Estaba previsto en el mundo periodístico automotor, develar ese tan esperado momento, porque no se trataba de una presentación cualquiera. No señor, se quería ver y apreciar la nueva tendencia de líneas que adopta la marca Toyota para sus modelos. Y para sorpresa de muchos, se presentaron 3 versiones diferentes con la denominación Corolla: un Hatchback, un Sedán y un Touring Sport o Familiar. En el continente europeo se comercializa el hatch con el nombre Auris, pero a partir de esta generación, Toyota decide llamar Corolla al Auris.
Una pregunta que flota en el pensamiento de muchos, es tratar de entender por qué Toyota decide seguir apostando a los sedanes y hatchs, y ni hablar por los familiares. La duda se presenta porque a nivel global los SUV’s están quitándoles clientes a los ya mencionados. Pero su apuesta es dar un paso más adelante en lo referente a la tendencia de hibrificación, pudiendo equipar 2 motores de gasolina naturalmente aspirados de 1.8 litros y de 2.0 litros, ya conocidos pero mejorados en su rendimiento general, acompañados con un motor eléctrico que le permite aumentar la potencia y disminuir los consumos tanto en ciudad como en ruta. Está acoplado a una caja manual o una automática del tipo CVT de 6 marchas pre-programadas. La data con la que se cuenta proviene del viejo continente, por lo que no se sabe a ciencia cierta si los híbridos llegarán también a América Latina o sólo con motores gasolineros o ambos. Lo que sí es información, es que en Brasil se va a comenzar la fabricación del sedán.
Pero vayamos a lo sustancial. Todo el desarrollo de la modularidad se basa en la utilización de la línea de montaje denominada TNGA (Toyota New Global Architecture), permitiendo aumentar la distancia entre ejes, unos pocos centímetros en su ancho: las medidas longitudinales varían entre 4,37 metros en el Hatch hasta los 4,65 metros en el Touring); un aspecto de diseño que se aprecia mirándolo de perfil, es que se modificó la longitud de la trompa, quitándoles unos centímetros para utilizarlos en el tercer volumen tanto del Sedán como del Touring.
A simple vista, la trompa está gobernada por una inmensa parrilla que resulta familiar a la que equipa al Camry. Las ópticas son de carácter afilado, formando una letra Jota, y en el interior de la misma la potencia lumínica se separa en sectores divididos por líneas curvas que conforman la luz diurna. Las líneas y divisiones son diferentes en cada modelo. Todas incorporan la tecnología LED. Si debemos resumir cómo luce la trompa, se lo puede definir como un frente con mirada agresiva, con carácter deportivo. Si analizamos el perfil, en todos se presenta el mismo efecto desde la trompa hasta la puerta trasera: capot más bajo, con líneas ascendentes suaves y el parabrisas bién inclinado. Pero en el hatch, el tercer parante acompaña las líneas redondeadas del portón trasero, con la luneta bastante inclinada y un alerón superior grande, aumentando su carácter deportivo.
Si vemos el sedán, la distribución de volúmenes es más armoniosa y fluída que la de la línea anterior. Y el Touring continúa la línea del techo hasta antes del portón, con la luneta bastante inclinada cerrando muy bién la línea descendente de la cola. Atrás todos tienen unas hermosas ópticas con tecnología LED, pero es más audaz en el hatch ya que adquiere nuevamente una simulación de letra Jota. Dicho esto, el diseño en las 3 versiones es diferente, pero le confieren una apariencia de mayor anchura. Con relación a los aros, en esta oportunidad se atrevieron a calzar hasta unos de 18 pulgadas, según la versión y equipamiento.
Puertas adentro, se observa un renovado y totalmente diferente interior. Y esto es como consecuencia que el salpicadero se tuvo que replantear al colocar la pantalla flotante de 8 pulgadas. Esta decisión obligó a presentar el salpicadero en su posición general más baja, pero resultó muy elaborado, con una pendiente hacia los ocupantes, redistribuyendo los aireadores, el tipo de tablero de instrumentos (parte digital y parte analógico) y la forma de la consola central, que ahora está dispuesta en una posición un poco más alta. También encontramos el ya demandante cargador inalámbrico, al tope de su recorrido. Todo se siente mucho más sofisticado, con mejores materiales y una excelente terminación. Las butacas son más ergonómicas y las plazas traseras cuentan con unos centímetros más de espacio para las piernas de los ocupantes. Todo parece más acorde con los avances actuales fruto de la exigencia, demandas de los usuarios y de la propia competencia. Con relación a la parte estructural, la plataforma TNGA le permitió utilizar materiales más resistentes y más livianos, logrando una estructura hasta un 60% más rígida, y lógicamente más estable. Se retocó el sistema de amortiguación, incorporando el sistema de suspensión trasera de brazos múltiples (multi-link), lo que le permite tener un mejor comportamiento en curvas y absorción de irregularidades en el asfalto. Se adaptó la dirección y frenos. Pero sobretodo, han ubicado el motor unos 10 milímetros más bajo, y aunque parezca poco, le permite bajar la ubicación del centro de gravedad general del auto. Este detalle es muy importante, ya que la estabilidad general en el comportamiento dinámico se ve reflejado en una conducción más estable y segura.
Es un auto mucho más tecnológico que la línea anterior. Cuenta con la nutrida batería de sistemas de seguridad tanto activa como pasiva; incorpora el pack Toyota Safety Sense 2.0 de segunda generación, colocando al conductor en un nivel superior de conducción: ahora cuenta con el control de velocidad crucero adaptativo, sistema de pre-colisión con detección de peatones y ciclistas, asistencia de punto ciego, frenado de emergencia autónoma, detección involuntario de cambio de carril con corrección de la dirección y control inteligente de luces de carretera. Por supuesto que esto se puede encontrar en los de mayor nivel de equipamiento, pero hace gala de competir en su segmento con pares en igualdad de condiciones. Un detalle que era requerido por los usuarios de Corolla, era la rapidez del sistema de info. Se hizo eco del requerimiento y lo actualizó y mejoró. Pero no es compatible con los 2 sistemas operativos: por el momento sólo lo es con el Apple Car Play. Es de esperar que en un futuro inmediato se adapte el faltante (Android).
Una vez comentado en líneas generales los atributos de este nuevo modelo, resulta ser un poco más atrevido, mucho más tecnológico, de apariencia más deportiva, dejando de lado el mote de auto totalmente conservador, para dar lugar a uno más jugado. Un aspecto que siempre se debe tener en cuenta, es que si bien el producto es de concepción global, el equipamiento que se enumera no es el mismo en todas las versiones, y también hay que considerar que según la región donde se comercialice, se pueden encontrar algunas diferencias. Se va a empezar a comercializar a finales del primer trimestre del 2019, pero no por estos lares. Seguramente las 3 versiones tampoco las vamos a ver, poniendo en dudas la presencia del Touring Sport. Pero tanto el Sedán como el Hatch lo podremos ver rodar por aquí. Es cuestión de esperar un poco. Y mis felicitaciones a Toyota por este nuevo gran producto que seguramente va a continuar cosechando logros y records en ventas a nivel global.