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Los resortes de amortiguación.

Si bien no necesitan mantenimiento preventivo, es importante saber cuál es su función y cómo cuidarlos.

No siempre tenemos claro como está constituida la suspensión del auto, pero sí demandamos confort y seguridad. Tampoco tenemos certeza de como trabaja cada elemento. Pero la idea de esta charla es transmitir la función del resorte (o espiral) de suspensión. Debemos aclarar que se los encuentra comúnmente en todos los vehículos de uso diario, formando parte del tren delantero y del trasero.

Cumple con muchas funciones ya que como trabaja constantemente a la compresión, cuando el auto se mantiene detenido debe soportar su peso y mantener de forma constante la altura con respecto al suelo manteniéndolo estable; pero cuando se circula, requerimos estabilidad al absorber las imperfecciones y cuando tomamos curvas que hacen inclinar el auto como consecuencia de la inercia. Del mismo modo, cuando frenamos, necesitamos que al bajar la trompa, vuelva a su posición normal en forma inmediata. Su instalación necesita de ciertos recaudos ya que como su posicionamiento en el lugar de trabajo y funcionamiento es a la compresión, su manipulación es de extremo cuidado.

Como se puede apreciar, su funcionalidad va a depender directamente de la composición estructural o tipo de material y del tratamiento térmico que se le dé en el momento de su construcción. Esa dureza que se obtenga va a ser fruto de un estudio previo que el fabricante va a determinar en función del tipo de tarea para el cual fue pensado. Con esto vale mencionar que no se debe improvisar en modificar el tipo de resortes de acuerdo al gusto particular de nosotros. Normalmente están construídos con barras de acero especial cuya característica fundamental pasa por la resistencia a la fatiga, como consecuencia de la variación en el recorrido (compresión y expansión) en el lugar de su montaje, por todas las acciones a las que es sometido constantemente como mencioné antes. Por lo tanto, su dureza va a estar tarada por el fabricante a requerimiento de la tarea del vehículo. Para visualizar su ubicación, en el tren delantero éstos van montados entre el eje donde va montada la cubierta y el habitáculo interno superior del guardafangos. Y en el tren trasero, dependiendo del tipo de suspensión, sobre el eje donde van las cubiertas y la parte interna superior del guardafangos trasero.

Se pueden diseñar dos tipos de reacción de trabajo del espira: los lineales y los de acción progresiva. Los lineales están construídos con una sola constante elástica de trabajo, los cuales se deforman directamente proporcional al peso al cual están sometidos. Este tipo es utilizado en general en el tren delantero del auto, ya que no hay variación del peso. Los de acción progresiva están diseñados y construídos con una constante elástica que es variable. Estos van instalados en el tren trasero, ya que en ese lugar sí puede haber una variación de pesos, ya sea por la cantidad de personas a trasladar, como a la carga que se ubica en la maletera. Entonces, la reacción del espiral es más contundente a medida que aumenta la carga, otorgando un manejo más cómodo cuando se va vacío, y rígido ante una mayor carga. Un sistema muy utilizado y eficaz, es el tipo de suspensión McPherson, que amalgama el conjunto espiral y amortiguador para poder disminuir el peso en su conjunto. El pié del amortiguador, en este caso, va acoplado a la punta de eje, mientras que el tope superior del espiral va anclado al soporte superior del guardafangos.

Una vez explicada la función y la necesidad de contar con él en perfectas condiciones, podemos referirnos a los problemas que puede generar el hecho que se encuentre dañado o en mal estado. Varias pueden ser las consecuencias, pero las más relevantes están relacionadas con los problemas que puede afectar directamente a la suspensión, a la alineación y a la dirección propiamente dicha. Esto afecta directamente la seguridad del vehículo y sus ocupantes, ya que altera la estabilidad del vehículo y un desgaste irregular en el neumático. En este caso, el desafío es determinar cuando un conductor debe reemplazar los espirales, y que los debe hacer siempre en su totalidad o al menos los dos del mismo tren de rodaje. Por supuesto que es difícil estipular cuando se los debe reemplazar, pero va a depender fundamentalmente del lugar de utilización del vehículo, ya sea en la ciudad, ruta, ripio, montaña o caminos rurales. Por lo expresado anteriormente, si el conductor es medianamente avezado se va a dar cuenta que el comportamiento del auto va a ir modificándose, percibiendo menos estabilidad en el desarrollo de la conducción: se comporta de una manera más insegura tanto en el frenado como en el deslizamiento lateral cuando se vira. Dicho esto, se puede tomar como consejo, que cada dos cambios de amortiguadores, con uso normal, se reemplacen los espirales.

Otro aspecto a considerar es el estado de la pintura exterior del espiral, ya que pueden esconderse algunas pequeñas fisuras no visibles a simple vista. También se puede chequear desde distintos ángulos, que la altura del piso del auto se encuentra más bajo de lo normal. Al menos hay que revisar. Otra alarma se enciende cuando ante una frenada de emergencia, la trompa del auto baja pronunciadamente hacia el piso o extiende la distancia de frenado. Otro tanto ocurre cuando al superar un desnivel o un rompe muelles, el auto “cabecea” y se desacomoda, volviéndose inestable. Como verán, muchos aspectos nos puedan dar síntomas que tenemos problemas con los espirales. Y llegado el caso de tener que reemplazarlos, bajo ningún concepto se debe tratar de extenderle la vida útil efectuando cortes o modificaciones, ya que pierden las pocas cualidades originales que le quedan. No olvidemos que los autos han sido diseñados con componentes que deben cumplir una determinada función, y modificarlos por gustos personales, podrían traer consecuencias de todo tipo, ya sea de rendimiento o comportamiento. Un último aspecto a mencionar, es que existen situaciones donde un propietario decide incorporar equipos adicionales que modifican el peso del auto, como puede ser el caso de la adaptación de un equipo de gas, donde el peso sobre el tren trasero se ve modificado con respecto al concebido por el fabricante. Entonces se debe adaptar el sistema de espirales y amortiguadores para tal fin. Es muy apasionante el tema de la funcionalidad de este elemento, ya que en conjunto con otros aporta al confort y a la seguridad de todos nosotros.

 

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Alberto Mario Kuchen

Apasionado por los autos. Familiarmente vinculado a este maravilloso mundo y al de las carreras de autos: mi padre que corrió en la década de los años 60 con el seudónimo de Sandokán. Como Ingeniero Mecánico Aeronáutico, la tecnología en pos de la seguridad y la mejora continua, siempre llamó mi atención. Mi compromiso con ustedes para compartir e investigar en todo lo que viene.

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