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El nuevo Porsche 911 Turbo S.

Cada vez que mencionamos la palabra Porsche 911, para aquellos que apreciamos la alta tecnología al servicio de la industria automotriz y lo supremo en estilo deportivo es probable que nuestra adrenalina empiece a funcionar a una velocidad vertiginosa, dando rienda suelta a nuestra imaginación. Será que nunca nos hemos sentido defraudados.

Esta introducción resume lo que sinceramente sentimos los amantes de autos que son naturalmente súper-deportivos. Y sin escatimar palabras, paso a comentarles lo que parece que nunca puede suceder: que nunca van a dejar de sorprendernos con una mejora no sólo en el comportamiento dinámico, sino en la optimización de las plantas motrices y sistemas que hacen a su rendimiento general. Ante una nueva presentación, nos queda esa duda que ronda por nuestras cabezas: en qué más pueden mejorar para sorprendernos. Y siempre ocurre lo mismo. Porque en definitiva esta “competencia” para estar en el podio de este tipo de vehículos de su categoría, deben esforzarse constantemente para llamar nuestra atención e impresionarnos.

Hecha esta introducción, quiero comentarles que me estoy refiriendo al nuevo Porsche 911 (992) Turbo S que la firma de Stuttgart nos entrega con una potencia brutal de 650 CV y 800 Nm. Este potencial proviene del conocido motor bóxer de 6 cilindros con 3.8 litros de cilindrada, biturbo y con ajustes que permiten incrementar unos 70 CV y unos 50 Nm con respecto a su antecesor, que hasta el momento era el más potente de la historia (580 CV y 750 Nm). En la evolución de rendimiento, entró en juego un nuevo sistema de admisión de aire, proveniente éste de un nuevo recorrido desde la toma exterior; pero además cuenta con 4 tomas de admisión, 2 de las cuales están ubicadas en la rejilla del capot trasero. También se trabajó en la optimización de la refrigeración del intercooler, captando parte del aire proveniente de las aperturas laterales. Recién mencioné que el motor estaba sobrealimentado con 2 turbos, que son simétricos, más grandes que los usados en su antecesor y de geometría variable (VTG). Para poder disfrutar de ese rugido poderoso y grave, cuenta con un sistema de escape deportivo que integra flaps que influye directamente en ese aspecto. Y para su aprovechamiento total, esta potencia lograda es transmitida a las cuatro ruedas mediante un mejorado sistema Porsche Traction Management (PTM) que distribuye el porcentaje de par entre los ejes, pudiendo llegar a entregar hasta 500 Nm al delantero. Para deleite de los conocedores, tiene la conocida caja automática secuencial PDK de doble embrague y 8 marchas, que es una delicia disfrutarla. Su chasis cuenta con la Porsche Active Suspension Management (PASM), con la cual puede regular el acercamiento al suelo en 1 centímetro para la actividad más extrema. Como podemos imaginar, todos estos sistemas que brindan seguridad y mejor desempeño en lo deportivo, auguran un rendimiento dinámico en curvas espectacular. El dato de color está dado por la aceleración que logra desde parado: emplea 2.7 segundos para llegar a los 100 km/h y 8.9 segundos para llegar a los 200 km/h, valores que mejora con respecto a su antecesor. Lo que sí mantiene es el valor de velocidad tope: 330 km/h. 

Pasando un poco a lo estructural, el auto es más ancho en ambos ejes: 1.84 metros por delante, y 1.9 metros en su eje trasero. A su vez cuenta con ayudas activas aerodinámicas tanto en su parte frontal con los deflectores de aire y el labio inferior de accionamiento neumático, como en la parte trasera, donde su alerón fijo trasero aumenta su superficie en un 15%. 

En lo estético viene dotado de aros de diferente medida, como nos tiene acostumbrados, calzando 20 pulgadas adelante y 21 atrás, pudiendo observar a través de los rayos los cáliper de color amarillo. Su parte frontal es continuista con el estilo del nuevo modelo, ensanchando un poco más las entradas de aire. En la zaga se ven las cuatro salidas de escape de forma rectangular, agrupadas de a dos con terminación en negro brillante. Este grupo se ve enmarcado en un rectángulo en color gris oscuro que hace las veces de deflector inferior.

El habitáculo no presenta modificaciones relevantes, ya que utiliza cuero, apliques en fibra de carbono y cromados. La tecnología de multimedia está concentrada en una pantalla central digital de 10.9 pulgadas, y el tablero del piloto presenta la misma forma y distribución como lo viene haciendo: 5 esferas, de las cuales la central es analógica y muestra las revoluciones por minuto, y los dos laterales son pantallas digitales configurables que complementan toda la información necesaria mediante 4 esferas. El audio está diseñado por BOSE. Lo último que me resta por mencionar, es que están las 2 opciones para elegir en función de gustos: techo fijo o tipo cabriolet. En fin, hay que decidirse.

Creo que no debo dejar pasar en el comentario final, que estamos en presencia de un excelente producto que nuevamente nos ofrece la marca germana cuyo ADN pasa desde sus orígenes por la entrega de su espíritu netamente deportivo, interpretando el deseo de los apasionados conductores a través de la entrega de sus atributos competitivos en su máxima expresión. 

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Alberto Mario Kuchen

Apasionado por los autos. Familiarmente vinculado a este maravilloso mundo y al de las carreras de autos: mi padre que corrió en la década de los años 60 con el seudónimo de Sandokán. Como Ingeniero Mecánico Aeronáutico, la tecnología en pos de la seguridad y la mejora continua, siempre llamó mi atención. Mi compromiso con ustedes para compartir e investigar en todo lo que viene.

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