Como es conocido en el mercado europeo, las marcas que integran el grupo germano cuenta con varios modelos de citadinos que forman parte del portfolio de vehículos que tienen como objetivo captar la atención de los usuarios de los centros urbanos para facilitarles la vida en el normal uso de vehículos en los congestionados tráficos diarios. Tales son los casos del Volkswagen Up, el Seat Mii y el Skoda Citigo. En esta región no contamos con la presencia de los últimos 2, pero el Up es el más reconocido por su versatilidad y habitabilidad interna. Por otro lado, su trayectoria en el mercado automotriz, fue en ascenso y ocupa un lugar importante entre los “populares”. En esta ocasión, la firma prevé la presentación dentro de unos meses de la actualización del eléctrico e-Up, junto con sus primos hermanos citadinos que antes mencioné, donde replantean no sólo la capacidad del paquete de baterías de iones de litio elevándola a 36,8 Kwh, sino también del sistema de propulsión en general, que le permitirá extender su autonomía a unos 250 kilómetros contando con una carga completa según las mediciones del ciclo de homologación europeo WLTP. Queda descontado que su uso va a quedar circunscripto a una movilidad urbana y con tramos cortos de salida a una autopista. Por otro lado, para recargar el paquete de baterías, sacando la opción domiciliaria se puede contar con una opción mediante un Wall-box de 7,2 Kw que acelera la recarga bajando el tiempo necesario de reposto en aproximadamente 4 horas.
El fundamento de la actualización pasa por fortalecer la capacidad eléctrica de propulsión, ya que al menos en el mercado europeo se discontinuarán las opciones de contar con motores térmicos. Es decir, la transición a lo eléctrico para estos citycars culmina con la concreción de estas nuevas presentaciones. Es importante destacar que esta situación se va a dar en el Viejo Continente y en breve, pero no va a ocurrir lo mismo en otras regiones, como por ejemplo en Latinoamérica, donde actualmente y por un tiempo no estimado aún, continúan con el montaje de plantas de propulsión a combustión interna.
Esta actualización contará con un solo motor eléctrico que entregará unos 82 CV y dispondrá de un torque de 21,5 kgm. Este potencial le permitirá obtener una aceleración que es marcada cuando centramos la atención en velocidades bajas, ya que de 0 a 50 km/h lo consigue en sólo 3,2 segundos, mientras que de 0 a 100 km/h necesita 12,5 segundos. Otro detalle a tener en cuenta, y que no es menor, pasa por el concepto que Volkswagen adopta para este tipo de citycars y que no es descabellado, ya que la velocidad máxima que puede alcanzar ronda los 130 km/h que está limitada electrónicamente. Mucho se puede decir de este punto, porque hay tanto detractores como personas que están a favor, pero como concepto general de un citycar cuyo ambiente “natural” pasa por el ámbito urbano, no resulta descabellado asumir que lo que aporta este auto alcanza y sobra para el objetivo general por el cual es concebido. Lo que tampoco puede descartarse, y por supuesto de ninguna manera objetar, es que su uso en rutas abiertas está limitado por la capacidad de la batería y por las postas de recarga que en los caminos se deben poder contar. Esta acotación aplica casi con exclusividad para las regiones donde se van a comercializar.
En esta “carrera” donde lo ecológico es el objetivo ulterior, es satisfactorio que las grandes empresas enfoquen sus esfuerzos económicos y desarrollos tecnológicos para lograr productos totalmente competitivos y no contaminantes.
