Hace algunos años, Volvo se comprometió públicamente a cumplir con una planificación estratégica, fijándose objetivos que en su momento parecían muy ambiciosos. Dentro de su meta general, su esquema de desarrollos y presentaciones de todo su portfolio a futuro, era consolidar y ofrecer todos los modelos en todos los segmentos en los que está presente en el mercado, con la única posibilidad de locomoción totalmente eléctrica. Pero el mayor desafío está en que este objetivo sería alcanzado para el 2030. Han pasado algunos años desde que su promesa fuera realizada, y lo que podemos vislumbrar, es que de a poco se van cumpliendo tales metas. Ya tenemos algunos productos presentados por la marca bajo el nombre de XC-40 Recharge o C-40 Recharge, como así también dos productos de Polestar: el 2 y el 3. Pero en esta oportunidad, quiero referirme al recientemente presentado “reemplazante” del conocido y exitoso SUV XC-90.
Ni más ni menos, con un estilo y características generales que se las puede pronunciar como “continuistas”, pero con una personalidad propia, nos muestra líneas más depuradas, modernas y fluidas para que las transiciones sean lo menos traumáticas a la hora de enfrentar el viento y de esa manera ofrecer la menor resistencia al avance, elemento indispensable para un vehículo eléctrico que necesita hacer rendir de la mejor forma, la capacidad de la batería para entregar la mayor autonomía factible. La modernidad exterior, simplifica el diseño frontal, eliminando la parrilla característica por una configuración totalmente cerrada, conservando el logo de la marca y la traza diagonal. Las ópticas son modernas tecnológicamente hablando, con un diseño que conserva el martillo de Thor característico. A su vez se resalta la continuidad de la imagen del martillo, con una tira de led vertical ubicada en ambos extremos laterales. Pero en conjunto, visualmente el frente presenta una forma más curva y no tan elevada y plana como la presentada en el XC-90. Respecto a su zaga, replantearon el diseño de las ópticas, separando visualmente la continuidad de las luces led que forman parte del portón y guardabarros traseros, con las ubicadas verticalmente en los parantes D. El efecto visual general, apunta a generar una ilusión de mayor anchura en su diseño posterior. Pero si el exterior es refinado, quiero decirles que su habitáculo está en un nivel superior, no solo respecto a lo ergonómico, sino que descolla sobremanera por la implementación y utilización de tecnología. Este SUV de dimensiones grandes está ambientado y configurado para trasladar hasta 7 personas.
La seguridad de los pasajeros se ve respaldada por una batería de elementos que elevan la eficiencia de esta premisa. Cuenta con muchos sistemas y ayudas que permiten una conducción segura y “supervisada” por cámaras que van monitoreando el comportamiento de quien tiene a cargo el manejo de este EX 90. En cuestión de seguridad, este EX 90 incorpora tecnología de punta entregada por sensores, cámaras, radares y el sistema LIDAR; este último consiste en un emisor laser con emisión pulsada que permite calcular distancias a objetos, valorizando los registros en función del tiempo de respuesta entre la emisión del haz y el retardo de recepción del mismo. Todos estos sistemas están conectados a la computadora de alto rendimiento que tiene el vehículo, nutridos con NVIDIA DRIVE que ejecuta el software que Volvo Cars incorporó como sistema informático y con el cual desea recrear una vista del mundo en tiempo real en los 360°. Esta capacidad propia del EX 90, le permite “vigilar” el desarrollo del viaje tanto de día como de noche a velocidad de tránsito en carretera, detectando pequeños objetos a distancias considerables. Por otro lado, los sensores interiores supervisan constantemente la concentración de miradas, alertando al conductor cuando el sistema interprete distracción o cansancio de éste. Las acciones correctivas van dirigidas para llamar la atención, y se incrementan con el transcurso de segundos si no se produce el acuse de recibo por parte del conductor, hasta llegar al extremo de detener el vehículo en forma autónoma. Volvo asegura que este EX 90 está preparado para que en un futuro pueda ejecutarse la conducción sin supervisión. Otros temas para resaltar en cuanto a lo tecnológico, los ingenieros de Volvo armonizaron el sistema informático impulsado por NVIDIA DRIVE Xavier y Orin, para compatibilizar los sistemas de seguridad, de inteligencia artificial, las plataformas Qualcomm Technologies Snapdragon Cockpit y el software desarrollado por ellos mismos; por lo tanto, todas las funciones principales que se llevan a cabo dentro del habitáculo, ya sea de seguridad como de infoentretenimiento y la gestión de la batería, son comandadas con tecnología que aportan un resultado preciso, haciendo una estadía placentera. Esto despeja muchas dudas respecto a lo evolutivo tecnológicamente hablando, ya que Volvo nos ofrece un vehículo muy avanzado con actualizaciones permanentes de software “over the air”, gracias a la conexión 5G de forma estándar. Respecto a la información e infoentretenimiento, se puede visualizar en una gran pantalla central rectangular de 14.5 pulgadas ubicada en forma vertical con Google integrado, compatible a su vez con Apple Car Play de forma inalámbrica. El sistema de audio está integrado por un nuevo sistema de Bowers & Wilkins con sistema Dolby Atmos y altavoces ubicados en posición y cantidad que lo hacen totalmente envolvente. Con el celular del propietario se podrá gestionar muchas funciones, como la apertura del vehículo y desbloqueo de puertas, y la bienvenida personal a medida que se acerca al vehículo, completando funciones de acuerdo con su perfil cargado una vez ubicado en el asiento.
Respecto a la propulsión del EX 90, en un comienzo se ofrecerá una batería de 111 Kwh de capacidad eléctrica, que alimentará 2 motores eléctricos de imanes permanentes que entregarán una potencia de hasta 380 Kw (unos 517 Hp) y un contundente torque de 910 Nm. Según la marca, la autonomía rondará los 600 kilómetros según el sistema de medición WLTP (a comprobar), y se podrá recargar entre el 10 y el 80% en unos 30 minutos con corriente continua. Cuenta con la tecnología que permite la carga bidireccional de energía, pudiendo en caso de ser necesario, alimentar accesorios de la casa y hasta incluso la batería de otro automóvil eléctrico Volvo. En la construcción del EX 90, se utiliza aproximadamente un 15% de acero reciclado, un 25% de aluminio reciclado y unos 48 kilogramos de plásticos reciclados y materiales de origen natural, que representan el 15% de plásticos utilizados en todo el vehículo.
Geográficamente hablando, este Volvo EX 90 se fabricará a partir del 2023 en EEUU y posteriormente en China. Para cerrar esta nota, considero que Volvo planta bandera en este desafiante y competitivo mercado de nuevos autos totalmente eléctricos, ofreciendo un producto que parte de un concepto de vehículo de uso familiar de gran tamaño, incorporando los mas altos estándares de calidad, seguridad y tecnología aplicable a la locomoción terrestre, dejando plasmado un desafío integral en lo conceptual para sus más directos competidores.
