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Cómo asumir la electrificación en el sector automotriz.

Vemos en proyección una irreversible adaptación a la electrificación total del sector.

Estamos recibiendo constantemente y en forma ininterrumpida, la confirmación de casi todas las marcas en el mundo, que a más tardar en un poco más de una década, el sector automotríz va a tener un cambio definitivo en lo referente al sistema de propulsión. Las estrategias de las distintas marcas, en general, varían con relación al plazo de implementación. Pero todas están apuntando a lo mismo. Esta data es recogida en función de los distintos anuncios recientes que van manifestando los distintos grupos empresariales. Y luego de investigar e informarnos, podemos decir que los países desarrollados están imponiendo regulaciones que terminan por acotar la vida de determinados motores.

Bien sabemos que el evento del “diesel-gate” aceleró una serie de normativas exigentes que requieren de una mayor inversión para desarrollar un sistema de propulsión más limpio y menos contaminante. Y si adicionamos el hecho que los actuales desarrollos de propulsión eléctrica han generado una evolución muy considerable, estamos frente a un punto tal que vamos a entender ciertas decisiones adoptadas. Como queda planteado, la alternativa de seguir optimizando el desarrollo de motores alternativos en general (y el diésel en particular), resulta muy oneroso en comparación de los beneficios de rendimiento que se podrían llegar a obtener.

A simple vista, no es muy difícil augurar el abandono de desarrollos nuevos en motores alternativos nuevos. Por lo tanto, la ecuación quedaría planteada de esta manera: el fin de nuevos desarrollos y la fabricación de motores diésel está muy próximo. Muy pocas compañías van a seguir apostando con lo que ya tienen. Y con relación a los motores a gasolina, muy pocas van a seguir intentando una nueva generación apostando a un mejor rendimiento y lograr una menor polución: tal es el caso del nuevo desarrollo del motor de Mazda, donde pretenden elevar el nivel de relación de compresión para lograr un comportamiento con prestaciones similares a la del diésel. De acuerdo a este planteamiento, en el corto plazo las empresas en general apostarán a dejar de lado a los motores diésel y echarán mano a lo mejor de sus desarrollos tecnológicos en cuanto a los de gasolina.

Claro está que esta visión devela objetivos en el corto, mediano y largo plazo. Y me refiero a los tres niveles de evolución, ya que son plazos ineludibles para cambios tan importantes a concretarse. Estamos en plena transición de dos estadíos: lo convencional y lo híbrido/eléctrico. Por tal motivo hablamos de los tres plazos en el tiempo. En el corto se pueden determinar las tomas de decisión más importantes que van a fijar nuevos rumbos y modos de acción, acompañados de fuertes inversiones. Pero también van a dejar huellas de lo que hasta ahora era de percepción normal: cortar con nuevos desarrollos y tener una mirada totalmente innovadora. En el mediano plazo se van a ir consolidando los nuevos desarrollos y se va a ir evolucionando en función de cómo el mercado demande este nuevo desafío. Y el largo plazo debe estar acompañado con el real desafío, y que consiste en dejar de lado definitivamente la utilización de motores alternativos.

Nada de todo esto puede concretarse en el tiempo, si no es acompañado de políticas públicas que estén comprometidas y dirigidas a sustentar esta reconversión. Y en el camino a transitar, vamos a enterarnos del fuerte acompañamiento de inversiones que deben reflejar una constante evolución tecnológica. De esta manera, quiero dejar planteado un tema que no puede ni debe ser desconocido, como así tampoco negado por todos nosotros. Es lo que está vigente hoy y en constante avance, rompiendo algunos paradigmas a los que estamos todos aferrados. Es muy importante aceptar esta evolución, ya que nos va a facilitar interpretar hacia dónde vamos.

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Alberto Mario Kuchen

Apasionado por los autos. Familiarmente vinculado a este maravilloso mundo y al de las carreras de autos: mi padre que corrió en la década de los años 60 con el seudónimo de Sandokán. Como Ingeniero Mecánico Aeronáutico, la tecnología en pos de la seguridad y la mejora continua, siempre llamó mi atención. Mi compromiso con ustedes para compartir e investigar en todo lo que viene.

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1 thought on “Cómo asumir la electrificación en el sector automotriz.”

  1. Buen artículo Alberto. Supongo que algunas características de convencionales como es el sonido de los motores al acelerar, serán reemplazados por técnicas de simulación incluyendo la vibración en el asiento del conductor.

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