La hermosa SUV ha recogido un sin número de premios y reconocimientos, y a lo largo de su corta historia, se afianzó en un segmento muy competitivo amparada por la trayectoria de la firma nipona. Por supuesto que no son sólo palabras, porque desde que entró al mercado, fue muy bién recibida por todo tipo de consumidores, pasando desde el juvenil hasta el familiar. En la mayoría de los mercados se presentó con el tradicional motor 1.8 i-VTEC con un desarrollo de 140 CV. Se caracterizó por su calidad general y excelente desempeño. Pero hace escasos días fue presentada en Europa una nueva variante, que no presenta cambios sustanciales a simple vista, pero incorpora el moderno motor 1.5 i-VTEC turbo con 182 CV que es utilizado tanto en el Civic nuevo como en la CRV de última generación. Éste va amalgamado con una caja manual de 6 velocidades o una caja automática CVT con 7 marchas simuladas. Dejaron trascender que junto a esta renovación de planta motríz, se le practicaron ajustes tanto en la suspensión como en la dirección.
En lo estético presenta unos pequeños retoques aerodinámicos que le confieren un aire más deportivo, embellecimiento en la trompa del vehículo (parrilla y oscurecimiento de fondo de ópticas) y un cambio de aros. En la parte trasera, las ópticas oscurecen su fondo, y complementa el toque deportivo la presencia de una doble salida de escapes.
Si hablamos de lo tecnológico, es probable que tenga control de velocidad crucero adaptativo, frenado automático de emergencia, sistema de asistencia de mantenimiento de carril, y alguna herramienta más que aporte a mayor seguridad de los ocupantes. Es muy probable que esta versión sea presentada en la Touring, que es la de mayor equipamiento.
Primero va a comercializarse en el viejo continente, pero más adelante, probablemente en el 2019, sea presentada y producida en Sudamérica. Con un poco de paciencia, la veremos pronto y nos sacaremos las dudas del caso, pero sobretodo la probaremos para tener esa impresión de manejo que ya me estoy imaginando.
