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Qué utilidad revisan los sensores de estacionamiento.
No hace falta explicar en estos tiempos todos los avances tecnológicos que se van implementado en los nuevos modelos de autos, como así tampoco la utilidad que pueden aportar no sólo en la comodidad del conductor y ocupantes del vehículo como de terceros, sino en un aspecto que todos debemos considerar como fundamental: la seguridad.
Puede resultar un poco exagerado el comentario al que hice mención con respecto a la seguridad. Pero si consideramos que todo avance con relación a este tema aporta únicamente beneficios, no debemos hacer oídos sordos de los mismos haciendo primar la conveniencia colectiva. Para meternos de lleno en el tema, primero considero necesario aclarar que es un sistema bastante sencillo de incorporar en el vehículo. Y viene instalado de fábrica como así también se puede incorporar una vez adquirido el mismo. La única recomendación práctica que sugiero tener en consideración, es que en el caso de querer colocarlos como un accesorio u opcional más, es prudente hacerlo en la concesionaria que adquirimos la unidad, no sólo por la seguridad que me están vendiendo un artículo original o reemplazante de calidad, como así también para conservar la garantía en el caso que sea una unidad nueva. De no ocurrir esta situación, lo aconsejable pasa por asistir a un taller especializado en el tema. Hecha esta salvedad, paso a comentarles que en el mercado podemos encontrarnos con una variedad de 3 tipos de sensores: los que funcionan por radar, por ultrasonidos o por el sistema de electromagnetismo. Y que entre ellos mismos, se pueden conseguir de diferentes calidades repercutiendo directamente en la precisión que pueden aportar en el momento de su utilización. A continuación voy a comentarles algunas características particulares como así también algunos puntos a favor y en contra.
Los llamados electromagnéticos generan un campo electromagnético para determinar la presencia de algún tipo de obstáculo que se interpone en su avance, actuando con precisión y con la ventaja que no presenta puntos ciegos en su espectro abarcativo. Un elemento en contra de este tipo de sensor es la presencia de lluvia, lo que lo hace poco utilizado en la actualidad, ya que es un inconveniente considerable. Los que actúan por ultrasonido van emitiendo unas ondas de sonido que son imperceptibles por el oído humano, y la estima de aproximación pasa porque va cronometrando el tiempo que demoran las ondas en regresar después de chocar contra el objeto. Son muy utilizados actualmente, y son reconocidos ya que su presencia en los paragolpes es notoria, no solo por su dimensión circular, sino que también deben estar ubicados en forma expuesta al toque con algún elemento; es decir, están por encima de la superficie del paragolpes. Los últimos sensores a comentar son los del tipo radar, que se rigen por el mismo tipo de funcionamiento que los del tipo ultrasonido, pero con un espectro de utilización mucho más amplio, ya que permite la detección de un vehículo con mucha distancia, como así también objetos que están muy cerca. Pero su diferencia esencial radica en que el sistema envía ondas electromagnéticas para que reboten contra objetos. Por otro lado, independientemente del tipo de sensor que se utilice, para comunicarse con la centralita hay 2 formas para hacerlo: uno es por cableado y el otro es a través de “comunicación” inalámbrica, siendo éstos los más prácticos para ser instalados.
Otro aspecto importante a tener en cuenta, pasa por la cantidad de sensores que deberías instalar en ambos paragolpes, ya que lo aconsejable como mínimo serían 4, y de esa manera te evitarás un dolor de cabeza evitando zonas de punto ciego, es decir, zonas o conos de sombra donde resulta imposible detectar un objeto. Al adquirir un kit, debés considerar si cuenta con un avisador acústico, visual o directamente dispone de un sistema de multimedia completo, el cual reemplazaría a tu radio. No sólo es cuestión de gustos personales, sino que tenés que incorporar este nuevo sistema en forma amigable a tu tablero, para que armonice en el entorno. El rendimiento de los sensores ha evolucionado de tal forma que nos permiten incrementar la eficiencia y fiabilidad de la “información” que nos proveen, a tal punto que pueden llegar a establecer una cercanía de unos pocos centímetros. Toda esta data viene a aportar cuando nos explayamos en el uso de otras tecnologías que son más evolucionadas y vienen a complementar el accionar de sistemas que son más complejos y ayudan contundentemente a la seguridad de la conducción. Tal es el caso de la conducción semi-autónoma, que involucra sistemas tales como el de estacionamiento automático o el de frenada de emergencia, entre otros.
Como corolario de este pantallazo vinculado con la tecnología al servicio de la conducción y por ende “seguridad” de las personas y material vinculados con el accionar cotidiano del tráfico vehicular, puedo aseverar que estos sensores son elementos que aportan a la seguridad y tranquilidad tanto dentro como fuera de nuestro vehículo.