Previo al desarrollo de esta nota, considero oportuno recordar cómo está compuesta la familia Tesla, cuyo fundador es el señor Elon Musk, y de esa manera poder ubicarnos en la visión de la empresa estadounidense. Por un lado tenemos al Model “S” de estilo sedán y su derivado entre crossover o SUV llamado “X”. Y por el otro, el Model “3” y el recientemente presentado en sociedad Model “Y”.
Este integrante denominado Tesla Model “Y” es un crossover que utiliza la misma plataforma de construcción que el Model “3” y comparten varias características propias de éste: tienen casi idéntico aspecto frontal, diferenciándose en el perfil, ya que si bien se asemejan sus líneas, tiene una altura de mayor consideración, lo cual determina una aspiración de brindar un comportamiento más volcado al confort debido al mayor volúmen interior y al mayor despeje del suelo. Si bien no es presentado como un SUV y no presenta un perfil con la clásica terminación posterior que los identifica con la presencia de un portón vertical, sino por el contrario como una terminación tipo fastback, este crossover fue concebido de tal manera que posibilita la configuración interna para llevar hasta 7 pasajeros, siendo este aspecto como opcional.
El interior es bastante similar, con un estilo minimalista, manteniendo la pantalla táctil central de abultado tamaño de 15 pulgadas. En ésta, concentran todas las funciones del vehículo, la información y el sistema de infoentretenimiento. Por supuesto, que en este aspecto hay aquellos que ven bién el hecho de concentrar todo en una sola pantalla, y hay otros que prefieren funciones repartidas en diferentes pantallas.
Este nuevo modelo es presentado en 4 versiones, donde las virtudes pasan por la capacidad de la batería, la autonomía, la performance de cada una de ellas y las opciones de tracción trasera e integral. La más económica es denominada Standard Range, que cuenta con tracción trasera con un solo motor eléctrico y tiene una autonomía de unos 370 kilómetros, según la homologación EPA (de la Agencia Medioambiental de EEUU). Su aceleración de 0 a 60 millas (unos 96 km/h) rondaría los 5,9 segundos, y su velocidad tope llegaría a los 193 km/h. Si hablamos del precio, es algo relativo en función de donde se va a comercializar, pero en EEUU ronda los U$S 39.000.- Luego sumamos a la llamada Long Range, que también cuenta con tracción al eje posterior, pero su autonomía se eleva a unos 480 kilómetros. Su aceleración llega a los 5,5 segundos y llega a los 209 km/h. Su valor ascendería a los U$S 47.000.- Ahora le toca el turno a la versión con tracción integral llamada Long Range Dual Motor, que tiene una autonomía de unos 450 kilómetros. Acelera en 4,8 segundos y la velocidad tope es de 217 km/h., a sólo U$S 51.000.- Y como tope de gama de este modelo encontramos a la llamada Performance, que al igual que la anterior cuenta con tracción integral y 450 kilómetros de autonomía, pero mejora en su aceleración de 0 a 96 km/h necesitando tan sólo 3,5 segundos, y desarrolla una escalofriante velocidad de 241 km/h. Para este auto se necesitan U$S 60.000.- La estrategia de la firma apunta a ofrecer estos modelos con unos precios bien competitivos, con relación a los Model 3 y Model X, mejorando significativamente las performances de cada versión.
Sin tener en cuenta por las diferentes situaciones financieras que atravesó la firma de Silicon Valley, es para destacar el empeño y la iniciativa puestos de manifiesto por superarlos y tratar de mantener la iniciativa en lo concerniente al desarrollo tecnológico en el competitivo y floreciente mundo automotriz dentro del ámbito de la electrificación.
