El nuevo Ford Kuga-Escape.

Sin dudas esta nueva generación dejó claro que abandona las líneas de tensión agresivas en su silueta, para presentarnos una estética con líneas totalmente suaves y redondeadas, presentando una silueta elegante y refinada. De la mano de una mayor calidad general en su manufactura y empleo de materiales, entrega un sinfín de sistemas tecnológicos que lo posicionan en el mercado como un SUV compacto que va a darle dolores de cabeza a sus pares, y hasta incluso animándoseles a los premium. Donde también hay algunas sorpresas es en el empleo de diferentes opciones en la propulsión, como lo detallaremos más adelante, tanto en desarrollos de los motores alternativos como en lo híbrido. Para comenzar quiero explayarme un poco en lo estético, donde apreciamos un cambio bastante radical. Y lo expreso de esa manera, ya que a simple vista se suaviza la mirada con el recorrido de sus contornos. Ha sabido adaptar los últimos trazos que se adoptaron para diseñar al Ford Focus actual.

Visto de frente podemos apreciar que la parrilla central se posiciona un poco más abajo, adoptando una nueva trama en forma de panel de abeja, con detalles grandes y marcados, y que a su vez sirve de estandarte para ubicar unas nuevas ópticas con luz diurna inferior en forma de boomerang, haciendo uso de la tecnología Full Led. Cabe destacar que estos grupos ópticos son del tipo adaptativo. Excelente. Continuando con la trompa, observamos una parrilla baja más discreta, acompañada de dos entradas de aire laterales “reales”, donde van ubicados los nuevos neblineros. Si bien la estructura frontal es bastante vertical, hacia los costados se suaviza su enfrentamiento al viento, y con el diseño del capot presentado en dos niveles con transición moderada, resulta razonable mencionar cómo se resaltan unos “falsos” hombros en los guardafangos, característica adoptada en otras situaciones. 

La vista de perfil nos presenta un contorno muy fluído, apreciando un cambio sustancial a partir del parante A y a lo largo del avance de la línea del techo, ya que baja con pendiente suave hacia el pilar C, queriendo simular un estilo de coupé que no es tal. Se aprecia una buena combinación de líneas curvas y algunas un poco tensas, pero le dan el volumen lateral y la sugerencia de elevación de la base de la superficie vidriada, que está muy bien equiparada con la superficie total de chapa. Tanto los pasarruedas como los aros, encajan proporcionalmente en su vista lateral, presentando un tamaño adecuado sin exagerar con el creciente gusto de disponerlos cada vez de mayor figura. 

La parte trasera del auto renueva el interior de los grupos ópticos y el gran portón vertical, que va  jugando en su recorrido descendente entre superficies cóncavas y convexas, vigorizando su imagen. El gran logo central de la marca se ubica por debajo de la luneta y va acompañado un poco más abajo por el nombre del auto: KUGA, en letras separadas y grandes. Por supuesto que dependiendo de la versión, nos vamos a encontrar con diferentes opciones de salidas de caños de escape. Sus cotas han variado sensiblemente, logrando medir 89 milímetros más de largo, unos 40 milímetros más de ancho y apenas 20 milímetros más baja. Estructuralmente, la fábrica garantiza un 10% más de rigidez, con una adecuada reducción de peso de unos 90 kilogramos. Ante este nuevo planteamiento, y después de observar con detenimiento su aspecto general, me atrevería a decir que la marca del óvalo orientó su nuevo modelo de C-SUV a un concepto más moderno con refinada terminación de líneas.

En el interior no vamos a encontrarnos con grandes sorpresas con respecto a lo visto en el nuevo Focus, ya que adopta la mayoría de las soluciones y disposiciones generales. Por el lado del tablero, cuenta con uno digital de 12,3 pulgadas y una pantalla táctil central flotante de 8 pulgadas para el sistema de infoentretenimiento. No tiene una palanca selectora de cambios, sino que adopta el selector circular para los que traen caja automática. Otra innovación adoptada del Focus es la de contar con un control dinámico de la conducción, con 5 modos diferentes: Eco, Normal, Sport, Terreno resbaladizo y Nieve/Arena. De hecho estas virtudes le permiten mejorar el off-road, sin llegar a los extremos, ya que como sabemos, mucho tiene que ver el complemento del neumático acertado.

Dentro de los sistemas de asistencia al manejo y seguridad, viene dotado del Control de Velocidad Crucero Adaptativo con Stop & Go, reconocimiento de señales de velocidad, asistente de centrado de carril, sistema de mantenimiento de carril con asistente de puntos ciegos y asistente de pre-colisión. Para mayor confort de marcha, contrarresta la rumorosidad del desplazamiento del vehículo con un sistema integrado de compensación de audio (tecnología Active Noise Cancellation). Bienvenida sea la tecnología en pos de la seguridad.

Desde el punto de vista interno y relacionado al aspecto distribución de plazas y cargas, como la distancia entre ejes se incrementó en unos 20 milímetros (2,71 metros), el replanteo general ofrece mayor espacio para los ocupantes, optando con soluciones prácticas que le permiten regular la banqueta trasera longitudinalmente para adaptar necesidades de longitud de piernas de los ocupantes, con respecto al volumen de carga a trasladar. Esta solución le permite oscilar entre los 410 y 477 litros de capacidad de carga, o hasta incluso hasta 600 litros si decide no llevar auxiliar de repuesto (kit anti-pinchazos).

Ford siempre hace uso de tecnología al servicio del propietario, proponiendo una alternativa válida que asegura el buen estado de condiciones del vehículo. En esta oportunidad ofrece una aplicación (App) para Smartphone Ford Pass, donde el conductor puede chequear en tiempo real la ubicación del auto, la autonomía con que cuenta, algunos niveles como los de aceite y anticongelante, apertura o cierre de las puertas a distancia, o practicar una llamada de emergencia eCall. Buen servicio para evacuar algunas dudas.

Como esta tercera generación ha sido desarrollada sobre la nueva plataforma C2, le permitió incrementar sus medidas, y posibilita a la adaptación de diferentes plantas motrices. En esta oportunidad, la marca americana propone una serie de motores de combustión interna más eficientes: dos gasolineros de 1,5 Eco Boost con 120 y 150 CV, y dos nuevos diesel: 1,5 Eco Blue y 2.0 Eco Blue de 120 y 190 CV. Ford presenta también 3 opciones con variante híbrida: una opción de un bloque diesel 2.0 Eco Blue con 150 CV, que combina con un sistema eléctrico de 48 voltios y que no actúa en forma independiente (sistema Mild-Hybrid). La segunda opción funciona como un híbrido tradicional (Kuga Hybrid): cuenta con un motor 2.5 litros de ciclo Atkinson junto con un motor eléctrico y una batería de iones de litio. Y por último la más potente, el Kuga Plug-In Hybrid con ese mismo motor gasolinero de 2.5 litros, pero con 225 CV en total, disponiendo de una batería de 14,4 Kwh de capacidad, permitiendo circular unos 50 kilómetros en modo 100% eléctrico. 

Como observamos, estamos en presencia de un vehículo que nos ofrece mucha tecnología, mejora sustancial en la calidad general de manufactura y un cambio de estilo de diseño que nos hace imaginar cuál es el rumbo que toma la marca del óvalo en sus nuevos productos de nivel global. Sólo es cuestión de esperar un poco, para poder encontrarnos cara a cara con ellos, y poder disfrutarlos y quitarnos las dudas que siempre se cruzan en nuestras mentes: cuánto avanzó este nuevo producto que entra a competir en el mercado más competitivo a nivel mundial.