Ya era tiempo y se eligió este Salón porque la marca, y en especial este modelo, tienen un gran mercado de usuarios en EEUU. Si hay un mercado extremadamente competitivo, pues bien, podemos decir que el de los compactos es uno de ellos. Y para estar presentes y ganar mercado, el constante desafío de las empresas automotrices las obliga a presentarnos modelos actualizados, sofisticados y bonitos. Por eso, y para interpretar la filosofía KODO, debemos basarnos en la generación anterior para saber interpretar la evolución de este nuevo modelo.
Cabe destacar que en simultáneo han presentado el modelo sedán de 4 puertas, y el hatch de 5. En ambos casos se puede apreciar un refinado gusto para combinar las formas de las siluetas, con una visión un poco diferente entre ambas. El hatch transmite un aire bién deportivo, mientras que el sedán nos brinda una mirada más estilizada y elegante, con reminiscencias de su hermano mayor, el nuevo Mazda 6. A simple vista, en el hatch al analizar las líneas laterales que conforman su perfil, representan un trazo ascendente desde la trompa hasta la cola, como si presentara una forma de cuña con terminación redondeada. Y si bién la trompa alargada con penetración descendente hacia su frente tiene similitud con la anterior, todo cambia cuando nos referimos al remate de su parte trasera. Presenta curvas menos pronunciadas, remarcando sus hombros, y con el sólo hecho de no presentar líneas angulosas, le confiere una vista más roma. Y creo que este detalle es el que resalta la nueva vista lateral, transmitiendo una mejor fluidez aerodinámica y aspecto deportivo. Al analizar el sedán, nos encontramos con un remate de líneas suaves que declinan armoniosamente hasta el extremo de la tapa del baúl, que tiene una pequeña elevación como remate, simulando un discreto alerón.
Si apreciamos el frente de ambos, hay detalles que lo hacen más agresivo, como si su mirada fuera más inquisidora. La parrilla conserva el estilo pero con un tamaño más grande: la conocida forma de ave en vuelo con alas extendidas, pero con otra textura y diseño del entramado plástico. Por debajo se encuentra una pequeña toma alargada y delgada, que abarca casi todo el ancho frontal, otorgándole un aspecto agresivo, ya que su contorno inferior al tener un aporte aerodinámico en forma de labio plano, da un aire deportivo. Con relación a las ópticas, son más alargadas, delgadas y concentran todo el espectro lumínico con tecnología led. La parte más trabajada y evolucionada de ambos, es la vista de la cola. El hatch presenta una quinta puerta con un vidrio inclinado que le confiere un mejor desprendimiento del flujo de aire. No termina en un plano vertical, sino que con una moldura redondeada. Cuenta con ópticas traseras de nueva factura, más grandes con tecnología led. Más abajo, el parachoques destaca en su parte inferior un inserto de plástico oscuro de grandes dimensiones, y la ubicación de dos salidas de escape. En resumen, se lo ve muy deportivo.
El sedán luce más sofisticado, con ópticas más grandes y alargadas, con tecnología led. La tapa de la cajuela y las ópticas se encuentran en un plano más adentro que el parachoques, ofreciendo protección y una vista bién elaborada. En la parte inferior, un inserto de plástico oscuro y más abajo las dos salidas de escape.
Por dentro hay más sorpresas: mejores materiales, acabados y encastres, pero sobretodo un tablero totalmente renovado, de dos niveles, donde destaca la nueva pantalla de infoentretenimiento de mayor tamaño y optimización del sistema, para tener un acceso más fácil a la info. No se cuenta con muchos datos, pero aseguran que mejoran sustancialmente la batería de sistemas de seguridad: control de crucero adaptativo, sensor de ángulo muerto, cambio de carril, entre otros. Pero además podrá contar con un sistema que usa una cámara infrarroja y un Led, cuya tarea es la de monitorear el estado del conductor, y así evitar situaciones peligrosas. Novedoso, no?
Y como si esto fuera poco, esta generación va a poder montar un motor con tecnología que Mazda viene desarrollando desde hace un tiempo. Su denominación es la de Skyactiv-X. Esta tecnología es aplicada en un motor de gasolina cuyo encendido de la mezcla es por compresión: la marca promete consumos inferiores a casi un 20%, cosa que es muy bién apreciada por nosotros a la hora de repostar. Los ingenieros de Mazda aseguran que se logra una mejor respuesta a bajas RPM con una entrega de potencia lineal en la aceleración. También seguirá con el empleo de los tradicionales Skyactiv-G. La línea de producción es nueva, pudiendo ensamblar también motores eléctricos para los híbridos. Estructuralmente se reforzó la rigidez, brindando mayor seguridad a los ocupantes. Prometen una versión que tenga tracción a las 4 ruedas (i-Activ AWD), que incluya el sistema de control de la distribución del par entre las ruedas delanteras y traseras (G-Vectoring Control Plus).
En resumen, nos encontramos ante 2 autos totalmente evolucionados en todos los aspectos que se deben resaltar para dictaminar que efectivamente toman la posta de la serie que les precede. No podemos decir si estéticamente son más agradables a la vista, porque es un aspecto muy subjetivo y personal. Pero desde mi punto de vista, me han convencido los 2, y en particular el sedán. Pero de lo que sin dudas se puede afirmar, es que en lo tecnológico y en la percepción de calidad, Mazda está convencida que puede dar batalla a las marcas premiun. Resta decir, que dentro de poco tiempo vamos a tener la posibilidad de poder manejarlos, y espero que esté disponible la versión con el nuevo motor.
