

En ese orden de ideas, recordó que en el país se comercializan tres vehículos livianos seminuevos por cada vehículo liviano nuevo que se vende, “lo que refleja el fuerte potencial de este segmento del mercado para las empresas del sector y la economía en su conjunto, considerando que a la fecha más del 90% de estas operaciones se realizan de manera informal”. No obstante, lo anterior, resaltó que, en los últimos años más empresas formales comienzan a incursionar en este rubro automotor, “lo cual simplifica el proceso de adquisición, venta; además de garantizar una correcta decisión de parte del consumidor, pues al ser vehículos certificados, se asegura la calidad y buen estado general, además de acceder a opciones de financiamiento”, explicó.
Finalmente, para los siguientes meses se proyecta que la venta de vehículos seminuevos mantenga un desempeño similar al actual, debido a que en el país se está atravesando un contexto de mayores inventarios de vehículos nuevos, lo que sugiere una disponibilidad suficiente para los consumidores, y un panorama desafiante con una economía nacional que se contrae, afectada principalmente por la caída de la inversión privada y expectativas empresariales que siguen en el tramo pesimista, lo cual se evidencia en la menor generación de empleos de calidad, reducción de ingresos de la familias y consumo privado.