Así es la tercera generación del i-Cockpit que desarrolló Peugeot.

Como era de esperarse, el diseño de esta evolución va orientada a lo que podemos encontrar en los nuevos diseños de tableros, independientemente del segmento, marca o tipo de locomoción. Lo que sí destaca, es que se trata de una pantalla de formato rectangular y curvo, con una dimensión de 21 pulgadas, y por supuesto, en ese tamaño agrupa tanto al instrumental como a la pantalla donde desarrolla todas las funciones de infoentretenimiento. Se rediseñó el pequeño volante y se incorporan nuevos i-Toggles del tipo táctil que pueden ser personalizables; pensando en la estadía de los pasajeros, el 3008 va a tener un moderno sistema de iluminación ambiental. Este nuevo sistema, es implementado por marcas que quieren hacer una placentera y agradable estadía en el auto, proporcionando calidez y bienestar.

Este nuevo i-Cockpit llega unos 10 años después de aquel novedoso y controvertido sistema de información de tablero de instrumentos que estaba más arriba de lo normal, con un volante de dirección más pequeño, pero con una posición ergonómica de los brazos del conductor al que no se estaba acostumbrado. La concepción de la disposición de los comandos y pantallas está orientada al conductor, evitando distracciones en la conducción. En esta tercera generación, Peugeot nos ofrece una marcada evolución tecnológica, apelando a una gran pantalla curva mostrando una imagen general del tipo panorámica, orientada hacia la mirada fugaz del conductor.

En esta oportunidad, el conductor no contará con información que antes aportaba el head-up display, sino que unifica gráficamente datos esenciales y los presenta en la pantalla digital de instrumentos que se ubica en forma elevada (como antes) con vista superior al volante de dirección, cuya parte superior e inferior se encuentran con un trazo más plano, facilitando de esa forma la visión del conductor sin obstruir la mirada y mejorando esa actitud controvertida de algunos conductores que no se adaptan definitivamente a este tipo de presentación ergonómica del puesto de conducción. La gran pantalla de referencia, se encuentra unida al tablero general mediante un pie que no está visible, lo que da la sensación que se encuentra flotando en el tablero; este efecto se ve resaltado gracias a la iluminación interior del habitáculo que es incorporado, con una variedad de 8 tonos y que se proyecta y extiende justo por debajo de la pantalla (resaltando ese efecto antes mencionado) y su trayectoria se extiende hacia la consola central, finalizando su recorrido en los paneles de las puertas de acceso al habitáculo, que lucen unos delicados apliques en terminación de aluminio cepillado, detalle que pone de manifiesto el esfuerzo por el detalle y el buen gusto. Respecto a la distribución de funciones de la gran pantalla digital, frente al conductor se dispone de opciones de configuración, que posibilitan la visualización de la información correspondiente a la conducción propiamente dicha, como ser la velocidad, un medidor de la potencia, el flujo de energía, las gráficas de las ayudas a la conducción, una pequeña presentación de la posición del auto en el rumbo al cual se dirige sobre un mapa, entre otras como parte de la info. En cuanto a la pantalla que ocupa la parte central del tablero, es táctil para poder acceder al gran menú de opciones de infoentretenimiento, de la navegación y de la climatización. Los nuevos i-Toggles, que son 10 en total, ahora se accionan manualmente pudiendo ser personalizados, para programar algunos temas que son de rutina y de preferencia del conductor, como puede ser la selección de un número de teléfono de un contacto, iniciar la navegación a un punto habitual, seleccionar una estación de radio preferida o seleccionar una temperatura adecuada para el aire acondicionado. Esta personalización minimiza la atención del conductor para decidir algunas opciones, disminuyendo su distracción. La consola central es un poco más grande y ha sido rediseñada quitando el control de la caja de cambios, para reubicarlo en el tablero, justo al lado del botón de encendido del vehículo. También optimiza el espacio para el almacenamiento de pequeños objetos y la colocación del soporte de carga inalámbrica de los celulares aptos para esta función. El volante de dirección, de nueva manufactura y con un moderno y deportivo diseño, reemplaza a los botones por pequeñas superficies que detectan la presencia de los dedos del conductor con el solo hecho de pasar y rozar el dedo; pero para activar la función, el conductor deberá presionar el dedo sobre la superficie, evitando de esta manera que el roce por descuido o involuntario active la función. Con esta descripción quiero resaltar no solo el salto tecnológico, sino que ergonómicamente hablando, los ingenieros se han esforzado en alcanzar una posición postural del conductor que le permita mejorar visualmente la lectura de la instrumentación y que a su vez las piernas no rocen o estén tan cerca del volante mientras conduce, gracias al aplanamiento superior e inferior de éste; y es de esta manera, cómo la marca del león nos ofrece esta nueva propuesta apostando a disuadir a los detractores del i-Cockpit que tanta controversia ha generado.

Pero para saberlo fehacientemente, habrá que esperar hasta setiembre cuando sea el momento en que Peugeot lo ofrezca en el nuevo 3008, un C-SUV de mucha aceptación en el mercado. El desafío está lanzado, y el tiempo aportará lo suyo.