Segunda generación del Mercedes-Benz GLA 2020.

Todos estábamos expectantes de cómo iba a encarar la firma germana la evolución del primer peldaño en la familia de los SUV´s de la familia Mercedes Benz. Tenían un gran desafío ya que la gran incógnita era si se volcaba más hacia el estilo de sus hermanos más grandes como el GLC o el GLE, es decir, de un SUV propiamente dicho, o si iba a continuar con el estilo de crossover que ya tenía. Con un acertado criterio, al menos para mí, evolucionó en el primer sentido. El cambio de carácter fue muy notorio, y viene más preparado para hacerle frente a sus rivales de siempre que están en la “conversación”. Me refiero al BMW X1, Volvo XC-40 y Audi Q3. Cuando hace 5 años hizo su aparición, llamó la atención de forma contundente, ya que a nivel mundial superó la cantidad de 1 millón de unidades comercializadas. En esa oportunidad se pensó en adaptar el Clase A hatchback, pero con una postura más elevada con respecto al piso, con toques de plástico en el perímetro de los bajos y pasarruedas, y algunos toques que le otorgaban ese toque de crossover “todo terreno”. Hoy el cambio es notorio, ya que su silueta se asemeja más al estilo de los SUV. Si bien se parte de la base del nuevo Clase A, el desarrollo del volumen es diferente. Su construcción se lleva a cabo con el empleo de la nueva versión de la plataforma MFA de Mercedes.

Para hacernos una idea de lo que les estoy comentando, me voy a referir a las cotas que tiene: curiosamente es 14 milímetros más corto que el actual, llegando a medir 4,41 metros; prácticamente tiene el mismo ancho: 2,02 metros; aumenta su altura en 104 milímetros “conquistando” unos 1,611 metros, parámetro sustancial que modifica la esencia de su silueta y volumen; un detalle importante es que se incrementa en unos 30 milímetros su distancia entre ejes llegando a medir 2,729 metros, mejorando en general su habitabilidad, sobre todo para los pasajeros traseros. Y como cereza de postre, ambos ejes han ensanchado su medida en unos generosos 46 milímetros, cosa que permite separar más el anclaje de las ruedas, compensando el mayor despeje del suelo como así también de la altura general del vehículo, pensando en la estabilidad dinámica y rolido en curvas. Dentro de las modificaciones relevantes, su despeje del suelo se ve incrementado en 9 milímetros, llegando a tener 143 milímetros que lo separan del piso. Conocidas sus medidas generales, podemos resaltar que si bien parte de la base de la nueva generación del Clase A, es evidente que el lápiz del diseñador tomó un rumbo hacia lo práctico y más demandado por el mercado en ese segmento extremadamente competitivo. Esto significa que incorpora el estilo de un verdadero SUV, pero compacto, asemejándose en sus líneas exteriores a las de sus hermanos mayores, sobretodo del GLC. 

