La empresa alemana Bosch apuesta por la conducción autónoma.

Por supuesto que al mencionar este aporte, Bosch acerca al mundo automotriz un elemento que es fundamental para dar un paso más contundente hacia un futuro que para muchos falta bastante tiempo para implementar, pero para otros el objetivo de conducción autónoma revista un carácter de adecuación o democratización del coche pero con costos más “terrenales”. Este comentario surge debido a que la tecnología en sí ya se encuentra en pleno desarrollo, pero como siempre, el escollo fundamental pasa por los actuales costos que se deben afrontar para implementar la tecnología ya disponible. Por eso Bosch presenta en Las Vegas un nuevo sensor denominado LIDAR (Laser Imaging Detection and Ranging) que es de largo alcance, económico y eficaz a la vez. Antes mencioné que ya se cuenta con esta tecnología: son los radares que emiten ondas de radio, pero con un costo que es realmente elevado para poder ser implementado en esta industria: hablar de valores que oscilan entre los 33.000 y 77.000 euros en este dispositivo, resulta descabellado. Por eso Bosch nos acerca este nuevo dispositivo que funciona mediante la emisión de rayos de luz láser infrarroja que al rebotar contra objetos, penetra en la lente receptora infrarroja, y en función del tiempo de demora entre la emisión y la recepción del rayo de luz láser, el sistema detecta la distancia y la ubicación del objeto, para inmediatamente generar una orden ejecutiva a los distintos sistemas que determine el software. Las distancias efectivas que cubrirá el rayo va a ser tanto en las de corta como de larga, ya sea dentro de la ciudad como en el tráfico de la ruta. Esencialmente este es el principio de funcionamiento u “ojos” con que contaría el vehículo para poder ser junto con innumerables sistemas, un medio de transporte autónomo. 

Antes mencioné del exorbitante costo de los radares. Como contrapartida, pese a que no hay valores establecidos para su futura comercialización, Bosch asegura que una vez que el LIDAR se pueda comercializar en una economía de escala para satisfacer el mercado masivo, el costo será sensiblemente inferior. Algunas empresas arriesgan que posiblemente rondaría los 5.000 dólares. Visto en perspectiva, esta cifra no sólo es lógica, sino que necesaria para poder democratizar la conducción masiva de la forma de conducción autónoma. Como complemento de este aporte, Bosch considera esencial que para optimizar una conducción automatizada, debería interrelacionarse la utilización y la sincronización de sistemas de cámaras y de radares, junto con la tecnología aportada por el LIDAR. Quiero mencionar que esta empresa lleva muchos años desarrollando cámaras, sensores del tipo ultrasonido y hasta radares, y también viene trabajando en conjunto con algunas marcas de auto para efectivizar la práctica de sus desarrollos junto a ellas. También es cierto que no es la única empresa que se encuentra en este nicho de desarrollo de productos: tales son los casos de marcas grandes como Volvo, Nissan y hasta Tesla, que han optado por implementar en sus vehículos tecnología más económica, como es la utilización de cámaras de video de alta definición. Otro logro de la empresa aparte del nuevo LIDAR, es el uso de la inteligencia artificial en las cámaras de visión de uso en los automóviles, que le permite detectar los obstáculos tales como peatones y ciclistas, y a la vez clarificar su visión en aquellos entornos que se encuentran oscurecidos. El beneficio de este artilugio pasa por la activación automática del sistema de frenado de emergencia para evitar el accidente vial. Deseo resaltar que estamos hablando de una empresa que en su historia reciente ha volcado sus esfuerzos tecnológicos y económicos en pos de contribuir y ser partícipe activo en el camino que denominamos de “conducción autónoma”, poniendo el sello de participación en proyectos que desde hace algunos años empezaron a orientar el camino de los sistemas de asistencia a la conducción, con la firme visión de la consecución de tráfico autónomo.