionalidad para mantener vigente un modelo que tiene siempre un pie en el podio de preferencias en ese segmento, y que por cierto es un producto acotado en cuanto a volúmen en ventas respecto a la Hilux, Toyota renueva fuerzas para seguir compitiendo con sus adversarios incorporando prácticamente el mismo tenor de novedades tecnológicas y motriz respecto a lo ofrecido en la pick-up. El restyling termina siendo muy moderado en lo estético, ya que los cambios más relevantes están concentrados en la parte frontal con el objetivo de darle un aire más sofisticado pero actual a la vez. El estilo de la trompa cambia en su conjunto, pese a que el formato de la parrilla se conserva. Pero se hace hincapié en el rediseño de las ópticas con su firma de LED y la incorporación de tecnología Bi-LED para la iluminación, contando con regulación automática de altura. El paragolpes fue totalmente rediseñado, resaltando los extremos al incorporar un formato más voluminoso y anguloso, imprimiendo una imagen más robusta y ancha; además encontramos las características parrillas de plástico negro cerradas con la colocación de pequeños neblineros redondos. En el resto del recorrido perimetral, su imagen se conserva salvo el diseño de unas nuevas llantas que varían de diámetro en función de la versión. Pasando al habitáculo, se nos hace más difícil encontrar modificaciones, ya que cuenta con muy pocas alteraciones, que terminan siendo detalles.

Si bien lo visual no destaca, en las entrañas se suman los cambios: la pantalla central táctil de 8 pulgadas incorpora un nuevo sistema de multimedia, por lo tanto ahora la marca no va a recibir más quejas de la lentitud del mismo, punto a favor dado que el clamor era importante. En definitiva, la interfaz utilizada es más rápida pero más fácil de operar, acorde con las exigencias y demandas de los usuarios; tiene compatibilidad con Android Auto y Apple CarPlay, y Bluetooth. La nueva SW4 ofrece 3 versiones: 1 denominada SR con 5 plazas y 2 SRX con 7 plazas. Por supuesto que entre ellas hay diferencias en cuanto a confort para los pasajeros, que en líneas generales paso a comentarles: cargador de smartphones por fichas conectoras USB o de forma inalámbrica, butacas delanteras ventiladas, iluminación ambiental renovada y equipo de audio con la firma de JBL, función follow me home, aire acondicionado o climatizador automático con salida para los pasajeros traseros, computadora de abordo con display a color de 4.2 pulgadas, modos de conducción, tomas de conexión de 220 V de corriente alterna y de 12 V de corriente continua, tapizado de tela o de cuero, regulación de butacas delanteras de forma manual o eléctrica, espejos exteriores eléctricos y rebatibles con luz de giro incorporada, volante multifunción forrado en cuero, portón trasero con apertura y cierre manual o eléctrica, levanta cristales eléctrico con sistema de one touch, cámara de retroceso con sensores de estacionamiento, navegador incorporado y hasta TV digital para mirar con vehículo detenido, entre tantas funciones. Con respecto a los sistemas de seguridad, cuentan en todas las versiones con el mismo equipamiento: 7 bolsas de aire, frenos con ABS, EBD y BA, control de tracción y estabilidad (este último ha sido recalibrado), anclaje Isofix, luces de frenado de emergencia y control de balanceo de tráiler. Ahora bien, para las 2 versiones más equipadas (las SRX), Toyota aplica el mismo criterio que con la Hilux: para ponerse a la altura de las exigencias actuales incorpora el paquete que denomina Toyota Safety Sense, el cual está compuesto por el control de velocidad crucero adaptativo, frenado autónomo de emergencia, aviso de cambio de carril involuntario y el sistema de cambio de luces LED altas automáticas. Para que tengamos en cuenta, este agregado de sistemas preventivos en casi todos los productos nuevos de la marca, ya pasa a ser algo habitual, aunque más no sea en las versiones tope de gama.

Por último, quiero comentarles que para todos los casos utiliza la misma planta motriz: el conocido motor 2.8 litros 1GD que recibe una actualización de gestión electrónica y un nuevo turbo compresor, que posibilita elevar de los 177 CV a los 204 CV, entregando 420 Nm para la versión que utiliza caja manual de 6 marchas, y subiendo de 450 Nm a 500 Nm cuando va hermanado con la caja automática con convertidor de par de 6 velocidades. La marca asegura que si bien la potencia se vio incrementada en un 15%, las modificaciones incorporadas permiten una reducción en el consumo promedio de combustible. En todas las versiones la SW4 cuenta con tracción integral con reductora, y el selector de modo es en forma electrónica con accionamiento por perilla manual, como ya lo venía ofreciendo.

En este refresh de modelo, Toyota quiere entregar un producto más atractivo con la incorporación de sistemas de ayuda a la conducción, elementos que hasta hoy estaban ausentes. Esto le permite sentirse vigente y con capacidad para dar pelea a sus contrincantes del segmento.