Otra es la historia al referirnos a su interior, ya que toma lo presentado en el nuevo Clase A. Acá vamos a encontrar el mismo sistema integrado horizontal de ambas pantallas táctiles en forma continua: la que está ubicada por detrás del volante presenta las indicaciones de un cuadro de instrumentos e informaciones de viaje, mientras que la de la derecha agrupa las funciones de info-entretenimiento con el sistema MBUX de Mercedes, acompañadas más abajo por 3 grandes salidas de aire circulares centrales que se encuentran agrupadas, aparte de 1 en cada extremo del tablero general. Con relación a la consola central presenta el mismo estilo al ya conocido en el Clase A. Con respecto a la habitabilidad, su volúmen general permiten una nueva disposición: el anclaje de los asientos delanteros es 140 milímetros más alto que en la primera generación, permitiendo al conductor situarse en una posición bastante más elevada; es decir, más al estilo SUV. Y para la segunda fila de asientos, incorpora el sistema de rieles de desplazamiento longitudinal que le permite acomodar los espacios interiores entre espacio para piernas y volumen de cajuela, con una cifra de 140 milímetros: a esta solución la considero fantástica, sobre todo para los vehículos de este tipo de concepción ya que deben ser modulares y versátiles. Otra ventaja que se obtiene en esta nueva silueta, es que el volúmen de carga se incrementa básicamente en 14 litros, llegando a obtener 435 litros de capacidad mínima. De ahí en más, en función de cómo juguemos con el desplazamiento de la banqueta y si rebatimos totalmente los respaldares, aumentamos considerablemente la colocación de cajas y bultos a trasladar. Como no podía ser de otra manera, el salto tecnológico es acorde con los tiempos actuales, considerando en especial los sistemas de ayuda a la conducción y de seguridad activa. Los más importantes a recordar son: el asistente activo de distancia denominado Distronic; el asistente activo de dirección con la parada de emergencia; el asistente activo de velocidad límite; el asistente de maniobra evasiva; el sistema que adapta la velocidad de circulación en función de las variaciones viales, como puede ser una rotonda, curvas, cruces, entre otros; detector de cambio de carril; control del ángulo muerto; el asistente de frenado activo con la función de giro; el Pre-Safe Plus, etc. Demás está decir que según la versión, vamos a poder encontrarnos con diferentes paquetes de ayudas y asistencia a la conducción.

Queda por mencionar las alternativas que va a ofrecer Mercedes en cuanto a las plantas motrices. Inicialmente van a ofrecernos un motor de cuatro cilindros de 1.3 litros turbo-cargado con 163 CV, que entrega un torque de 250 Nm entre las 1.600 y 4.000 rpm, pudiendo acelerar de 0 a 100 km/h en 8.7 segundos y logra una velocidad tope de 210 km/h. En la otra punta, encontramos una versión deportiva AMG GLA 35 con un motor de cuatro cilindros, 2.0 litros y 306 CV, entregando un torque de 400 Nm entre las 3.000 y 4.000 rpm, el cuál puede acelerar de 0 a 100 km/h en 5.1 segundos y con una velocidad tope de 250 km/h limitada electrónicamente. Después van a aparecer otras alternativas de gasolina y algunas de diésel. En cuanto a la transmisión, las hay de delanteras e integrales, con cajas manuales de 6 marchas o automáticas de 7 u 8 marchas dependiendo de la versión y potencia del motor.  También vamos a tener en un futuro el GLA 250e que va a ser la versión híbrida enchufable de características similares a las actuales. Seguramente vendrá con el motor alternativo de 1.3 litros turbo-cargado de gasolina hermanado con un motor eléctrico de 75 Kw (102 CV). En conjunto brindarán una potencia de 218 CV y un torque de 450 Nm. El actual porta una batería de iones de litio con una capacidad de 15.6 Kwh, que le permite recorrer unos 69 km en modo totalmente eléctrico según el ciclo WLTP. También es de esperar que en el 2.021 el GLA estrene una versión 100% eléctrica que seguramente se denominará EQA, en concordancia con su hermano mayor el EQC. Dispondrá de un motor eléctrico que entregue unos 150 Kw y con una autonomía que rondaría los 300 kilómetros. 

La fábrica asegura que la producción de este vehículo totalmente nuevo comenzará en la próxima primavera del 2.020 en Europa. Ya dado a conocer en detalle, mi consideración es que Mercedes ha logrado un vehículo SUV compacto con un estilo más acorde a los gustos de los usuarios que desean tener un “todo-terreno” sin serlo efectivamente. Pero que reúna condiciones de practicidad y versatilidad tan necesarias hoy en día. En definitiva concibió un modelo mucho más moderno, con líneas bien definidas y mejor habitabilidad interior, incorporándole el paquete tecnológico ya conocido en sus últimos productos que ha ido presentando últimamente, poniéndolo en condiciones para competir en su segmento. La última palabra la tenemos nosotros, los usuarios, porque a la hora de probar una de estas unidades nos tendrán que transmitir en sensaciones los “fundamentos” necesarios para tomar la decisión.