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Como es el increíble Hennessey Venom F5.

No es fácil presentar un vehículo que rompe moldes en todos los aspectos, ya que es difícil de imaginar que actualmente hay mucho por conocer. Pero en realidad, la imaginación y la ingeniería se amalgaman para alcanzar logros que muchas veces nos resulta un poco inalcanzables.

En esta oportunidad les voy a comentar acerca de un hiper-deportivo que hace un tiempo viene batallando con muchos desafíos que viene superando. En este largo proceso de desarrollo e implementación de tecnología para su construcción, se invierten muchas horas hombre, conocimientos aplicados a la tecnología y recursos para ir sorteando muchos escollos que se van presentando. Pero pese a todo ello, hay un objetivo claro que representa un desafío de tal magnitud que realmente vale la pena su consecución. Me estoy refiriendo al Hennessey Venom F5 que ostenta una cifra de 1.842 CV de potencia. Sí, tal como lo acaban de leer. Tal número nos lleva a pensar que se trata de una verdadera “bestia” que según el ingeniero del diseño Nathan Malinik, nos comenta en que consiste este nuevo desarrollo. Primero y para ponernos en situación, estamos hablando de un proyecto que viene en sus espaldas con varios hitos por lograr, a sabiendas que su producción está limitada a sólo 24 unidades. Y si a eso le sumamos el dato que toda su futura producción ya fue adquirida con anticipación, estamos en presencia de una verdadera hazaña. Y lo es desde el punto de vista que aún no ha alcanzado los futuros logros a alcanzar que se ha fijado su diseñador y constructor, y que evidentemente va a tratar de ser el vehículo más rápido del mundo. Si bien va en esa dirección, faltan varios pasos y homologaciones oficiales para alcanzar ese mote.

En ese largo camino hay oponentes ya conocidos que han marcado su propio camino, como lo es Bugatti Chiron, el Koenigsegg Agera RS y su compatriota el SSC Tuatara. Y en el medio de esta historia, el proceso de evolución es fundamental. Por el momento superó los 320 km/h con la utilización de sólo el 50% de su potencia total, lo que promete y augura una performance próxima a su meta específica: ser el más rápido de los autos producidos al día de hoy. Los datos que se manejan y de carácter oficial, el Tuatara cuenta con un registro de 508,73 km/h como velocidad máxima, y una media de 455 km/h. La data con la que puedo informarlos, se basa en varios ejes, pero el más detallado es el referente a la aerodinámica de su silueta, donde se pone de manifiesto el extremo cuidado con el que se remataron hasta los mínimos detalles que determinaron la pureza en la circulación del flujo de aire sobre su superficie, generando la menor resistencia e interferencia de circulación posible. Tan es así, que hasta el espesor del emblema que está colocado en el frente en su parte baja de su trompa, ha sido cuidadosamente estudiado para que el espesor del mismo no “perjudique” la circulación del flujo de aire y genere resistencia innecesaria que afecte a altas velocidades. Una curiosidad es que el diseño de las ópticas delanteras, que según el diseñador optó por este formato de una “F” aludiendo al nombre de este Hennessey F5; pero hay un detalle más: la referencia es en función a los huracanes de categoría 5, que por lo que se conoce, son los más poderosos y extremos que se conocen a la fecha.

Continuando con los detalles aerodinámicos, se mencionan los denominados “air curtain”, cuya función específica es la de ir limpiar el flujo de aire de las ruedas delanteras, contribuyendo a su vez a generar carga aerodinámica sobre el eje delantero. Inmediatamente después del pasarruedas delantero, y antes de iniciar la estructura de la puerta de ingreso, se encuentra ubicada en forma vertical una canalización que ayuda a minimizar la generación de turbulencias y permite dirigir el ingreso del flujo de aire a la toma trasera, y a la entrada que dirige el aire a la “air box” cuya tarea es la de producir mayor presión en la admisión del motor a la hora que se incrementa la velocidad del auto. Toda su parte trasera fue cuidadosamente elaborada para que aerodinámicamente la fluidez sea una constante, pero a la vez, la originalidad en el diseño fue complementada con la utilización de la fibra de carbono en la confección del paragolpes trasero que fue elaborado en una sola pieza, mecanizado con los conductos de salida del aire caliente que se generan en el vano del motor y favorecen la circulación del aire para efectivizar más aún la refrigeración. Respecto al corazón de este hiper auto, es un poderoso motor V8 biturbo de 6.6 litros, que en banco desarrolló una potencia máxima de 1.842 CV y un torque descomunal de 1.617 Nm. El auto está configurado para dirigir semejante poder únicamente al eje trasero. No cuento con datos de la caja de velocidades.

En cuanto a su habitáculo, encontramos mucha fibra de carbono y titanio, y una gran austeridad respecto al “lujo y confort”: su concepción e interpretación ha sido desarrollada para una tarea muy específica. Pero tiene todo lo que necesita. El conductor va acomodado en una butaca especialmente desarrollada en fibra de carbono cuyo peso es de tan solo 4 kilogramos, y dispone de un volante de dirección que recuerda a los tradicionales comandos que encontramos en las avionetas: en forma de “U”, favoreciendo la visibilidad. Pero en él dispone de todos los comandos necesarios: arranque, modos de conducción, entre otros. Frente al conductor, se ubica una pantalla digital rectangular donde resumen todos los datos importantes para la conducción. Como es de imaginarse, la lucha por disponer de un conjunto lo más liviano posible, es inevitable a la hora de obtener prestaciones extremas, y con toda la tecnología y la utilización de materiales compuestos, este pequeño monstruo pesa sólo 1.361 kilogramos.

Para cerrar, deseo expresar que nuestros comentarios muchas veces resultan un poco “austeros” en el desarrollo de la nota, ya que no es fácil expresar el nivel de tecnología y desarrollo necesarios para alcanzar a construir semejantes vehículos, pero el deseo es el de compartirlos con ustedes, que seguramente apelando a la imaginación pueden complementar la perspectiva que trato de ofrecerles en estas líneas.      

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Alberto Mario Kuchen

Apasionado por los autos. Familiarmente vinculado a este maravilloso mundo y al de las carreras de autos: mi padre que corrió en la década de los años 60 con el seudónimo de Sandokán. Como Ingeniero Mecánico Aeronáutico, la tecnología en pos de la seguridad y la mejora continua, siempre llamó mi atención. Mi compromiso con ustedes para compartir e investigar en todo lo que viene.

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