Esta nueva actualización que se puede mencionar como de media vida de su generación, presenta importantes modificaciones, ya sea en lo estético tanto en su frente como en su saga, pero también incorpora actualizaciones en lo tecnológico, en la conectividad y hasta en sus plantas de poder de locomoción. En líneas generales, no es sólo una actualización del modelo, ya que debe conservar esa porción del mercado que lo prefiere como SUV pero con la incorporación de todas las demandas actuales de un público cada vez más demandante.
Para empezar a desmenuzar la info, voy a centrarme inicialmente en sus aspectos exteriores que actualizan su imagen estética. Por el frente encontramos una parrilla con el nuevo ADN que la marca va incorporando en todos sus modelos y el nuevo Logo de la marca: incorpora una línea cromada más en su parte inferior, que aumenta el área específica, pero que en sus extremos eleva su trayectoria para incorporar en el conjunto a las nuevas ópticas con tecnología LED con la variante en forma opcional del sistema Matrix LED IQ.LIGHT; las líneas de las ópticas se ven más estilizadas y alargadas a la vez que muestra un apéndice en su extremo que se prolonga a lo largo del guardabarros. Su paragolpes fue totalmente modificado, al igual que en el GOLF actual, enmarcando la parrilla inferior con un reborde periférico en sus extremos en color negro brillante y una delgada línea cromada que dibuja una “C” en espejo. Y como toque final, incorpora un labio inferior ensanchado que une la terminación de ambas “C” con un tono plateado, conformando otra delgada área o parrilla.
Sin dudas su apariencia le asienta muy bien, convirtiendo su imagen con un estilo más deportivo y agresivo a la vez. Esto no modifica la esencia de este SUV, pero resalta algunas características visuales que lo posicionan con una imagen más atractiva. En su perfil no encontramos muchas alteraciones, al margen del diseño de unos nuevos aros, ya que se trata de una actualización de la generación. Y en la parte trasera, tampoco encontramos muchas modificaciones, ya que lo esencial se concentra en el diseño interno de las ópticas, ya que sus líneas y formas son iguales. Sólo en la terminación inferior del paragolpes y en la presentación de las salidas de escape difieren en función de la versión.
Presentado por fuera, le llega la hora a la mención de sus 2 versiones sobresalientes de este refresh: la versión deportiva denominada “R” y una híbrida enchufable (plug-in), al margen de las tradicionales que aún no fueron especificadas en detalle. El efecto dominante de esta presentación, va a pasar por el aporte de desempeño radical en cuanto a prestaciones de este SUV en su caracterización deportiva “R”, como así también en el camino a la electrificación como lo está realizando el grupo en casi todos los modelos. La versión radical va a contar con un motor alternativo de combustión interna representado por el conocido TSI de 4 cilindros, de 2.0 litros de cilindrada y con unos 320 CV de potencia, que serán volcados al piso a través del sistema de tracción integral 4Motion que le permite una gestión selectiva de par a cada una de sus ruedas, con sus diferentes modos de conducción. Claro que este paquete viene con algunas soluciones aerodinámicas que lo diferencian de las versiones más tradicionales, así como los difusores deportivos compuesto por dos dobles salidas de escape circulares. A su vez monta aros de 21 pulgadas que dejan ver unas pinzas de freno específicas para soportar alto rendimiento.
Respecto a la versión híbrida enchufable Tiguan eHybrid, el paquete estará conformado por el motor de 4 cilindros TSI de 1.4 litros y 150 CV y un motor eléctrico que entrega 115 CV (85 Kw), de esta manera se dispondrá de una potencia total de 245 CV y un torque de 400 Nm: interesante. La promesa es que dispondrá de una autonomía cercana a los 50 kilómetros en modo de conducción totalmente eléctrico, siempre que seamos moderados con la presión sobre el acelerador. También se especifica que en este modo se puede circular a una velocidad de hasta 130 km/h. Estos datos no hacen otra cosa que remarcar la constante evolución que están experimentando los sistemas electrificados, no sólo en la gestión en sí, sino también en la posibilidad de ir incrementando progresivamente su performance en general.
Con respecto a la versión con motor diésel turboalimentado (TDI), se ofrecerá una actualización del conocido 2.0 litros de 150 CV con la incorporación de una doble inyección o dosificación de AdBlue en la circulación de los gases de escape, para generar un quemado más eficiente de los residuos nitrosos tan tóxicos para el medio ambiente, convirtiéndolo en un generador de gases menos contaminante. Esta versión podrá contar con una caja de cambios automática del tipo DSG con la tracción integral 4Motion. Resta mencionar lo que acontece en el habitáculo: se digitalizó totalmente la información para el conductor en el tablero de conducción con una pantalla digital configurable; tiene una pantalla central digital táctil de 9.2 pulgadas con la última versión de infoentretenimiento denominada MIB3, compatible con Android Auto y Apple CarPlay de forma inalámbrica; incorpora Wifi a bordo del vehículo e incorpora el sistema denominado Travel Assist que ayuda en la conducción y lo posiciona en el nivel 2 de conducción semiautónoma con asistencia hasta la velocidad de 210 km/h. En cuanto a confort, aparte de un techo panorámico cuenta con un sistema de sonido de buena fidelidad, pudiendo opcionalmente solicitar un equipo con 480 vatios firmado por Harman Kardon.
En resumen, con este restyling Volkswagen está apostando con lo último en tecnología para seguir conservando su puesto en la elección de consumidores que han decidido desde hace un tiempo a la fecha, preferir un SUV a un sedán o hatchback, ofreciéndonos un producto muy atractivo y de calidad iniciando el camino a la electrificación en este modelo.