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Neumáticos con tecnología RunFlat.

Siempre que nos referimos a la seguridad vial debemos tener en cuenta las partes esenciales que aportan a un mejor manejo.

Si en algo siempre hago hincapié, es en la seguridad que debemos tener cuando vamos a bordo de nuestro vehículo. Y por supuesto que son muchos los aportes de la tecnología que nos hacen sentir cada vez más confiados y seguros cuando estamos frente al volante de conducción. Y estos aportes a los que hago mención, no son sólo tecnológicos en cuanto a la electrónica que nos hace cada día más sencillo nuestro manejo. Sino también a los que están pensando constantemente en mejorar la performance del auto en función de los nuevos conocimientos en ingeniería. Son muchos los factores que apuntalan a este objetivo, pero uno que es fundamental es el que aporta el neumático; y como si fuera poco, recordemos que es el único vínculo físico existente entre nuestro auto y la pista. De ahí la importancia de su función y prestaciones. Si bien hay mucho para decir, en esta oportunidad me voy a explayar con relación a los neumáticos que poseen tecnología “RUNFLAT”.

Asumo que todos conocemos los llamados convencionales, que los hay de diferentes tipos y que básicamente son los que llevan o no una cámara de caucho interna. Y se diferencian por el entramado y los diferentes materiales usados para su construcción. Y que ante un pinchazo, inmediatamente se debe aparcar el auto y utilizar uno de repuesto. Pero cuando hablamos del neumático tipo runflat, los conocidos como “anti-pinchazos”, poseen una característica especial: ante este evento, se pierde la presión del aire, pero gracias al refuerzo estructural en ambos flancos y en la banda de rodadura del neumático, le permite desplazarse unos 80 kilómetros y a una velocidad no superior a los 80 km/h sin necesidad de detenerse.

Sin duda que esta particularidad nos permite tener control del vehículo en esos casos de emergencia y tener la posibilidad de acercarnos a un centro de reparaciones sin tener que apelar al reemplazo del mismo, que dicho sea de paso, los fabricantes normalmente no ofrecen una opción de reposición, y en algunos casos, exprofeso, no contemplan el lugar necesario para alojarlo. Por el contrario proveen un kit de reparación para ser utilizado en estos casos, que consiste en un pequeño compresor de aire para poder inflar el neumático una vez que se le inyectó el líquido sellante a través de la válvula de inflado. Esta situación está contemplada para el caso de no tener un centro de reparación próximo, ya sea en alguna población alejada o en medio de una ruta. Con respecto a la posibilidad de poder distinguirlos, en su apariencia visual no presenta diferencias con el resto, salvo por unas siglas o letras identificatorias que cada fabricante utiliza para distinguirlas de las convencionales. Pero sí son significativas las características constructivas, ya que su concepción es de mayor robustez.

Para detallar los aspectos relevantes que lo diferencian en su estructura con la del resto, debemos considerar los siguientes elementos: tiene un soporte interior o carcaza más resistente que le permite apoyarse en la banda de rodadura cuando el neumático perdió presión; los flancos o bandas laterales son reforzados evitando deformarse, lo que permite que el aro no se apoye en la banda de rodadura como tampoco en el piso cuando se pierde presión; los materiales de refuerzos deben ser resistentes a las altas temperaturas producto de la fricción del caucho; y deberá contar con un anillo de sujeción que permitirá al neumático no desprenderse del aro en el caso de pérdida de presión. En resumen, el conjunto de esta estructura da como resultado un neumático de calidad superior, con mejores prestaciones en relación a uno convencional. Pero su mayor dureza se traduce en un comportamiento con resultados levemente inferiores a los neumáticos de iguales dimensiones pero sin la tecnología runflat. Éstos son más sensibles a las vibraciones, huecos, sacudidas y los comportamientos bruscos.

Como así también, en superficies muy lisas el runflat aporta suavidad de marcha, y dependiendo del dibujo del lomo, en algunos casos reporta beneficios en el consumo. A todo esto, hay que decir que los labios de los aros donde encajan los anillos de sujeción del runflat, no son los mismos que se utilizan para los neumáticos convencionales. Por este detalle, los aros de runflat pueden llevar todos los tipos de neumáticos, pero no ocurre lo mismo con los aros de los convencionales, ya que el anillo de sujeción del runflat no se puede adaptar a ese tipo de labio. Además debemos saber que no todos los autos pueden llevar los runflat, ya que el fabricante debe homologar su uso. Y en el caso de llevarlos, debe contar de fábrica con un indicador de presión de neumáticos denominado TPMS (Tire Pressure Monitoring System), que va monitoreando constantemente la presión del neumático.

Después de todas estas consideraciones, podemos afirmar que el runflat es un neumático más pesado, duro y mucho más resistente que el convencional. Permite circular un trayecto considerable a una velocidad moderada, sin detener el vehículo ante un pinchazo, y reporta el beneficio de no perder el control de la dirección de nuestro auto ante el inesperado suceso. Facilita la utilización del volumen que ocuparía uno de repuesto dentro de la maletera para llevar otras cosas, con el consiguiente menor peso de arrastre. Y por sobre todas las comodidades, está la satisfacción de no detenerse ante un pinchazo, con el dolor de cabeza que ese evento origina. Por otro lado, el hecho de ser más duro juega en contra con la sonoridad de la rodadura y su resistencia al avance; si bien la conducción se nota más firme, transmite vibraciones y son menos flexibles ante las imperfecciones del asfalto.

Por último, y un tema no menor, es el referido al mayor costo que demanda una sustitución o reparación de un runflat con respecto a uno convencional.

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Alberto Mario Kuchen

Apasionado por los autos. Familiarmente vinculado a este maravilloso mundo y al de las carreras de autos: mi padre que corrió en la década de los años 60 con el seudónimo de Sandokán. Como Ingeniero Mecánico Aeronáutico, la tecnología en pos de la seguridad y la mejora continua, siempre llamó mi atención. Mi compromiso con ustedes para compartir e investigar en todo lo que viene.

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