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Subaru apunta al sistema híbrido convencional en el Forester.
De a poco, la marca nipona apuesta definitivamente al sistema convencional de hibridación que tantos éxitos le ha brindado a sus pares de otras marcas tradicionales en los diferentes segmentos que aportan eficiencia, confiabilidad y un menor consumo de combustible, cosa que no es un tema menor.

Demás está decir que esta gran marca japonesa consiguió una reputación enorme a lo largo de su historia, que además goza de unos altos índices de confiabilidad que normalmente son corroborados por organismos reconocidos internacionalmente que procesan información aportada por usuarios, y mediante un análisis permiten destacar aspectos relevantes tales como “cuantas veces el propietario ha visitado al taller a lo largo de un año de uso”, “ la gravedad de falla” y “el tiempo de parada del vehículo para subsanar el problema técnico”. Interpreto que son aspectos importantísimos que seguramente definen criterios a la hora de comparar y decidir una compra.
Estos temas en el común de los compradores no son analizados en profundidad, pero cuando uno mira en perspectiva este abanico de datos empíricos, pasan a ser indispensables si uno desea no tener problemas de confiabilidad y falta de respuesta de la marca. Regresando al tema central que nos convoca en esta nota, debo resaltar que los aspectos que recién detallo pasan a ser un tema importante en la justificación de la elección. Sin embargo, ante la exigencia de los usuarios debo mencionarles que el tema del consumo es un aspecto destacado. Y si con ello se suma tecnología de punta, estamos en presencia de un producto que necesariamente debemos tener en cuenta.
Hasta el momento, en el mercado global el Subaru Forester ofrecía 2 tipos de alternativas en cuanto a la propulsión. Más allá de disponer de un motor alternativo del tipo bóxer con 2 cilindradas diferentes de 2.0 y 2.5 litros, la oferta en el portfolio se nutría con una versión mild-hybrid. Precisamente con este nuevo enfoque de la marca, ahora va a ofrecer una versión híbrida convencional, es decir, que el motor alternativo va a estar acompañado con 2 motores eléctricos, de los cuales uno hace las veces de generador, mientras que el propulsor de ruedas va a traccionar en forma tanto independiente como juntamente con el motor alternativo.
En todos los casos, dispondrá de la conocida tracción Lineartronic a las 4 ruedas que lo hacen de forma permanente y on-demand. La diferencia con esta oferta mecánica es que el sistema eléctrico va a estar asistido por una batería de mayor tamaño, aparentemente de 1.1 Kwh de capacidad, lo que le va a permitir disponer de mayor desarrollo en modo eléctrico. Esto redunda en tener un menor tiempo en marcha al motor alternativo, disminuyendo en definitiva el consumo en ciudad, que es el fuerte de este sistema. Este nuevo conjunto motriz le entrega al Forester de 6ª generación unos 194 CV, aspirando a conseguir una autonomía que se acerque a los 900 kilómetros. Esta nueva presentación del Forester Híbrido que se fabricará en EEUU, se lo vio en el Salón de Chicago 2025, el cual verá la luz inicialmente en Norteamérica y posiblemente en el 2026 se lo ofrecerá en Europa. Como es un producto global, seguramente en el tiempo se lo podrá ver en más regiones.
En cuanto a lo estético exterior e interior (dentro del habitáculo), no encontramos novedades de importancia. Por lo tanto, el mercado automotriz va a poder disfrutar de un producto de excelente calidad, con una trayectoria con mucho reconocimiento de validez técnica, durabilidad y completa asistencia de seguridad y asistencias al conductor, y además se suma una característica muy relevante en estos tiempos, dado que hablar de una merma considerable del consumo de combustible, que según la fábrica ronda un 40% de ahorro en ciudad y de aproximadamente un 25% en ciclo mixto según el ciclo WLTP, configura un vehículo SUV de características muy destacadas y con condiciones de competitividad muy elevadas.
Hay que esperar unos meses para poder comprobar ese salto de mejora tecnológica que representa una significativa disminución de consumo de combustible, permitiéndole competir de igual a igual con otros rivales de fuste que integran el extremadamente competitivo y demandante segmento C-SUV.