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Porsche comenzó a probar un Cayman muy extremo: El GT4 RS.

Con mucho para “aportar” a aquellos que se detienen para apreciar semejantes obras de arte de la ingeniería, y que son más radicales que las versiones deportivas entradas de ofertas en su portfolio, Porsche quiere mostrar las garras con su opción más radical: el 718 Cayman GT4 RS.

Cada vez que la empresa germana es noticia, los fans que habitan este planeta prestan atención porque seguramente les van a regalar una alegría. En esta oportunidad, y sin anuncios oficiales, Porsche comenzó a rodar en el circuito emblema alemán de Nürburgring, un vehículo que se lo puede calificar como el más extremo de los Cayman. Ya conocemos la versión GT4 que está dotado con un característico motor de 6 cilindros de 4.0 litros del tipo bóxer con nada menos de 420 CV y 418 Nm de torque. Bueno, en esta oportunidad este nuevo RS promete más sal y pimienta, y sin ofrecernos datos y cifras, nos augura un vehículo que quiere hacerle cosquillas al tradicional y mítico 911. Si bien este comentario es algo intrépido ya que la historia y laureles no se borran, bien es cierto que por las prestaciones que uno puede imaginarse, con la distribución de pesos y potencia a entregar en función del peso del vehículo, seguramente la idea de contarle las costillas al modelo más racional del 911 es simbólico. Pero en cuanto a prestaciones, puede suceder la comparación, y es lógico que suceda. Dicho esto, como comentario personal deseo manifestar que cada animal debe ocupar su corral, y es por eso que los rieles no se cruzan. Retomando la idea central de esta nota, seguramente podemos imaginarnos muchas cosas, dado que no contamos con información específica, pero que seguramente en breve vamos a contar. Y si a elucubraciones o especulaciones nos apegamos, es bastante probable que la marca nos asombre con una reducción en su peso bruto, con mayor potencia exprimida de ese poderoso 6 cilindros bóxer y un torque mayor aún, y por sobre todas las cosas, un montón de artilugios aerodinámicos pensados para aportar lo suyo a la hora de disfrutar algún circuito, con la tarea específica de mejorar aún más su performance. Seguramente el producto final va a ser enloquecedor, convirtiendo al pequeño de la familia como una bestia cuyo sentido es el de ser recordado como el más atrevido: motor grande, aspirado y seguramente con una versión de caja manual, como si algo más pudiera pedirse para disfrutar a pleno.

Claro está que nuestra imaginación es muy frondosa, pero lo que sí es cierto, que contando como base los atributos de un Cayman GT4, sólo resta esperar un poco para alegrarnos con esta hermosa propuesta de Porsche. En cuanto a la posibilidad de reconocer este radical RS, ya podemos anticipar que las primeras imágenes que han comenzado a circular muestran la silueta con poco camuflaje, pudiendo distinguir claramente un enorme alerón trasero característico de la familia “RS”, junto a unas branquias verticales de gran tamaño ubicadas en el guardabarros trasero justo antes del pasarruedas; también observamos unas entradas de aire laterales ubicadas justo después del parante posterior de la puerta a la altura de la ventanilla trasera; completa la configuración, un frente con un paragolpes específico y unas ranuras de entrada de aire insertas en el capot. Con este desarrollo, quiero dejar planteado que seguramente vamos a tener noticias más firmes de su presentación oficial cerca de finales de año, dado que al poder ser captado en pruebas y casi sin camuflaje, los posibles cambios van a ser menores. Por lo tanto, solo restar reforzar la paciencia e incrementar las expectativas, porque seguramente el producto final nos va a mantener con ganas de conocer los datos técnicos definitivos. Y si hay un detalle que ayuda a incrementar la impaciencia, es que seguramente va a ser una “Edición Limitada” en cuanto a cantidad de unidades, poniendo en alerta a futuros candidatos para poder inscribirse en una escueta lista de compradores que van a tener que desembolsar una cifra bastante abultada. 

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Alberto Mario Kuchen

Apasionado por los autos. Familiarmente vinculado a este maravilloso mundo y al de las carreras de autos: mi padre que corrió en la década de los años 60 con el seudónimo de Sandokán. Como Ingeniero Mecánico Aeronáutico, la tecnología en pos de la seguridad y la mejora continua, siempre llamó mi atención. Mi compromiso con ustedes para compartir e investigar en todo lo que viene.

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