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BMW presenta el iNext en el CES.

Cómo hacernos a la idea que el auto del futuro, por cierto no tan lejano, está siendo concebido como un medio o una plataforma de traslado, la cual cuenta con realidad virtual y se desplaza en conducción autónoma.

Entre el 8 y el 11 de enero se llevó a cabo en Las Vegas (EEUU), el evento conocido mundialmente como CES (Consumer Electronics Show), donde las empresas presentan desarrollos y prototipos de novedades para hacernos la vida más sencilla, apuntalando a la tecnología como motor de logros hasta ahora impensados. Dentro de la muestra, la firma BMW de Munich se hizo presente con un prototipo que ya había presentado el año pasado en el Salón de Los Ángeles (EEUU) denominado Concept BMW Vision i Next, mostrando cómo la empresa imagina el futuro auto totalmente eléctrico y autónomo, permitiendo realizar actividades diversas durante el tiempo que demora el traslado.

Para ello apela a la conectividad e infoentretenimiento como una herramienta fundamental para su interpretación como tal. De esta manera, tanto el conductor como el resto de los tripulantes del vehículo, podrán hacer tareas que quedaron pendientes en la agenda personal, como así también podrán disfrutar de ver una película como lo harían en su casa. Y lo novedoso es que usando tecnología de realidad virtual puede proyectar imágenes, disponiendo para ello de una pantalla holográfica. En la misma pueden reflejarse distintas acciones a la vez que llevan a cabo 2 o más personas. La realidad mixta de esta pantalla le permite ejecutar varias acciones conjuntas, pudiendo ejecutar tareas de oficina como así también ver una película.

Por otro lado, y ya en el plano del desarrollo de conducción autónoma, en la actualidad las empresas están “progresando” en el nivel 2 de conducción autónoma, donde el conductor “debe estar atento” a determinadas situaciones que lo obligan a intervenir. Para “elevar” la categoría en el desarrollo de la conducción autónoma y pretender el tercer o cuarto nivel, este Concept iNext de BMW asegura que no se requiere de la intervención del conductor ni que esté atento a posibles intervenciones. De ahí que pueda ejecutar tareas tan distendidas como mencioné anteriormente. Pero admite que si el conductor “desea” intervenir en la conducción lo puede hacer. Esta diferencia sustancial, es la que jerarquiza esta etapa de desarrollo. Entonces tenemos conducción autónoma con realidad virtual proyectada en pantallas holográficas, ubicadas en el tablero del auto para que permita compartir con el resto de los pasajeros. Por otro lado, con la conectividad asociada se pueden ejecutar tareas a la distancia que ya están disponibles, como lo son (por ejemplo) ordenar el encendido de la climatización de la casa donde se dirige el auto.

Como si fuera poco, BMW está desarrollando la tecnología para proyectar en el parabrisas las imágenes del interlocutor de una llamada, entre otras funciones. Hay tareas que pueden ejecutarse durante el viaje, las cuales son coordinadas y ejecutadas por el IPA (Intelligent Personal Assistant – Asistente Personal Inteligente). Este asistente está “conectado” con la agenda personal, permitiendo adelantar o finalizar tareas pendientes. La promesa bávara para implementar estos desarrollos en el futuro inmediato, se traslada a partir del año 2025. Veremos que ocurre con los desarrollos e implementación de sistemas en este “breve” transcurso de tiempo.

Bueno, uno puede estar asombrado por esta tecnología que se está desarrollando, y por supuesto no asimilarla del todo porque se siente abrumado. Pero para entender lo que ocurre cuando nos presentan cosas desconocidas e inimaginables para nuestra realidad diaria, necesariamente debemos aprender a interpretar la información que estamos recibiendo para saber manejarla, aceptando la evolución tecnológica como una herramienta fundamental para acceder a una visión de futuro totalmente diferente a lo que hoy conocemos.

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Alberto Mario Kuchen

Apasionado por los autos. Familiarmente vinculado a este maravilloso mundo y al de las carreras de autos: mi padre que corrió en la década de los años 60 con el seudónimo de Sandokán. Como Ingeniero Mecánico Aeronáutico, la tecnología en pos de la seguridad y la mejora continua, siempre llamó mi atención. Mi compromiso con ustedes para compartir e investigar en todo lo que viene.

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