Quizás esta charla la tuvimos en muchas oportunidades con un sin número de personas, pero no las llevamos a la práctica, porque siempre existe un justificativo que sabemos que no es válido pero lo esgrimimos sin dudar. Entonces viene la parte reflexiva en la cual entran en conflicto dos posturas: entre lo que sabemos y lo que no aplicamos. Siempre encontramos un acertado justificativo, pero caemos en nuestra propia trampa. Casi sin darnos cuenta, entramos en un juego. Ahora bien. Lo más importante es entender que los más perjudicados, somos nosotros mismos, ya que el que soporta económicamente esta disyuntiva, es nuestro bolsillo. Y como consecuencia directa de nuestros actos, debemos aceptar que el gasto más grande que representa tener un auto en la calle, es el consumo del combustible para su uso diario. Pero pese a todos estos comentarios, quiero brindarles unos tips que son de fácil e inmediata aplicación.
Básicamente debemos enfocarnos en tres aspectos centrales para mejorar nuestros consumos: sin duda nuestro estilo de manejo, el adecuado mantenimiento del auto, y el estado e inflado del neumático. Como mencioné antes, nuestro estilo de manejo habla por sí sólo como somos de temperamento y que actitud adoptamos sentados en la butaca del conductor. Debemos entender y aceptar que es primordial realizar nuestros movimientos diarios con el tiempo suficiente para no andar corriendo; es decir, salir antes y desplazarnos con menor velocidad y brusquedad. Por supuesto que una cosa es decir o comentar, y otra muy distinta es hacer. Pero en la medida que entendamos que nosotros debemos administrar nuestro tiempo, y no el tiempo a nosotros, vamos a lograr un cambio de actitud en nuestro manejo. Y en verdad, el hecho de salir con anticipación, y no estar ansiosos porque vamos a llegar tarde donde debamos arribar, vamos a poder circular con mayor previsibilidad, y conducir más relajados y atentos a nuestros movimientos. Esto va a redundar en un menor gasto de combustible, ya que cuanto más rápido nos desplacemos, más combustible gastaremos.
Si entendemos y aceptamos estos comentarios, nos va a permitir manejar con mayor previsibilidad; además es importante que analicemos cómo es nuestro entorno de tráfico vehicular, anticipando acciones que eviten las aceleraciones y frenadas bruscas totalmente innecesarias. Si realizamos aceleraciones suaves, sin dudas los beneficios directos se van a ver reflejados con menor consumo y menor desgaste de las pastillas y discos de freno. Si hacemos hincapié en la conducción adecuada en función de nuestro entorno de tráfico, vamos a lograr anticipar algunas acciones tendientes a evitar brusquedades. A modo de ejemplo, necesitamos observar y anticiparnos a los cambios de colores del semáforo: si estamos a una distancia relativamente lejos y vemos el paso de colores de verde a amarillo, no es necesario seguir acelerando para detenernos con una frenada mayor en el cruce de calles. Entonces debemos instintivamente quitar el pié del acelerador, mantener la marcha de cambios sin variar y dejar que el coche corra con la marcha puesta sin acelerar. En esta situación, el coche se desplaza con el motor revolucionando pero se va desacelerando (frenando) sin ingreso de combustible a la cámara de combustión. El resultado es menor consumo y menor uso de freno para la detención del auto. Por supuesto, que esto mismo se aplica en la ruta para distintas situaciones, como lo es cuando nos acercamos a una curva, o no podemos concretar un adelantamiento: en estos casos se repite el procedimiento anterior, aportando menor gasto y sobretodo mayor seguridad y control del auto, en lugar de realizar maniobras bruscas de exigencia innecesaria.
Otro factor a considerar para reducir el nivel de consumo, y en especial cuando salimos a la ruta, es el de “limpiar” la superficie del auto. Es decir, no llevar aditamentos externos que generan mayor resistencia al avance, como son las bacas o porta-objetos, y los cofres superiores que van montados sobre las bacas, en el caso que no los necesitemos. El hecho de llevar cosas innecesarias cotidianamente en el cofre (baúl) del auto, si bien no es lo mismo que llevar una persona más, pero es peso adicional innecesario que va a demandar más consumo de combustible para movernos.
El mantenimiento adecuado del motor nos permite un uso más apropiado y con menor consumo. Y es importante saber que el cambio de los filtros de aire, combustible y el aceite con los períodos establecidos por el fabricante, nos brinda una optimización de la energía (combustible) requerida para el desarrollo diario. Esto no es un tema menor, ya que no sólo brinda seguridad en el funcionamiento, sino, lo más importante, un funcionamiento suave, con menor consumo y más ecológico.
Y por último, y no por eso menos importante, es el neumático. En este tema hay que prestar atención a varios factores. Más allá de respetar las especificaciones técnicas que establece el fabricante para reponer los desgastados, es recomendable utilizar aquellos que tienen la característica de poseer baja resistencia a la rodadura o al avance. Y con ello, no voy a sacrificar capacidad en su eficiencia y comportamiento en curvas y en lluvia. Pero sí debo usarlos con la presión recomendada de acuerdo con el tipo de uso que le doy, prefiriendo siempre adicionar unas libras demás a unas de menos, ya que el hecho de calzar neumáticos con baja presión me va a generar un mayor consumo de combustible al aumentar la pisada, logrando un desgaste desparejo y prematuro, generando la imposibilidad de balancearlos correctamente. Como así tampoco se deben sobre-inflarlos, ya que es contraproducente porque sobreviene un desgaste en el centro de la pisada del neumático, y provoca comportamiento general deficiente.
Por otro lado, no es lo mismo usar el auto con mucha carga o ir solamente el conductor. Para esta situación el fabricante recomienda presiones de inflado diferencial. Como podemos apreciar, hay varios factores atados para lograr un consumo más económico y con un mejor comportamiento general de nuestro auto. Pero sin dudas, nuestro desafío está en la buena actitud que adoptamos cuando vamos al volante. Deseo asegurarles que es fundamental para disfrutar de nuestro manejo, conjugando menor gasto y mayor placer en la conducción.