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Evolución de las baterías Blade de BYD.
Una de las marcas importantes dentro de la industria del mercado automotriz chino que está escribiendo su historia en el camino hacia la electrificación total de los vehículos, como lo es BYD (Built Your Dreams), marca un nuevo hito en su recorrido al presentar la segunda generación de sus conocidas y eficientes baterías eléctricas LFP que llaman del tipo Blade (denominación que recibe por el tipo de presentación en el armado general de la batería).
Desde hace 4 años a la fecha, BYD ofrece en el mercado un tipo de batería que desarrolló poniendo de manifiesto una estrategia diferente en la presentación de las celdas, asegurando también una cualidad de robustez constructiva que le confería mucha resistencia a la hora de eventos ofensivos que atentaban contra la integridad del producto con consecuencias no controlables. Estas pruebas consistían en asegurar éxito a la hora de someter la batería al aplastamiento, a la perforación, sometimiento a la flexión estructural, sobrecarga eléctrica y también aguantar temperaturas externas superiores a los 300° C. Por supuesto que, en estos términos, podría decirse que era el mejor producto de mercado en garantizar la “seguridad” para los vehículos totalmente eléctricos.
En el tiempo quedó demostrado que tales promesas fueron cumplidas. Los pilares que conformaron este buen producto destacan el empleo del fosfato de hierro y el litio (LFP) en la integración del cátodo, en lugar del empleo del níquel, manganeso y cobalto (NCM). Esta composición química le brinda más estabilidad, disminuyendo la posibilidad de fugas e incendios. El otro aspecto relevante y superador, es que constitutivamente la arquitectura adoptada deja de lado los módulos convencionales y agrupa las celdas más eficientemente incrementando el espacio para el material activo. Esto posibilita una mejora en la densidad energética, reflejando un aumento de autonomía.
Ahora bién: en esta nueva generación de las LFP, la marca BYD asegura una mejora significativa en el rendimiento y una mayor autonomía de los vehículos eléctricos, reforzando el compromiso ético con la sostenibilidad al hacer hincapié en desarrollar tecnologías para mejorar la gestión integral del ciclo de la vida útil de la batería, enfocando esfuerzos en su posterior utilización para tareas de menor exigencia una vez cumplido el ciclo en el vehículo. Por otro lado, la estrategia de esta nueva generación apunta a mejorar el efecto multiplicador de la carga como en la descarga de ésta. Después de estas consideraciones, en líneas generales BYD consolida su trayectoria en pos de una mejora continua no sólo en eficiencia de su producto, sino en el compromiso de apuntalar una visión de sostenibilidad de sus desarrollos con la incorporación de nuevos materiales que hagan más “amigable” a sus baterías con las exigencias que se van incorporando a nivel global.
Desde mi punto de vista, con la mirada intentando ser lo más objetiva y abarcativo posible, considero que todos los fabricantes de baterías eléctricas intentan ofertarnos diferentes productos que se están desarrollando actualmente, con el objetivo claro de mejorar la eficiencia, la autonomía, aumentar la densidad de carga y abaratar los costos con el empleo de nuevos materiales pensando en la sustentabilidad del sistema en general. Las diferentes fábricas (ubicadas en su mayoría en China) están proponiendo diferentes estrategias y caminos para llegar a un objetivo claro que es el de tener un producto, financieramente hablando, de bajo costo y muy eficiente a la vez, metas que aún se encuentran un poco lejos de alcanzar, pero que, en este arduo trabajo por mejorar continuamente la oferta, ponen sobre la mesa el resultado después de grandes inversiones y mucha investigación.
No está demás decir que la vara con la que están trabajando en pos de su futura meta, se eleva cada vez más a medida que se evoluciona. Por otro lado, muchos podrán cuestionar el tiempo en alcanzar este tan esperado resultado, y es en ese momento donde quizás debemos mirar unos pocos años atrás e intentar ser objetivos, con la mirada puesta en los productos a los que tenía acceso el mercado. Sin lugar a duda, el resultado es altamente positivo, pero por supuesto que falta mucho.
Se avecina la llegada de la tan ansiada tecnología de baterías de estado sólido con mejoras sustanciales, que ya está siendo probada y próxima a ser aplicada en producción a escala, y que seguramente elevará aún más la vara, suponiendo un salto muy considerable en todas estas condiciones que les mencioné algunos párrafos arriba, quedando pendiente por dilucidar el aspecto económico a la hora de la adquisición. Seguramente se oirán voces en detrimento de esta tecnología de locomoción eléctrica, como así también otras que están a favor.
Creo que deberíamos esforzarnos por tener una mirada más integradora y por supuesto de convivencia entre las diferentes tecnologías que el mercado actual nos ofrece, porque las realidades de las diferentes regiones son distintas y seguramente vamos a tener que convivir con ellas de ahora en más.