Después de una década, sigue dando que hablar.

Las costumbres generan naturalmente una ostensible resistencia a los cambios. Esta mención sin dudas la conocemos muy bién, ya que la mayoría de nosotros antepone una actitud de “distancia” frente a la aparición de cosas o formas nuevas que rompen o desafían con cambiar nuestra zona de confort para introducirnos en un nuevo panorama y que por supuesto desconocemos. Y sólo con el tiempo, empezamos a digerir el proceso y nos adaptamos proactivamente para empezar a aceptar este nuevo desafío al cual nos invitan a ejercer la misma actividad, pero con innovaciones que nunca nos imaginamos que podían “acontecer”. Dicho de otro modo, lo nuevo siempre nos llama la atención, pero nos “asusta” dar el paso desafiante. Bueno, ubicados en el tema, los invito a que hagamos un esfuerzo para tratar de interpretar los conceptos que inicialmente intentaron transmitirnos los diseñadores de interiores de Peugeot y de esa manera poder entender cuál fue su objetivo ulterior. La concepción del i-Cockpit consta de 3 pilares que lo definen, pese a la similitud con lo convencional, pero con innovaciones que lo caracterizan: el volante de dirección es de un diámetro más pequeño ubicado en una posición más próxima a las piernas, generando una postura de las manos en una ubicación más baja de lo habitual sin afectar la funcionalidad; el tablero de instrumentos está colocado en una posición más elevada y alejada de lo habitual, permitiendo al conductor que su mirada no se desvíe mucho al consultar el tablero de instrumentos, favoreciendo una menor distracción en ese acto que realizamos casi instintivamente; y cuenta con una pantalla digital táctil de gran tamaño ubicada en la parte central del tablero para tener un acceso rápido a las funciones de infoentretenimiento. Este nuevo concepto implementado por Peugeot inicialmente recibió algunas críticas por los usuarios (como era de esperar) porque el conductor tradicional debía adaptar algunos hábitos y postura corporal propios incorporados de forma natural, pero que con el tiempo se fueron adaptando y hasta incluso considerando como una buena solución más ergonómica. De hecho, Peugeot realizó muchos estudios e investigaciones antes de optar por esta solución y como burdamente se dice se decidió finalmente a “patear el tablero”. Sin embargo, este desafío lo posicionó como un verdadero innovador de la ergonomía del puesto de conducción. Para refrescar nuestra memoria, este i-Cockpit fue presentado por la marca del León en el año 2.010 en el Salón del Automóvil de Ginebra en el prototipo del Coupé Cabriolet denominado SR1; si bién fue un prototipo, y con las diferencias que la realidad impone a la hora de realizar una producción en serie por los costos que conlleva ese nuevo desarrollo, Peugeot decidió incorporarlo definitivamente y por primera vez en su modelo de mayor ventas: la primera generación del 208. Esto efectivamente sucedió allá por el 2.013, y desde ahí a la fecha, el sistema evolucionó en los diferentes modelos en que se iba incorporando este sistema de conducción, como lo fue en el 2.016 con la segunda generación de los 3008 y 5008, donde reemplazan el tablero de relojes analógicos por una pantalla digital de 12.3 pulgadas totalmente personalizable. En el 2.019, la segunda generación del 208 recibe una pantalla digital con efecto 3D, mientras que la más reciente modificación la recibió el 308 al incorporar un nuevo volante de dirección que detecta el tacto de las manos cuando se agarra el volante y cuando el conductor utiliza las funciones de asistencia a la conducción. También incorpora una nueva interfaz de usuario y un nuevo sistema de multimedia denominada i-Connect en una pantalla digital de 10 pulgadas. Y como postre, Peugeot anticipó la tercera generación del i-Cockpit en el prototipo Inception, que posiblemente estará disponible a inicios de la próxima década (2.030). Este nuevo desafío contará con un volante que tendrá una ejecución del movimiento a las ruedas por un sistema Drive by Wire: es decir que abandonaría el sistema de conexión mecánica por uno de transmisión de órdenes de variación angular del volante mediante un sistema eléctrico. Entre otras innovaciones, dispondrá de una pantalla tipo Tablet que presentará la información para su control, junto a unos nuevos widgets que se utilizarán para seleccionar diferentes funciones. Indudablemente el i-Cockpit llegó a Peugeot para quedarse, evolucionar y ofrecer un concepto de manejo que rompe esquemas tradicionales, pero que a la vez interpreta una filosofía intuitiva, muy tecnológica y de mayor dinamismo en la conducción.