NoticiasPortada

Presentación de Montana, la nueva Pickup de Chevrolet.

Hace pocos días, la marca del moño invitó a la prensa e hizo una presentación oficial en el hermano país de Brasil, en Curitiba más precisamente, y mostró su producto que adopta un nuevo concepto de vehículo, y que lo ubica en un nuevo segmento al que denominó Smart Utility Pick-up.

Este nuevo producto que desarrolló Chevrolet, no se trata sólo de una pick-up para afrontar la competencia que desde hace unos años se entabló entre las marcas para ganar una porción del mercado de las pick-ups compactas. Sino que dentro de su estrategia que involucró muchas tareas de recopilación de datos fruto de estadísticas, encuestas y focus groups con personas que les permitan analizar estadísticas y saber de primera fuente, cuáles son las necesidades y requerimientos de las personas en este mundo moderno donde la versatilidad, tecnología y conectividad llevan la delantera en exigencias.

Por supuesto que no son los únicos requerimientos demandados, pero en ese afán de complacer a la mayor cantidad de personas, el objetivo se centró en varios puntos fuertes para compatibilizar un desarrollo acorde a estos tiempos y demandas cada vez más exigentes. Por supuesto que cada nuevo desarrollo de las marcas es un desafío muy grande, porque en definitiva se apunta a que el producto final que se ofrece en el mercado, debe ser atractivo, versátil, útil para el uso diario en ciudad y en la ruta, que tenga un consumo de combustible acotado, que sea placentero en al momento de sentarse y desplazarse con el vehículo, que sea maniobrable con facilidad, disponibilidad de capacidad de carga útil, y lo más funcional y cómodo para todos los pasajeros. En especial, este último punto es siempre un poco “descuidado”, a tal punto que el diseño estructural y ergonométrico pueden jugarle una mala jugada a la segunda fila de asientos. Pero en esta ocasión, las personas a cargo del diseño y desarrollo de la Montana pusieron sobre la mesa todos estos aspectos e hicieron una pick-up compacta que contempló lo más demandado por el público en general, haciendo hincapié en la practicidad general. Ahora voy a comentarles algunos aspectos que interpreto son importantes a la hora de la toma de decisión de una compra muy pensada y que fueron tenidos en cuenta por los ingenieros de Chevrolet. Un detalle no menor para considerar, es que la tendencia actual marca un rumbo bastante contundente en la predilección de vehículos a tener: ellos son los SUV´s y las pick-ups. En el primer caso, Chevrolet ya está presente desde hace unos años con su Tracker; pero no era el caso de la segunda predilección. Para ello, quiso decir “estoy presente” en este segmento para hacerle frente a sus rivales que podríamos decir naturales: la Renault Oroch (4.71 metros), la Fiat Toro con 4.94 metros de largo, y la Ford Maverick con 5.07 metros. La Montana tiene 4.72 metros, posicionándose un poco más cerca de la Oroch. Pero esta estrategia tiene sus fundamentos: su tamaño responde con énfasis al momento de ser utilizada en ciudades y centros urbanos, donde es importante destacar la maniobrabilidad, estacionamiento y capacidad de poder doblar con un radio de giro con el menor valor posible.

Otro aspecto que ya mencioné es la habitabilidad interior, pero haciendo hincapié en la segunda fila de asientos: conceptualmente la marca considera que se debe contemplar la comodidad y practicidad de los pasajeros traseros, y en especial por todos los integrantes de la familia. En cuanto a la necesidad de disponer de un motor eficiente que entregue una potencia adecuada con una cilindrada pequeña, sobrealimentado con un turbo y con la asistencia de una caja de cambios manual o automática (ambas de 6 marchas), los 132 CV que dispone la Montana auguran un consumo de combustible aceptable. Al momento, está pensado para tener únicamente tracción al eje delantero. En cuanto a la disponibilidad de tecnología, conectividad y seguridad, la Montana ofrece un buen paquete para que se pueda disfrutar en el día a día y al salir a la ruta.

La caja de carga cuenta con 874 litros, una capacidad efectiva de 637 kg, con una apertura de la tapa trasera con asistencia hidráulica. Ha sido pensada para tener acceso a todo lo que uno ubica en ella; además, cuenta con rieles laterales en la mitad de su altura para poder ubicar una bandeja desplazable con corredera en sentido longitudinal, y así poder disponer de más carga pequeña que debe estar separada del resto de la ubicada en el fondo. Para personalizar la caja de carga de la Montana, Chevrolet ofrece 24 diferentes accesorios. Desde luego, todo esto debe estar complementado con un cobertor que va a proteger de la vista de los curiosos y de la inclemencia del tiempo. A su vez, este cobertor fue diseñado con un sistema propio de canalización y evacuación de agua.

Respecto a la suspensión trasera, Chevrolet desarrolló un sistema para evitar el característico salto trasero, sobre todo cuando la caja está vacía: el eje rígido trasero está asociado a un amortiguador hidráulico, un resorte helicoidal y un soporte interno que permita un desarrollo suave en su parte inicial sin carga, pero se endurece la acción cuando aumenta la carga. Como dato de color, debo mencionar que la Montana dispone de 90 accesorios funcionales en total para personalizarla a gusto del propietario, cosa que en general no encontramos en el resto de sus competidores.

A modo de cierre, es importante comentarles que Chevrolet ha hecho una apuesta fuerte con este nuevo producto. Sin dudas va a llamar la atención de aquellos que quieren un vehículo con mucha versatilidad, pero que no sea tan grande como los productos que se ofrecen en el segmento de las pick-ups medianas, sin olvidar que el tipo de construcción es el de un vehículo convencional, y no con un chasis de largueros, que marca una diferencia muy contundente. Esperemos a ver cómo reacciona el público con este nuevo producto que Chevrolet pone en la mesa de discusión a la hora de la toma de decisión.

Mostrar más

Alberto Mario Kuchen

Apasionado por los autos. Familiarmente vinculado a este maravilloso mundo y al de las carreras de autos: mi padre que corrió en la década de los años 60 con el seudónimo de Sandokán. Como Ingeniero Mecánico Aeronáutico, la tecnología en pos de la seguridad y la mejora continua, siempre llamó mi atención. Mi compromiso con ustedes para compartir e investigar en todo lo que viene.

Artículos relacionados

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *