Actualización de la segunda generación del Audi Q5.

Como les acabo de mencionar, la firma germana creyó oportuno hacer un pequeño replanteo estilístico con cambios e incorporaciones de tipo electrónico muy significativos por cierto. Su muy buena aceptación del que goza este Audi Q5 a nivel mundial necesitaba de actualizaciones estéticas para rejuvenecer su imagen y mantenerse vigente, manteniendo su estilo de SUV familiar pero con opciones que están preparadas para un desempeño más radical. De esta manera recibe aires de juventud, un poco de agresividad y marcado acento en una impronta un poco más deportivo. Esta causa es la justificación perfecta para plantarse nuevamente con sus contrincantes históricos y presentar pelea en una porción de mercado premium que es exclusivo y muy demandante a la hora de exigir tecnología, calidad y seguridad. Claro que también se presenta con unos cambios internos para reforzar esos argumentos que acabo de citar, y que luego voy a comentarles.

En su recorrido exterior, y como toda actualización de media vida, normalmente se encuentran cambios en el frente y en la parte trasera. En su parte frontal la estrella sigue siendo la cada vez más grande parrilla denominada Single Frame, pero en esta oportunidad se presenta con un labrado interno de hexágonos grandes luciendo en su parte central superior los aros cromados que resaltan con el fondo negro brillante que presenta toda la parrilla, sin esos cromados a los que estábamos acostumbrados. Por otro lado, recuerda mucho al Q8. Más abajo en los extremos encontramos unos enormes plásticos que simulan pequeñas entradas de aire en color negro brillante que cobijan a los neblineros; debemos sumar el nuevo diseño de ópticas que incorpora la tecnología desarrollada por Audio que llama “OLED” con una firma luminosa propia, brindando un aspecto más agresivo pero armonioso a la vez. Con respecto a la nueva tecnología OLED, consiste en la utilización de diodos orgánicos muy eficientes que son capaces de generar una superficie luminoso muy homogénea. Con un poco de asistencia electrónica, el propietario puede configurar tres diferentes diseños luminosos que cuentan con secuencias de apertura y cierre específicos y que a su vez se coordinan y complementan con los intermitentes que pasan a ser visualmente dinámicos, es decir, simulan un movimiento. Esto es posible porque la óptica se divide en 3 sectores, y cada uno de ellos está subdividido en 6 sectores más; esto representa disponer de 18 sectores de diodos distribuidos y que pueden ser activados con una señal eléctrica programable, posibilitando el efecto “movimiento” visual.

El lateral mantiene sus características generales, ofreciendo unos aros de diseño nuevo que pueden ofrecerse entre 17 y 21 pulgadas dependiendo de la versión y plásticos de pasarruedas que resaltan más su musculatura. Respecto a su parte trasera, lo que brilla es la incorporación de la tecnología OLED en sus ópticas, las que se encuentran unidas por una moldura horizontal cuya función es meramente decorativa.

En su habitáculo encontramos el estilo minimalista de siempre, con algunas variantes en tapizados y terminaciones. Pero lo importante es la gran pantalla central de 10.1 pulgadas táctil que ya no es comandada por la rueda giratoria que estaba ubicada en la consola central, y que dispone del sistema de infoentretenimiento MIB 3 con una potencia de hasta 10 veces superior a la anterior. Esta capacidad le permite tener conectividad y comunicación con otros vehículos e información de la infraestructura de la localidad, información en tiempo real del tráfico, accidentes, entre otras capacidades. Incorpora el soporte Amazon Alexa con un asistente personal que se activa por voz y de esa manera se podrán ejecutar funciones del vehículo. En la posición de manejo encontramos el instrumental digital Virtual Cockpit de 12.3 pulgadas y en opción un cómodo Head Up Display brindando información básica para evitar desviar la vista del conductor, brindando mayor seguridad.

En el apartado de motores de propulsión, inicialmente será ofrecido con un diésel con tecnología mild-hybrid denominado como versión Q5 40 TDI: contará con un nuevo motor de 2.0 litros de 4 cilindros cuyo bloque de aluminio pesará unos 20 kilogramos menos, y entregará 204 CV y un torque de 400 Nm. Pensando en la optimización y menor polución para cumplir con la norma Euro 6, incorpora una doble inyección de AdBlue que acciona sobre los gases de escape quemando y neutralizando los gases nitrosos tan nocivos para el medio ambiente. Acompañado por un alternador de arranque llamado BSG está conectado a una batería de iones de litio que le suministran la energía suficiente para romper la inercia del vehículo al momento del arranque para luego desconectarse al superar la velocidad de 22 km/h. Sin dudas no está pensado para lograr mucho ahorro de combustible, pero sí de asistir en el momento de mayor demanda de energía. Irá hermanado con la caja automática S-Tronic de 7 velocidades y por supuesto con la tracción Quattro.

Luego vendrá otra versión diésel V6 y otras 2 gasolineras 2.0 TFSI con el bloque de 4 cilindros y otras TFSIe con tecnología híbrida enchufable. Este nuevo panorama abre puertas para los interesados en la tecnología que nos conduce a la electrificación total de la locomoción automotriz. Por el lado de la conducción dinámica estará presente la suspensión mecánica con regulación electrónica, pero sin descuidar la presencia, aunque sea en opción, de la suspensión del tipo neumática adaptativa.

Por último, deseo terminar la nota mencionando que las ayudas a la conducción estarán presentes con las últimas innovaciones que incorporó la marca, pudiendo incluir los asistentes de giro, de anticolisión y el de salida. Claro está que incorpora el control de velocidad crucero adaptativo con las virtudes y ayudas que vienen como paquete. En esta breve reseña, queda claro que la marca alemana desea ponerse al día con la demanda de su público, pero también pone de manifiesto que está presente para seguir peleando el podio.