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La actualización del Hyundai Kona adopta también un acabado N-Line.

Le llegó la hora al Hyundai Kona de recibir actualizaciones, y como es costumbre en los casos de media vida de cualquier generación, encontraremos aspectos estéticos que siempre rejuvenecen la imagen del producto, pero a la vez incorpora la última versión de multimedia que genera la marca, junto a nuevas y mejoradas ayudas a la conducción.

Quizás en nuestra región el Hyundai Kona no es el superventas de la marca, como sí ocurre con otros modelos, pero a nivel global sí lo es. Por ello, Hyundai decide refrescar la imagen de su B-SUV para estar a la altura de las demandas en ese segmento de competencia tan encarnizada. Pero curiosamente con lo que acontece normalmente, en esta oportunidad la “cara” del Kona recibe un rediseño bastante profundo: si bien el estilo de imagen cuenta con las ópticas principales separadas de las cejas superiores de led que integran la luz diurna, la manufactura y estilo son muy diferentes, con una forma más alargada, cosa que le permite dividir internamente los diferentes tipos de luces, que también tienen tecnología Led.

La parrilla superior cambia de forma y tamaño, obligando a un replanteo general del paragolpes. Por debajo apreciamos otra parrilla con dimensiones más grandes que el modelo actual. El capot tiene el gran logo de la marca en su parte central justo por encima de la parrilla. En líneas generales, logra un frente más estilizado y moderno. Mientras que la versión N-Line no tiene el logo, y en su lugar incorpora 3 pequeñas entradas de aire alargadas; el paragolpes es de diseño algo diferente y específico, quitando las clásicas “protecciones” de plástico en gris satinado por un delgado spoiler en forma de labio que le aporta un toque más de deportivo y no tan campestre. Agrega en los extremos laterales justo por debajo de las nuevas ópticas, unas falsas entradas de aire con un entramado en plástico.

En el lateral, reemplaza las protecciones en plástico negro, para adoptar el estilo en color carrocería, unos aros de 18 pulgadas, y en la zaga las ópticas inferiores tienen un nuevo diseño, en los bajos del paragolpes adopta un difusor de aire y doble salida de escape. En su conjunto, aporta un estilo más deportivo y hasta incluso más atractivo.

Dentro de su habitáculo, encontramos otras terminaciones y materiales que se combinan con tapizados diferentes, pero lo más relevante comienza con esta descripción: cambia la pantalla central por una nueva táctil de 10.25 pulgadas con compatibilidad con Android Auto y Apple CarPlay de forma inalámbrica e incorpora la última versión del Blue Link que incluye el perfil del conductor, la navegación de la última milla de ruta para continuar el camino hasta el destino una vez que se ha aparcado el vehículo, las rutas que están conectadas y dispone de información de estacionamiento disponible en tiempo real. Estas funciones aportan información que pueden llegar a suplir futuras demoras en la conducción, adecuando los tiempos disponibles.

El diseño de la consola central es nuevo: incorpora aberturas en la parte inferior y adopta el freno de estacionamiento electrónico. Cuenta con más tomas de USB la segunda fila de asientos, que ahora tiene la posibilidad de estar calefaccionada. Entre las ayudas a la conducción que dispone el piloto, encontramos el control de crucero inteligente (el SCC o Smart Cruice Control) con función Stop & Go, que resulta muy práctico para los atascos comunes en el tráfico citadino; el asistente de punto ciego con función de frenado: realmente muy interesante esta evolución, ya que no le permite al conductor cambiar de carril y a la vez le frena el vehículo; el asistente de mantenimiento de carril, el asistente de frenada de emergencia que detecta peatones y ciclistas, y el sistema de alerta de tráfico trasero cruzado que acciona automáticamente los frenos. Como podemos darnos cuenta, entiendo que merece el pulgar arriba por el aporte significativo que recibe este vehículo en materia de seguridad.

Queda por mencionar la variedad de propulsores motrices: está el nuevo 1.6 litros T-GDI denominado Smartstream con una potencia de 198 CV que va asociado exclusivamente a una caja automática de doble embrague de 7 marchas, pudiendo solicitarse con tracción delantera o a las 4 ruedas. Está el motor de gasolina de 1.0 litro de 120 CV de potencia asociado a una caja manual de 6 marchas (6iMT) que contará con un sistema de apoyo leve de electrificación o micro hibridación (Mild Hybrid de 48 V). También contará con micro hibridación de 48 V el motor diésel de 1.6 litros que entrega 136 CV, que podrá ir acoplado con una caja manual de 6 marchas (6iMT) o con una caja automática de doble embrague de 7 marchas (denominada 7DCT): en ambos casos podrá pedirse como opción la transmisión a las 4 ruedas. En cuanto a la opción híbrida convencional, el Kona conserva el grupo propulsor del motor de gasolina de 1.6 litros y un motor eléctrico que en conjunto entregan 140 CV, utilizando una caja automática de doble embrague de 6 marchas y únicamente con tracción delantera. En este caso el motor eléctrico se alimenta de una batería de iones de litio de 1.56 Kwh.

Con respecto a las versiones Kona Hybrid actualizado y Kona Electric, es probable que una vez avanzado el 2021 tengamos noticias. Después de comentarles la gama de motores y sistemas de propulsión, creo conveniente aclarar algo que mencioné arriba acerca del tipo de caja manual 6iMT: esta caja trabaja con un accionamiento electrónico del embrague y no de forma mecánica como es lo convencional. La tarea del iMT radica en desacoplar el motor de la caja a través del embrague cuando el conductor levanta el pie del acelerador, permitiendo que el motor se detenga y se ahorre combustible, moviéndose el vehículo en lo que se denomina desplazamiento en el modo de rueda libre. Por el contrario, cuando el conductor acciona tanto el acelerador como el freno, el motor reinicia la marcha con la ayuda de la micro hibridación de 48 V.

Dando vuelta la página de propulsores, en cuanto al desarrollo dinámico de todas las versiones del Kona, Hyundai trabajó en el desempeño de la amortiguación al incluir unas barras estabilizadoras nuevas y en la puesta a punto de la dirección. Pero con respecto a la versión del Kona N-Line, al recibir el motor 1.6 T-GDI con sus 198 CV y tracción del tipo integral, Hyundai asegura que el vehículo recibió una puesta a punto particular para poder tener una performance más deportiva. Después de desarrollar la nota, me queda claro que el restyling que recibe el Kona representa una verdadera evolución en varios aspectos, presentando un estilo en el frente de carrocería más atractivo que el modelo actual, pero sobre todo se nutre de muchos aportes tecnológicos que le permiten mantenerse vigente, más seguro y totalmente actualizado, con una variedad de opciones que le permitirán convencer a futuros propietarios. 

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Alberto Mario Kuchen

Apasionado por los autos. Familiarmente vinculado a este maravilloso mundo y al de las carreras de autos: mi padre que corrió en la década de los años 60 con el seudónimo de Sandokán. Como Ingeniero Mecánico Aeronáutico, la tecnología en pos de la seguridad y la mejora continua, siempre llamó mi atención. Mi compromiso con ustedes para compartir e investigar en todo lo que viene.

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